Edición 2012 - Número 257
Malas noticias para el mundo de la divulgación y el periodismo científicos: nos dejaron Manuel Calvo Hernando y Elisenda Font. Ilustres compañeros de viaje en la travesía que supone la lucha contra las pseudociencias y la promoción del pensamiento crítico, nos han dejado en un momento crítico en el que con la excusa de la crisis la educación pública y la ciencia son sometidas a salvajes y despiadados recortes que no parecen sufrir ni la superstición ni ciertas tradiciones bárbaras que se pretende sean imagen del concepto más rancio de nación. Precisamente de estos temas habla Roberto Augusto, autor de "El nacionalismo ¡vaya timo!" un título que seguramente levantará alguna que otra ampolla. También recogemos las declaraciones de Albert Riba, presidente provisional de la Unión de Ateos y Librepensadores, un movimiento impensable en España hace un par de generaciones. Entre tanta desazón queda espacio para echar unas risas a costa de Catalina, la inexistente fantasma del palacio lagunero que es la casa Lercaro.