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A

 

raíz del reciente paso de Jordi Bilbeny

2

 

por tierras valencianas, primero por Pe-

dreguer (Alicante), en un acto organiza-

do por el Casal Cultural Jaume I, y luego 

por Valencia, en otro que fue auspiciado 

por el colectivo local de 

Compromís

, me gustaría es-

cribir unas pocas notas sobre lo que su figura y su «es

-

cuela» representan para la historiografía. De él hablé 

hace ya más de diez años («¡Bertín Osborne es cata-

lán!»

3

, «Reivindicación de la calidad científica»

4

, «Vi-

ves, tal vez. Catalán, en catalán y perseguido por la 

lengua, parece que no»

5

, «Los venecianos (probable-

mente conchabados con los castellanos) también ro-

ban héroes catalanes»

6

), cuando tras la primera identi-

ficación de Cristóbal Colón como catalán comenzó a 

añadir otros grandes personajes históricos, como Her-

nán Cortés, Miguel de Cervantes, al autor del Lazari-

llo o a Marco Polo. Ha pasado una década y la cosa no 

ha ido a menos, sino todo lo contrario: ahora también 

son catalanes, o de lengua catalana, el Cid

7

, Santa Te-

resa de Jesús

8

, Lorenzo Valla

9

, Leonardo da Vinci

10

Amerigo Vespucci

11

, Bartolomé de las Casas

12

, Fran-

cisco Pizarro

13

, Diego de Almagro

14

, Juan del Enci-

na

15

, Garcilaso de la Vega

16

, Lope de Vega

17

, Pietro 

Martire d’Anghiera

18

, Abraham Ortelius

19

, Erasmo de 

Rotterdam

20

 —¡que sería hijo de Colón!—, Gonzalo 

Fernández de Córdoba

21

, Maquiavelo

22

, Miguel Ser-

vet

23

 o el pintor Hyeronimus van Aken, el Bosco

24

.

Y es que, aparte de que hacer historia como la hace 

Bilbeny es muy rápido —sin leer absolutamente nada 

de bibliografía y sin pisar nunca ningún archivo—, el 

problema es que ya no está solo, sino que precisamen-

te hace una década creó el 

Institut Nova Història

25

una fundación en la que se agrupan todos los que si-

guen  su  mismo  método  completamente  acientífico, 

basado en construir falacias —’conjunto de palabras 

o cualquier otra cosa dispuesta para engañar’ o ‘forma 

de argumentación defectuosa’, según las definiciones 

del diccionario— mediante lo que se conoce en cien-

cia como 

cherry picking

26

. El 

cherry picking

, que es 

una falacia de evidencias incompletas o de supresión 

de pruebas, consiste simple y llanamente en coger 

todos aquellos datos que convienen y refuerzan una 

propuesta concreta, obviando, ignorando y ocultando 

todo el resto de informaciones, que contradicen esa 

misma proposición. Gentes sin ningún tipo de forma-

ción  historiográfica,  y  con  un  desprecio  total  por  la 

comunidad académica, las editoriales universitarias 

y las revistas científicas —ya que, evidentemente, no 

aceptan sus alocadas especulaciones—, son las que 

ahora ayudan a Bilbeny en su «labor de investigación, 

estudio y divulgación de la historia de Cataluña, con 

un carácter iconoclasta e innovador, explotando al 

máximo las posibilidades de interacción, participa-

ción e internacionalización de las investigaciones», 

con un «compromiso con el conocimiento de la his-

toria de Cataluña».

Ese es el trabajo que hace el 

Institut Nova Història

al menos según las palabras del Casal de 

Esquerra 

Republicana de Catalunya

 de Sants-Montjuïc (Barce-

lona), que en el 2013 le concedió el 

Premi Nacional 

Lluís Companys

27

,  al  tiempo  que  lo  hacía  a  figuras 

políticas e intelectuales como Muriel Casals, Carme 

Forcadell o Germà Bel. Y ese es el verdadero drama 

social del caso de Bilbeny y los bilbenyianos: que una 

parte importante —por no decir la mayoría— de los 

medios de comunicación y las organizaciones políti-

cas con cierta sensibilidad catalana o catalanista se 

hacen eco de sus planteamientos, los legitiman y los 

tratan con normalidad, como si fueran investigadores 

El Institut Nova Història

la pseudociencia 

aclamada por muchos

Vicent Baydal i Sala

Universitat Jaume I

¡BASTA DE FALACIAS BILBENYANAS!

1

Dossier

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serios a los que vale la pena escuchar y secundar. Jo-

sep Lluís Carod Rovira, Salvador Cardús, Josep Rull, 

Antonio Baños, los ayuntamientos de Arenys de Mar 

o Montblanc, la Diputación de Girona, colectivos de 

la 

Assemblea Nacional de Catalunya

 (ANC), el diario 

digital 

Vilaweb

, el periódico 

El Punt/Avui

, el periódi-

co 

La Vanguardia

, TV3, BTV, 8TV, televisiones y ra-

dios locales, asociaciones culturales y por la lengua... 

Son múltiples las personas e instituciones de cierta 

relevancia que les dan crédito, los subvencionan y los 

impulsan como si, en definitiva, estuvieran haciendo 

un favor al país y trabajando para la causa catalana. 

Pero es todo lo contrario, porque no hacen otra cosa 

que pseudociencia

28

 inventada, que no sirve para nada 

más que para enredar y degradar la racionalidad argu-

mentada que debería guiar cualquier sociedad que se 

quiera moderna, de progreso y con autoestima colec-

tiva. Del mismo modo que ninguna sociedad que trate 

de avanzar puede confiar su sistema sanitario a la ho

-

meopatía, la elección de sus representantes políticos a 

los designios astrológicos o la investigación de delitos 

en la quiromancia o la parapsicología, tampoco puede 

fundamentar su conocimiento histórico colectivo —

en el que se basan muchísimos aspectos relacionados 

con las aspiraciones de futuro del conjunto de la ciu-

dadanía— en las formulaciones pseudohistóricas de 

un grupo de mezquinos. Es como si alguien propusie-

ra que los servicios de inteligencia estuvieran dirigi-

dos por Iker Jiménez o el 

Institut Ramon Llull

 por al-

guien como Leonardo Dantés: seguro que la sociedad 

civil y política se movilizaría enseguida para evitarlo. 

En relación con ello, otro de los graves problemas 

relativos a la recepción de las sandeces bilbenyianas 

es su difícil refutación, dado que niegan la mayor: en 

su tarea de 

cherry picking

, en primer lugar esconden 

la inmensidad de evidencias que no les interesan y 

si alguien trata de mostrarlas, niegan la mayor bien 

empleando argumentos completamente acientíficos o 

xenófobos, como que en Castilla no ha habido cultura 

—lo que invalidaría toda información al respecto—, o 

No hacen otra cosa que pseudociencia inventada, 

que no sirve para nada más que para enredar y 

degradar la racionalidad argumentada que debería 

guiar cualquier sociedad que se quiera moderna

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bien diciendo que son fruto de invenciones históricas, 

debido a una censura y una persecución sempiternas 

que habrían tenido por sistema ir contra los catala-

nes —contra lo que no se puede refutar racionalmente 

nada, ya que se trata de un prejuicio completamente 

totalizador.

Por otra parte, como a los historiadores de profe-

sión,  con  formación  historiográfica,  cierto  oficio  y 

amplia  experiencia  bibliográfica  y  archivística  nos 

resultan tan bestiales, delirantes y fuera de lugar los 

planteamientos bilbenyianos, normalmente ningu-

no de nosotros está dispuesto a perder su tiempo de 

producción investigadora en retratar a una gente con 

la que no se puede argumentar racionalmente, ya que 

desdeñan por completo el método que guía todo de-

bate científico. En uno de los artículos que comentaba 

hace diez años, yo mismo me dediqué a mostrar que 

todas las 

catalanadas

 que le atribuían al 

Lazarillo de 

Tormes

 eran pura y simplemente expresiones caste-

llanas de la época, que aparecen en multitud de otros 

textos de los siglos 

xv

xvi

 

xvii

, pero después ya 

no volví a comentar nada, esperando que la bola se 

hiciera tan grande que la sociedad catalana y valencia-

na con sensibilidad por los temas nacionales propios 

acabara por rechazar las evidentes falacias pseudohis-

tóricas de dicho grupo. Sin embargo, como he apun-

tado, parece que ha sido todo lo contrario, ya que si 

alguien muestra en todo momento y en todos los luga-

res una cereza azul, por muy anecdótica que sea —y 

nadie saca a la luz la abrumadora mayoría de cerezas 

rojas—, la sociedad termina pensando que, en efec-

to, ¡las cerezas son de color azul! El 

cherry picking

 

crea una falsa apariencia de verdad que solo se puede 

desmontar si conoces y muestras el conjunto de las 

informaciones relativas a ese tema concreto, algo que 

evidentemente no puede hacer la gente que no es ex-

perta en temas historiográficos —porque no domina 

la cuestión—, sino que lo tenemos que realizar los que 

nos dedicamos profesional y académicamente a esto y 

tenemos las herramientas de conocimiento histórico a 

nuestro alcance.

Es una tarea penosa y aparentemente poco fructí-

fera, pero que alguien tendrá que hacer en algún mo-

mento si queremos acabar con esta locura. En este 

sentido, no es que vaya a hacerla yo ahora —¡ya me 

gustaría tener el tiempo necesario!—, pero sí quisie-

ra enlazar y aprovechar algunos de los comentarios y 

aportaciones que se han realizado en algún momento 

por las redes sociales —aunque sea copiándolos di-

rectamente— a raíz de las conferencias de Bilbeny en 

Pedreguer y Valencia, ya que entre otras cosas, aparte 

de la opinión razonada de mucha gente experta en la 

materia, también se ponen dos ejemplos muy claros 

de ese 

cherry picking

 que practican: el del intento de 

apropiación del 

Tirant lo Blanch

 y el de la proceden-

cia y personalidad de Lorenzo Valla, que se explican 

aquí mismo, más abajo. Todo el intercambio de co-

mentarios fue motivado por un escrito del doctorando 

medievalista de la Universidad de Valencia Blai Ser-

ver, en el que se dirigía a los miembros del Casal Cul-

tural Jaume I de su localidad

29

 para informarles de que 

Jordi Bilbeny es «responsable de la difusión de una 

serie de teorías “conspiranoicas” que, desde el punto 

de vista historiográfico, no tienen ningún fundamento 

y que atentan contra los consensos académicos (que, 

lógicamente, pueden ser objeto de revisión e impug-

nación, pero siempre desde parámetros científicos y 

contrastados) y, por extensión, contra el método his-

tórico y la credibilidad de la disciplina». Y continuaba 

explicando que:

Si se me permite el paralelismo, lo que Bilbeny y 

compañía representan en el marco de la historiogra-

fía es, 

mutatis mutandis

, lo mismo que la homeopatía 

representa para la medicina o el creacionismo para 

la ciencia: un conjunto de patrañas que de cara a los 

medios de comunicación el público en general pue-

den sonar muy bien (por el morbo que suele generar 

todo lo oculto, misterioso o, incluso, fantástico), pero 

que, de trigo, no tienen ni un grano. Así, en la medida 

en que hacen un uso marcadamente interesado y tor-

pe de la historia, los Bilbeny de turno dificultan que 

ésta pueda cumplir su función social (es decir, ayudar 

 

Normalmente ninguno de nosotros está dispuesto 

a perder su tiempo de producción investigadora 

en retratar a una gente con la que no se puede 

argumentar racionalmente

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a comprender el mundo en que vivimos, en palabras 

del maestro Fontana) y, por tanto, resultan tan noci-

vas para el conjunto de la sociedad como puede serlo 

la tergiversación informativa (la «posverdad

»

 o los 

«hechos alternativos

»

 de Trump y sus secuaces, que 

no son más que mentiras) o la pseudociencia.

A esto el Casal Cultural Jaume I contestó

30

 que eran 

«conocedores de que este señor llevaba controversia 

por sus teorías pero no hasta tal punto», pero que, en 

todo caso, esperaban «escuchar su historia y que la 

gente opine y haga su análisis y saque sus propias 

conclusiones». En los comentarios a dicha respuesta, 

usuarios como Pep Al Fus indicó que «si no damos 

crédito a las afirmaciones que hace Pío Moa blan-

queando  el  franquismo,  ¿por  qué  deberíamos  hacer 

caso a un tío que falsea la historia, aunque sea de los 

nuestros?», o Esperança Costa que «ya que están, que 

lleven a los negacionistas de la teoría de la evolución, 

de los efectos humanos en el cambio climático o los 

Amish». Asimismo, yo también intervine señalando 

que:

Por si cayera por su propio peso que resulta ex-

traño alguien que dice que no sólo Colón era cata-

lán —que podría serlo—, sino también Cervantes, el 

autor del Lazarillo, Hernán Cortés, Garcilaso de la 

Vega, Santa Teresa de Jesús, Marco Polo, Leonardo 

da Vinci o el Bosco, sólo hay que leer con ojos de 

historiador  —de alguien que ha hecho una carrera 

historiográfica, ha ido durante años a los archivos, 

ha elaborado investigaciones doctorales y ha deba-

tido y compartido con la comunidad científica los 

enormes conocimientos acumulados durante décadas 

de investigaciones— sus propuestas. El resultado es 

delirante, como por ejemplo en los pretendidos casos 

de  «catalanismos

»

 del Lazarillo. Por otra parte, la 

prueba del algodón es muy sencilla: basta con ir a los 

catálogos de producción científica (

Research Gate, 

Regesta Imperii, Google Scholar, Dialnet

, etc.) para 

comprobar si Bilbeny o los bilbenyianos tienen algu-

na publicación en revistas con filtros científicos, esto 

es, con académicos y universitarios que den credibi-

lidad científica a los textos que escriben. El resultado 

es que no aparecen en ninguno de esos catálogos, ya 

que ninguna publicación (ni de Cataluña ni de Espa-

ña, pero tampoco de Francia, Reino Unido, EE. UU. 

o de donde sea) con unas mínimas garantías acadé-

micas puede aceptar sus invenciones sin fin.

Además, decidí compartir esa misma polémica en 

mi muro

31

 de Facebook y se añadieron diversos co-

mentarios muy interesantes, como uno del guionista 

Paco López Barrio: «En el fondo del 

affaire

 Bilbeny 

me parece que lo que hay son unas posturas cercanas 

al racismo y a la xenofobia. En resumen, su postura se 

podría definir así: España y los españoles son un pue

-

blo tan, tan, tan desgraciado, tan piojoso, tan odioso 

y tan enfermo que ninguna cosa buena pueden haber 

hecho nunca en ningún terreno, ni en la literatura, ni 

en las artes, ni en ningún otro fruto del pensamiento y 

el trabajo. Por lo tanto, todo lo que podamos encontrar 

de estimable en ellos es, sin duda robado. ¿A quién? 

A los catalanes, suma de todas las perfecciones huma-

nas por la gracia de Dios. Amén [...] Y duele porque 

el españolismo más rancio encuentra en él la excusa 

perfecta para descojonarse de todos nosotros, que no 

tenemos ninguna culpa». O los de los historiadores 

catalanes Andreu Navarra —«representa la peor cara 

del nacionalismo banal, inventa patrañas-mito»—, 

Ramon Sarobe —«cobran de las arcas públicas, y es-

tafan a la gente que compra sus libros, hacen negocio 

de la mentira»— y Francesc Xavier Hernàndez: «Este 

pobre país nuestro tiene la autoestima tan baja que 

incluso los charlatanes de feria alcanzan éxitos... lo 

de Bilbeny es una vergüenza nacional, un síntoma de 

cómo de enferma está nuestra cultura».

O también la bibliotecaria Maria Josep Cortés: 

«Dice mentiras, animaladas, y las dice como si fueran 

verdades. Y eso no está bien, sea en la disciplina que 

sea. Hace daño a la razón. La historia es un disciplina 

rigurosa, un instrumento de análisis del pasado que 

nos permite entender la realidad, el presente. Deva-

luarla y maltratarla de esa manera hace daño, un daño 

colectivo». Y yo mismo, en la línea de todos esos 

comentarios, traté de rematar la cuestión apuntando 

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que: «Bromas y manga ancha con mezquinos que 

dicen que Marco Polo, Amerigo Vespucci, Lorenzo 

Valla, Cervantes o Leonardo da Vinci eran catalanes, 

ni una... Bilbeny representa el desprecio a todo razo-

namiento científico, lo peor que se puede desear en 

una sociedad que quiere progresar socialmente. Es el 

rollo de “como no causan daño a nadie, que vayan ha-

ciendo…” ¡Claro que causan daño! Causan daño a la 

razón, a la ciencia, a los intentos de comprender y me-

jorar la sociedad a través del pensamiento razonado. 

Si deseáis comprar la moto a Bilbeny, a los sanadores, 

a los de Nueva Acrópolis o a los demagogos baratos, 

hacedlo, pero contáis con toda nuestra oposición».

No solo eso, sino que al día siguiente descubrí un 

vídeo

32

 en el que Bilbeny hacía público uno de sus 

nuevos pretendidos «descubrimientos»: el humanista 

e historiador italiano del siglo 

xv

 Lorenzo Valla sería 

un  catalán  de  nombre  Llorenç  Desvalls. Así  las  co

-

sas, ya serían catalanes Leonardo da Vinci/Lleonard 

della Rovere, Pietro Martire de Anghiera/Pere Màr-

tir de Anguera, Amerigo Vespucci/Aimeric Despuig 

y Lorenzo Valla/Llorenç Desvalls, por lo que, según 

Bilbeny —y con no sé qué manía persecutoria que 

tendrían también los italianos hacia los catalanes—, 

el Renacimiento italiano «en el fondo sería algo im-

pulsado —al menos en parte— por los catalanes en 

Italia y eso es lo que se ha borrado de la Historia»... 

Compartí también el vídeo en mi muro

33

 y, si se ve 

por completo, se comprueba que, como destacaba el 

historiador valenciano Ferran Esquilache, Bilbeny 

afirma sin rodeos que «ha desarrollado dicha teoría a 

partir de la coincidencia del nombre, “y unas cuantas 

curiosidades más”... ¡¡¡Vivan las curiosidades histó-

ricas!!!». Y es que, en plena relación con ello, este 

es un caso tremendamente claro de 

cherry picking

: si 

te cuentan esas cuatro coincidencias que expone en 

el vídeo y no te explican absolutamente nada más de 

los datos que se conocen de Lorenzo Valla a través de 

las investigaciones historiográficas realizadas durante 

décadas y décadas, te lo puedes creer perfectamente.

El problema es que la biografía de Lorenzo Valla es 

clara y conocida desde hace siglos, con declaraciones 

y apuntes suyos y sabiendo todo el mundo de dónde 

venía y cuál era su trayectoria, y con investigaciones 

hechas por los mismos italianos y por holandeses, 

alemanes y franceses a lo largo de los tiempos hasta 

la primera gran biografía moderna del personaje, 

Vita 

di Lorenzo Valla

, publicada por Girolamo Mancini en 

Florencia en 1891, que se puede encontrar en pdf en 

la red

34

. Se saben muchísimas cosas de él: que su pa-

dre era un abogado de Piacenza trasladado a Roma 

—donde nació él—, que su madre quedó viuda relati-

vamente joven, que la mayoría de sus hermanos mu-

rieron antes que él, que se fue a estudiar a Florencia 

y que estaban allí sus maestros, qué amigos tenía en 

Roma, cómo se fue después a Pavía para ser catedrá-

tico en la Universidad, los textos que escribió en cada 

momento, etc., etc., etc. Es así como lo recoge la 

Stan-

ford Encyclopedia of Philosophy

35

, con una extensa 

bibliografía, y cómo lo acepta y valida toda la his-

toriografía internacional, ante la avalancha de datos 

archivísticas y textuales que así lo certifican. ¡Cuatro 

cerezas azules no hacen que las cerezas dejen de ser 

rojas! Incluso el último lugar de descanso de Lorenzo 

Valla

36

, la tumba a la que lo trasladaron en 1825, en 

la archibasílica de San Juan de Letrán —la catedral 

de Roma—, indica en la primera línea de su inscrip-

ción los datos ya recogidos en su primera sepultura: 

«Laurentio, Lucae f[ilio], Vallae, ortu rom[ano], Pla-

centia oriundo» (Lorenzo Valla, hijo de Luca, nacido 

en Roma, oriundo de Piacenza)

37

.

De hecho, en el mismo escrito de Facebook don-

de expliqué esto

38

, Antoni Biosca, profesor de Filo-

logía Latina de la Universidad de Alicante, relató su 

experiencia de primera mano con la personalidad y 

los textos de Lorenzo Valla: «Coincido contigo sobre 

Valla. Dediqué un tiempo a traducir al castellano para 

Akal su 

Refutación

 y no vi nada de eso. Es más: Valla 

trabajaba para Alfonso el Magnánimo (y, aparte de la 

Refutación

, encargo del rey, escribió la vida del padre 

de Alfonso, Fernando I) y pudo sacar a colación su 

supuesta catalanidad, cosa que nunca hizo. Lo que es 

¡Claro que causan daño! Causan daño a la 

razón, a la ciencia, a los intentos de comprender 

y mejorar la sociedad a través del pensamiento 

razonado

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más triste es que el papel de la Corona de Aragón en 

Italia es interesantísimo y en muchas ocasiones no se 

le ha prestado el interés que merece, y no hay que ha-

cer estas cosas para reivindicar nada, ya que la reali-

dad histórica es en sí bastante más interesante». Como 

apuntaba él mismo en otro de estos diálogos

39

, abun-

dando en el método de la supresión de pruebas que 

practican los bilbenyianos: «Hay muchos ejemplos de 

manipulación a base de confundir una coincidencia 

no sistemática con una coincidencia sistemática. Si no 

se repite la coincidencia, esta no muestra nada. Pon-

gamos un ejemplo. El río que pasa por Washington 

tiene nombre de origen algonquino: Potomac. Es un 

nombre similar a la palabra 

río

 en griego, y podría dar 

pie a explicaciones maravillosas sobre el origen grie-

go de los algonquinos y, quién sabe, de otros pueblos 

estadounidenses. Pero el método científico no puede 

funcionar así. ¿Hay más coincidencias entre las len

-

guas griega y algonquina? No. Pues es simplemente 

una coincidencia. Nada más».

En el mismo hilo de Valla intervino el arquitecto 

y profesor Diego Gordillo para defender parte de las 

formulaciones de los bilbenyianos, como, por ejem-

plo, que con el 

Tirant lo Blanch

 habría estado a punto 

de pasar lo mismo que ellos dicen que pasó con el 

Quijote

, es decir, que los castellanos lo habrían tra-

ducido del valenciano/catalán y habrían tratado de 

hacer desaparecer todos los ejemplares originales 

para apropiarse de la obra. Según apuntaba Gordillo, 

«hasta que no se encontró el 

Tirant Lo Blanc

 en cata-

lán, se pensaba que era originalmente en castellano, 

y ligeramente posterior a la obra de los valencianos 

Joanot Martorell y Martí Joan de Galba». Otra mues-

tra bien clara de 

cherry picking

, de falacia de pruebas 

incompletas. Sí, es cierto que el 

Tirant lo Blanch

 se 

publicó en Valencia y Barcelona en 1490 y 1497, y 

no se volvió a editar en su lengua original hasta el 

año 1905; sí, es cierto que en 1511 se publicó traduci-

do al castellano en Valladolid sin asignarle la autoría 

original de Joanot Martorell, como si fuera anónimo; 

sí, es cierto que las traducciones europeas que se hi-

cieron posteriormente, al italiano y al francés hasta 

finales  del  siglo 

xviii

, se realizaron sobre la traduc-

ción castellana y diciendo que el anónimo autor debía 

ser un «espagnol»

40

 —pese a que, al mismo tiempo, 

también tenían claro que debía ser de Valencia, por 

la referencia interna a la ciudad que hay en la obra—. 

En consecuencia, si solo te explican todo esto, sí, es 

cierto: «Oh, los malvados castellanos nos roban los 

clásicos!».

El problema es que del 

Tirant lo Blanch

 de Valencia 

y Barcelona nos han llegado materialmente hasta siete 

ejemplares diferentes

41

 —no es tan fácil que las edi-

ciones desaparezcan por completo— y que al mismo 

tiempo que en el extranjero se decía todo aquello du-

rante el siglo 

xviii

, en casa nuestra los eruditos tenían 

bien claro que era una obra originalmente editada aquí 

y en «lemosín». Por ejemplo, así lo dejaba escrito el 

bibliógrafo valenciano Vicent Ximeno en su catálo-

go de 

Escritores del Reyno de Valencia

 publicado en 

1747

42

, haciendo referencia, además, al gramático e 

historiador catalán Antoni de Bastero, que había visto 

un ejemplar original en Roma:

Pedro Juan Martorell, cavallero, natural de Valen-

cia, a quien D. Antonio Bastero, cavallero barcelonés, 

en su 

Crusca Provenzale

, impresa en Roma año 1724, 

llama «Una de las mas esclarecidas luzes de nuestra 

lengua» escribió en lemosín un libro de caballerías, 

en el qual descubrió el discretísimo Miguel de Cer-

vantes Saavedra «Un tesoro de contento y una mina 

de passatiempo»[...] 

Tirant lo Blanch

: Dícese que se 

estampó en Valencia año 1480. Holgáramos de ver un 

ejemplar que D. Antonio Bastero vió en Roma, en la 

Libreria de la Sapiencia . [...] La cuarta parte de ella, 

que dexó intacta su autor, la traduxo, o fingió averla 

traducido a la misma lengua valenciana [de l’anglés 

al portugués i del portugués al valencià, com es pre-

sentava el 

Tirant

 en les primeres pàgines], Martín 

Juan de Galba, cavallero, a instancia de Doña Isabel 

de Loris [...] y según esto parece que también pode-

mos contar a este cavallero por escritor valenciano

.

Por si fuera poco, cuando los historiadores moder-

nos se han puesto a investigar en los archivos la vida 

de Joanot Martorell y su familia, enseguida han en-

contrado cientos de datos que han dado cuerpo a obras 

tan completas como 

Joanot Martorell. Biografía ilus-

trada y diplomatario

43

, preparada por el archivero 

valenciano de origen castellano Jesús Villalmanzo. 

Porque esa es otra: nuestros archivos están llenos de 

Lorenzo Valla (Internet Archive Book Images)

background image

el esc

é

ptico

64

Primavera 2020

datos fehacientes conservados en series sistemáticas, 

que muestran claramente que no ha habido ningún in-

tento de persecución o apropiación histórica, ni nada 

por el estilo. Si esa era la idea de una imaginaria cen-

sura secular anticatalana o antivalenciana, lo primero 

que habrían hecho sus promotores hubiera sido hacer 

desaparecer el Archivo Real de Barcelona,   el Archivo 

del Reino de Valencia y todos los archivos municipa-

les, que conservan millones de informaciones sobre 

nuestro pasado. Lo que intentamos hacer los histo-

riadores es investigar en esos archivos para recoger 

datos y conjugar los nuevos datos reunidos con los 

que ya se conocen de investigaciones previas para dar 

explicaciones lógicas y razonadas, en función de los 

conocimientos que tenemos de las sociedades preté-

ritas de cada época, a todo ese conjunto de datos, sin 

dejarnos ninguno (y si algunos no encajan, lo decimos 

explícitamente, planteando hipótesis de trabajo y es-

perando a tener más datos que las ratifiquen o refuten 

mediante nuevas investigaciones).

Lo que hacen Bilbeny y los bilbenyianos es la an-

títesis de todo esto. Es coger cuatro datos extraídos 

de aquí y de allí, hacer un planteamiento determinado 

basándose en esos cuatro datos, escondiendo todos los 

demás que lo refutan o rechazándolos en función de 

prejuicios apriorísticos —no en el conocimiento real 

de la sociedad del momento— y acumulando solo los 

datos que parecen reforzar el planteamiento inicial, 

por muy alocado que este sea, dada la infinidad de in

-

vestigaciones e informaciones que lo invalidan —pero 

que se obvian—. Esto es la antihistoria, la anticiencia. 

Y sería una verdadera lástima que la sociedad catalana 

—o la valenciana— quisiera construir su conocimien-

to histórico colectivo a través de la invención direc-

ta y del antirracionalismo. Pensaba que los catalanes 

aspiraban a ser aquella sociedad «noble, culta, rica, 

libre, despierta y feliz» que cantaba el poeta. Ese se-

guro que no es el camino. Así que me gustaría pedir 

un poco de seriedad a los medios de comunicación, 

a  las  figuras  públicas,  a  los  organismos  políticos,  a 

las organizaciones institucionales y a las asociaciones 

cívicas y culturales con el fin de acabar con esta lacra 

para la cultura de un país que es el impulso de la pseu-

dohistoria. 

¡Basta de falacias bilbenyianas!

Notas:

Enlaces verificados a mayo de 2020

1

 

Traducción de Alfonso López Borgoñoz del texto ori-

ginal de Vicent Baydal en valenciano, publicado en http://

www.ventdcabylia.com/2017/05/ja-nhi-ha-prou-de-falla-

cies-bilbenyianes.html

2

  

https://ca.wikipedia.org/wiki/Jordi_Bilbeny

3

  

http://www.ventdcabylia.com/2007/11/bertn-osborne-

s-catal.html

4

  

http://www.ventdcabylia.com/2007/11/reivindicaci-de-

la-qualitat-cientfica.html

5

  

http://www.ventdcabylia.com/2008/01/vives-potser-en-

catal-i-perseguit-per.html

6

  

http://www.ventdcabylia.com/2008/05/els-venecians-

probablement-conxavats.html

7

  

https://www.inh.cat/articles/El-Cid-de-Valencia-era-

catala-o-Quan-i-com-els-catalans-van-fer-Espanya

8

  

https://www.inh.cat/articles/Una-llegenda-catalana-

sobre-Santa-Teresa

9

  

https://www.inh.cat//articles/El-ball-de-cognoms-so-

bre-l-humanista-Lorenzo-Valla

10

 

 https://dbalears.cat/cultura/2014/08/19/282647/jordi-

bilbeny-vinci-fill-perdut-casa-reial-catalana-napols.html

11

 

 https://www.inh.cat/articles/Amerigo-Vespucci-un-

Despuig

12

  

https://www.inh.cat//articles/Qui-dibuixa,-qui-pinta,-

qui-escriu-la-historia-Com-es-que-hi-ha-dues-signatures-

del-pare-Casas-o-Casaus-

13

 

 https://www.inh.cat/articles/Francisco-Pizarro-i-Die-

go-de-Almagro,%20-dos-conquistadors-de-nissaga-reial-

catalana

14

 

 https://www.inh.cat/articles/Francisco-Pizarro-i-Die-

go-de-Almagro,%20-dos-conquistadors-de-nissaga-reial-

catalana

15

 

 https://www.inh.cat/articles/Juan-del-Enzina-Joan-

Escriva-o-Joan-d-Olzina-

16

 

 https://www.inh.cat//articles/Ausias-March-i-Garcila-

so-de-la-Vega-Una-comparacio

17

 

 https://www.inh.cat/articles/Apunts-sobre-l’estrena-

de-Lope-de-Vega-

18

  

https://www.inh.cat/blog/I-si-Catalunya-no-hagues-

estat-mai-un-regne-italia-

19

 

https://www.inh.cat/articles/Abraham-Ortelius

20

  

http://www.ccma.cat/324/Un-historiador-soste-que-

Erasme-de-Rotterdam-era-catala-i-fill-de-Colom/noti

-

Sería una verdadera lástima que la sociedad 

catalana —o la valenciana— quisiera construir su 

conocimiento histórico colectivo a través de la 

invención directa y del antirracionalismo

background image

el esc

é

ptico

65

Primavera 2020

cia/2377766/

21

 

 https://www.inh.cat/articles/El-cas-JRFC-IV-

22

 

 https://www.inh.cat//articles/Qui-es-Maquiavel-

23

 

 

https://www.inh.cat/articles/Miquel-Servet,-catala-

universal

24

  

https://www.inh.cat//articles/Hieronymus-Bosch-i-

Jeroni-Bosch.-Rere-les-passes-d-un-altre-pintor-esborrat-
del-Renaixement-catala

25

  

https://ca.wikipedia.org/wiki/Institut_Nova_

Hist%C3%B2ria

26

 

 https://en.wikipedia.org/wiki/Cherry_picking

27

  

https://www.inh.cat/articles/L’Institut-Nova-Historia-

guardonat-amb-el-Premi-Nacional-President-Lluis-Com-
panys

28

  

https://ca.wikipedia.org/wiki/Pseudoci%C3%A8ncia

29

  

https://www.facebook.com/blaiserver/

posts/10156243393837818

30

  

https://www.facebook.com/185717624795398/

photos/a.185719734795187.43428.185717624795398/154

9631011737379/?type=3&theater

31

 

https://www.facebook.com/vicent.baydal/

posts/10154277701007142

32

 

 

https://youtu.be/7gIWOqUh818

33

 

 https://www.facebook.com/vicent.baydal/posts/1015

4278875977142?pnref=story

34

 

 https://ia601406.us.archive.org/6/items/vitadiloren-

zoval00mancuoft/vitadilorenzoval00mancuoft.pdf

35

  

https://plato.stanford.edu/entries/lorenzo-valla/

36

  

http://penelope.uchicago.edu/Thayer/E/Gazetteer/

Places/Europe/Italy/Lazio/Roma/Rome/churches/Lateran/
interior/Lorenzo_Valla.html

37 Aquí en detalle: http://penelope.uchicago.edu/

Thayer/Images/Gazetteer/Places/Europe/Italy/Lazio/
Roma/Rome/churches/Lateran/interior/Lorenzo_Valla/
inscription%3Dx.jpg

38 https://www.facebook.com/vicent.baydal/posts/10154

278875977142?pnref=story

39

  

https://www.facebook.com/185717624795398/

photos/a.185719734795187.43428.18571762

4795398/1549631011737379/?type=3&comm
ent_id=1550153801685100&reply_comment_
id=1551774074856406&comment_tracking=%7B%22tn%2

2%3A%22R9%22%7D

40

  

http://www.cervantesvirtual.com/portales/joanot_

martorell_i_el_tirant_lo_blanc/obra-visor/histoire-du-vai-
llant-chevalier-tirant-le-blanc--0/html/ffde0246-82b1-11df-
acc7-002185ce6064_36.html

41

 

 http://www.cervantesvirtual.com/portales/joanot_

martorell_i_el_tirant_lo_blanc/edicions/

42

 

 En la página 52-53 del pdf: http://bivaldi.gva.es/es/

catalogo_imagenes/imagen.cmd?path=1002906&posicion
=1&registrardownload=1

43

 

 http://www.cervantesvirtual.com/descargaPdf/joanot-

martorell-biografia-ilustrada-y-diplomatario--0