El Semanal, publicación dominical distribuida por los periódicos del Grupo El Correo, difunde la anticiencia desde sus páginas.

- Volver a Artículos y Documentos -

Home

Sobre arp-sapc
Documentos
Material para docentes
Webs alojadas
Publicaciones
Buscador
Listas de correo
Enlaces
Lecturas recomendadas
Red Internacional
Área para socios

Correo: arp@arp-sapc.org

 

El Semanal, la anticiencia del domingo

Manuel Caro Terrón

Un domingo cualquiera. Acaba de comprar la prensa y, con ella, todos sus
agregados de fin de semana: un DVD que nunca verá, el cuarto peón de un
juego de ajedrez coleccionable, el facsímil de un billete de principios de
siglo, y los suplementos dominicales. Se le cae la taza del café al suelo
cuando lee, sorprendido, un "sesudo" análisis político publicado en uno de
estos suplementos: en vez de basarse en la última encuesta sobre intención
de voto, se ha tomado como datos fiables las elucubraciones de una echadora de cartas. Y, lo que es peor, el periodista da el mismo valor al resultado de unas cartas de tarot que a una encuesta de Demoscopia.

Es esto lo que vienen haciendo los responsables del suplemento dominical
del Grupo Correo y Taller de Editores. El escándalo periodístico no ha trascendido debido a que, lo que en el ejemplo era un pseudoanálisis político, es, en la realidad, una serie de reportajes sobre "Los Misterios de la Ciencia". Bajo ese título, uno podría esperar encontrar reportajes acerca del futuro del ser humano, la genética, la exploración espacial, las fronteras del universo cuántico. Desgraciadamente, no es de esto de lo que quieren hablar los responsables de El Semanal, sino de fenómenos paranormales (que nada tienen que ver con la Ciencia) que, en la mayoría de los casos, hace decenios que dejaron de ser un misterio. Así, los temas de los que tratan son tan "misteriosos" como los zahoríes, los poltergeist o los círculos de las cosechas.

Los artículos están escritos con una credulidad y un analfabetismo científico e histórico sin límites. Sin la más mínima documentación, los textos recogen mitos y leyendas que se saben falsos desde hace años, mientras se coloca la realidad como una hipótesis más. Es esto lo más preocupante: El Semanal conoce cuál es la respuesta a esos falsos "misterios", pero, en un ejercicio de hipocresía periodística, se intenta engañar a los lectores haciéndoles creer en un engaño, en una mentira. Cabe preguntarse: ¿hacen lo mismo cuándo tratan otro tipo de temas?

Así, en este último número (810, Abril de 2003), leemos, en un artículo
titulado "Señales de tráfico en plena campiña", cómo Gloria Garrido nos
intenta hacer creer que no se sabe aún qué es lo que produce los famosos (y, en muchas ocasiones, bellísimos) círculos de las cosechas. La realidad, queson seres humanos quienes los realizan, pasa sin plena ni gloria en el
conjunto del texto, mientras se le da mayor importancia a las sandeces que
los pseudociéntificos defienden. Una verguenza para el periodismo serio, que
equipara a El Semanal, para su desgracia, con otras publicaciones sobre
fenómenos falsos como Más Allá o Enigmas. Es tal la cantidad de barbaridades que el texto contiene, que se nos llega a explicar cómo saber si un círculo es auténtico o es falso... Si Garrido miente al decir que no se sabe qué son, en realidad, estos círculos, ¡¿cómo puede hacer distinción entre falsos y auténticos?!

Y no nos extraña que Garrido haya metido la pata, si tenemos en cuenta cuáles han sido sus fuentes de documentación: la página web de... ¡Iker Jimenez! La periodista da todo el crédito del mundo al conocido inventor de misterios (que cree que existen los hombres-pez, o que las caras de Bélmez son "fenómenos extraños"). Con periodistas así, es normal que El Semanal haya vuelto a fomentar la incultura entre sus lectores. A este paso, El Semanal contratará a Rappel para escribir análisis políticos...

Para conocer más sobre los círculos: