EL ESCÉPTICO DIGITAL
Edición 2009 - Número 8 (234) - 7 de noviembrede 2009
Enrique Joven
(Artículo publicado originalmente en la bitácora El Muro de Planck)
Es curioso, no pensaba escribir una entrada hoy. Pero he leído tres o cuatro noticias "relacionadas" y no puedo dejarlo pasar. Breve pero denso.
La primera la recogen varios blogs: "La ciencia en España no necesita tijeras". Cae de maduro. (Inciso: excelente iniciativa de los colegas de la red, toca apuntarse) Sin embargo, para la decepcionante ministra de nuestro negociado, que primero amagó con reducir presupuestos un 37% y al final se quedó con el 15% para quedar como una reina -el mayor de todos entre sus colegas- y durmió tan feliz, esto no es preocupante en absoluto. Y, si no, lean lo que hoy declara: que vamos a seguir creciendo en I+D (Ingenuidad y Depresión) y que somos la ¡novena! potencia científica y otras cosas buenas del mucho crecer y poco menguar en ingenio y tecnocosas. Pues vale. Yo no me lo creo, y los que estamos dentro vemos al monstruo de la crisis llegar comiéndose investigadores y tecnólogos que luego son defecados por éste enviándolos de un pedo -con perdón- al paro o lejos de tierras hispanas. Ya está ocurriendo -que lo estamos viendo, oigan- y la cosa pinta más fea que nunca.
Y al hilo de estas noticias me aparece una buena. Realmente muy buena y que parece contradecir las anteriores. Los esfuerzos y logros de grupos de investigadores -uno en concreto- atrayendo inversión en instrumentación científica y técnica hacia España. Y me gusta mucho más porque yo me crié con ellos, con el grupo de Zaragoza del ICMA (Instituto de Ciencias de Materiales de Aragón) del que ha nacido el Instituto de Nanociencia, al frente del cual está el incansable Ricardo Ibarra (éste sí que vale). Y allá que ha ido el mejor, dicen, microscopio que uno puede conseguir hoy en día para este tipo de investigaciones. Le llamán Titán.
Pero estamos sumidos todavía en una ignorancia colectiva que no distingue un telescopio de un microscopio, aunque es capaz de elevar a la categoría de tragedia nacional el no poder organizar -manda huevos- y mangonear unos JJOO, que traían a todos los contribuyentes con el culo apretado. Qué alivio, por cierto, y qué ahorro. Ahí va la noticia a la que me refería. Si la leen, que es cortita, encima tiene guasa, que el redactor da lecciones de GPS. Trabajará para el Ministerio, quizá.