Fraudes paranormales. Fenómenos
ocultos, percepción extrasensorial y otros engaños
por Jesús Martínez
Villaro
NOTA: esta es la reseña sobre el orignial
inglés titulado Flim-Flam!
En
Flim-Flam! -curioso título cuyo significado
viene a ser la onomatopeya de la prestidigitación-,
James Randi nos ofrece una incursión didáctica
y amena en el mundo de lo paranormal. Randi es uno de los
veinticinco miembros fundadores del Comité para la
Investigación Científica de los Supuestos Hechos
Paranormales (CSICOP), hecho que en su día le convirtió
en el único mago prestidigitador en un grupo formado
principalmente por personas con relevantes credenciales académicas.
Como ilusionista profesional con cerca de cuarenta
años de experiencia en su campo,
no existe truco o ilusión para la que no esté
preparado. Isaac Asimov, que prologa esta obra, le define
-sin mencionar los elogios que le dispensa- como una persona
que, no teniendo credenciales académicas, tampoco está
sujeta a las restricciones que éstas conllevan, llamando
a las cosas por su nombre -tal como las ve- y enfrentándose
sin reparos a científicos "pasados de rosca".
Puede decirse que Randi sacrifica las buenas maneras y la
diplomacia en favor de la honestidad. Randi -The Amazing,
como es llamado con respeto no sólo por el público
en general, sino también por sus colegas del CSICOP-
presenta en Flim-Flam! una colección de presas de su
sagacidad que, grosso modo, pueden dividirse en dos tipos:
los fraudes relacionados con trucos, que abarcan el mayor
número de capítulos, y los relacionados con
la manipulación de la información, la picaresca
en general. Ejemplos de esto último pueden ser el Triángulo
de las Bermudas, la astroarqueología de Erich von Däniken
y las historias que involucran a la Administración
Nacional de Aeronaútica y del Espacio (NASA) en asuntos
ovni.
Flim-Flam! está escrito con un
estilo ágil muy peculiar que sitúa al lector
en medio de un típico "show" informativo
estadounidense. Es un espectáculo variado que resulta
ameno no sólo por la variedad en sí, ni por
el agudo ingenio de que hace gala Randi, sino precisamente
porque no parte de prejuicios. Cuando en este "show"
salen a escena personajes como Erich von Däniken, Uri
Geller o Charles Berlitz, no comienza diciendo "he aquí
un P-33 farsante" o "divirtámonos con la
última chorrada mágica", sino que deja
hablar a los hechos, llegando por este camino y de una manera
bastante flemática al hundimiento de pretensiones y
personajes en el absurdo. Si bien Randi define a quienes se
rodean de lo paranormal en dos categorías: quienes
realmente creen poseer dotes paranormales y quienes creen
que nadie descubrirá sus trucos, tras la lectura de
Flim-Flam! hay que destacar una figura más: la víctima.
Así, hay científicos que dan muestras de excesiva
credulidad en materias ajenas a su especialidad. Tal es el
caso de Russell Targ y Harold Puthoff, que han sido engañados
repetidamente por gente como Ingo Swann, Uri Geller y Charles
Tart, lo que les ha hecho acreedores al título de los
"Laurel y Hardy" de la investigación psi.
También una celebridad como Arthur Conan
Doyle -el creador de Sherlock Holmes- fue engañada
por dos jovencitas que le mostraron fotografías de
hadas y duendes, y un físico como el francés
René Blondot fue capaz de patinar estrepitosamente
en su especialidad con el descubrimiento de los rayos-N. Randi
afirma llevar siempre consigo un cheque por valor de diez
mil dólares para premiar a la primera persona que demuestre,
aceptando ciertas condiciones de control, poseer cualquier
clase de poderes paranormales. Hasta el año 1.982,
cuando apareció la primera edición de esta obra,
se presentaron más de seiscientos aspirantes a este
premio, si bien tan sólo cincuenta y cinco llegaron
a pasar los controles preliminares. De aquéllos que
llegaron hasta la fase final -en la que ninguno se hizo merecedor
del premio-, Randi ofrece en su libro una selección
perfectamente documentada de los más pintorescos. Afirma
no haber recibido jamás reclamaciones por parte de
los perdedores, aunque éstos han apelado a las más
retorcidas razones para justificar su fracaso. A James Randi
se le ha atacado diciendo que lo que pretende es duplicar
mediante trucos los fenómenos paranormales. Su respuesta,
que ilustra perfectamente la idea central de esta obra, es
así de concisa: "Como persona lógica, nunca
he dicho, ni podría hacerlo, que mi duplicación
de los efectos paranormales demuestre que los psíquicos
empleen los mismos trucos. Lo que pongo de manifiesto es que
resulta más racional sospechar un fraude que adoptar
alternativas peregrinas". Sería bastante complejo
detallar el sumario de la obra. Sólo diré que
su presentación responde a una refrescante anarquía
en la que, a vuelta de página, se pasa de los biorritmos
a las piedras de Ica, a los gurús o a los ovnis, sin
que por ello aparezcan altibajos en la calidad o brillantez
del estilo narrativo.
En suma, considero que Flim-Flam! es un libro
muy recomendable allá donde sea preciso aclarar que
escéptico, en el contexto en que nos movemos, no es
precisamente sinónimo de persona negativa o desconfiada
a ultranza, sino de quien aplica elementales normas de sentido
común frente a "cantos de sirena" que nos
invitan a creer en la sinrazón disfrazada de seriedad.
Es una obra que constituye un ejemplo divertido y estimulante
de cómo se conduce un escéptico.
Randi, James: Flim-Flam!
Psychics, ESP, Unicorns and Other Delusions.- Prologado
por Isaac Asimov.- Prometheus Books.- Buffalo 1982.- 342 págs..
$11.95
Randi, James [1982]: Fraudes
paranormales. Fenómenos ocultos, percepción
extransensorial y otros engaños [Flim-flam!
Psychic, esp, unicorns and
other delusions]. Prologado por Isaac Asimov. Trad. de
Alejandro G.
Tiscornia. Tikal Ediciones (Col. Eleusis). Gerona
1994. xv + 348 páginas.
Datos del libro:
Título: Fraudes paranormales. Fenómenos
ocultos, percepción extrasensorial y otros engaños
Autor: James Randi
Editorial: Susaeta
ISBN: 84-305-7855-2
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