Conclusión
La solución a los
problemas que nos han llevado a esta situación
debería ir encaminada a conseguir una medicina
pública menos masificada y más humanizada.
Debería encaminarse hacia un concepto que,
capitalizado por los terapeutas alternativos, tampoco
es original suyo: la medicina holística. Una
medicina que trate al enfermo, y no sólo la
enfermedad.
Estas tendencias deseables
suponen un doble problema. Por un lado, exigen
un incremento en la dotación presupuestaria
a la sanidad pública, cosa que no siempre
es posible por causas económico-políticas.
Por otro lado, exige cierto cambio de mentalidad
entre los profesionales de la medicina, o una
reestructuración de su trabajo profesional.
Los pacientes demandan un trato más general
y personalizado, mientras los avances en la medicina
científica exigen una cada vez mayor especialización
por parte de los profesionales de la misma. Un proceso
reduccionista dentro de la investigación médica
no siempre es fácilmente compatibilizable con
un ejercicio clínico holista.
Lo cierto es que no es
fácil encontrar un método adecuado para
conseguir el avance de la medicina científica,
y el abandono de otras pseudoterapias, sin atacarlas
frontalmente mediante recursos legales. La organización
escéptica holandesa SKEPSIS estudió
el tema y elaboró una serie de sugerencias
al respecto, como punto de partida para un estudio
más riguroso. Estas sugerencias son:
1.- No parece muy
útil hablar directamente con miembros del Parlamento
Nacional o del Parlamento Europeo, dado que muchos
votantes de los Estados Miembros tienen todavía
confianza en la homeopatía.
2.- Parece útil
solamente acercarse a los presidentes de organizaciones
tales como el Deutsche Forschungs Gemeinschaft o el
Instituto Max Planck, siempre que este acercamiento
esté avalado por una literatura válida.
3.- La legislación
sobre medicamentos en los Estados Miembros debe seguir
las directrices de la Unión Europea. Las actuales
reglas son más tolerantes con los medicamentos
homeopáticos de lo que se considera deseable
en Holanda, pero dado que muchos Estados Miembros
las aceptan, poco se puede hacer contra ello.
4.- Resulta útil
recoger informes críticos sobre homeopatía,
pero no se debe sobreestimar su efecto. Nos referimos,
por ejemplo, a la excelente tesis sobre homeopatía
de D.K. de Jong, que no tuvo posterior influencia.
5.- La publicación
de los resultados satisfactorios que algunas personas
creen haber tenido tras someterse a un método
homeopático parece surtir más efecto
en la comunidad que los artículos explicando
que los productos homeopáticos no tienen efectos
farmacológicos.Han quedado presentados todos
los elementos para el análisis, y ha quedado
suficientemente clara la opinión de los autores
y del colectivo al que representan. Cualquier decisión
al respecto debe ser tomada por las autoridades políticas
y sanitarias competentes, aunque la solución
no es sencilla.
El único método
perfectamente válido y deseable, como corresponde
en un estado democrático, consiste en la formación
e información del público en general
quien, en su ignorancia, suele ser siempre el principal
perjudicado.
Y, en cualquier caso, hay una idea que debemos tener
siempre muy clara.
LA UNICA ALTERNATIVA
A LAMEDICINA ES UNA MEDICINA MEJOR.