El Escéptico Digital - Edición 2013 - Número 266
Aula Cultural “Radio Campus” de la Universidad de La Laguna
Eparquio Delgado es Psicólogo clínico en Centro Psicológico Rayuela, coordinador de proyectos sociales, escritor, director del podcast de psicología y neurociencia ConexionesEnRed.com, y sobre todo, un escéptico incansable. Suyas son varias iniciativas que pueden encontrarse en su bitácora personal, pero quizá una de las más interesantes ha sido la propuesta de resolución de rechazo a la homeopatía y las terapias pseudocientíficas por parte de Izquierda Unida.
¿Cómo surge el proyecto de presentar una propuesta de resolución de estas características?
Hace tiempo que algunas personas dentro de Izquierda Unida venimos planteando la necesidad de que la organización se posicione claramente en el rechazo a ciertos temas pseudocientíficos. Tanto los cargos públicos como los internos tienen que tomar partido en muchas ocasiones sobre cuestiones sobre las que existe una posición científica clara, y creemos que la izquierda no puede defender propuestas que vayan en contra de lo que sabemos hasta el momento en base a las evidencias. Elegimos el tema de las terapias “alternativas” porque nos parece una de las más sangrantes al tener que ver con la salud de las personas.
¿Cuál ha sido la reacción en el seno de la coalición? ¿y fuera de ella?
Nos hemos encontrado posiciones muy enconadas en algunas personas, tanto a favor como en contra, pero en general la gente está poco informada o maneja información incorrecta sobre estos temas. Desde fuera de la organización hemos recibido muchos apoyos del mundo de la ciencia y también ataques feroces por parte de personas vinculadas con este ámbito, sobre todo de los homeópatas, algo que nos esperábamos.
¿Cree que puede generar movimientos parecidos en otras formaciones políticas?
Espero y deseo que así sea. La defensa de posicionamientos científicos debe ser algo común a todas los partidos y movimientos políticos, independientemente de su signo. Desde el comienzo he ofrecido públicamente la resolución a cualquier persona que quiera presentarla y defenderla en su organización y todo el apoyo que le pueda brindar en la medida de mis posibilidades.
Cada cierto tiempo vemos a destacados gobernantes participar en los actos de inauguración o clausura de algún tinglado pseudocientífico como los relacionados con la homeopatía ¿cuestión de desconocimiento, de ser políticamente correcto o de sumar cualquier simpatía, aunque sea la de un colectivo que se halla extramuros del conocimiento científico?
Algunos de los temas pseudocientíficos, y en especial de las terapias “alternativas”, son considerados por la mayoría de la gente en el mejor de los casos como un “mal menor”, y muchos políticos saben que este tipo de apariciones en congresos y encuentros de homeopatía y demás les puede granjear el apoyo de un sector de la población que las consume sin generar ningún problema con el resto. Políticamente, sale rentable apoyar la pseudociencia.
De un tiempo a esta parte ha venido a considerarse signo de progresismo y de modernidad la defensa de todo "lo alternativo" ¿qué daño ha hecho a la izquierda esa especie de asunción del "todo vale porque todo es respetable"?
La izquierda política no puede dar la espalda al análisis de la realidad desde una perspectiva científica. Hay personas de todas las ideologías que se suman a estos postulados posmodernos y critican el método científico, pero me pregunto si tienen una alternativa mejor para acercarnos al conocimiento. Si queremos una izquierda que dé respuestas a los problemas reales no podemos dejarnos llevar por nuestros prejuicios, porque eso sí es un retroceso para la izquierda. De cualquier manera, creo que la creencia en temas esotéricos como los que planteas se puede encontrar en personas de todas las ideologías.
¿Temes que los grupos de presión que hacen negocio con las pseudociencias y más concretamente con las pseudomedicinas consigan introducirse masivamente en las instituciones públicas tanto académicas como sanitarias?
Sin duda. Los “profesionales” de estas terapias y a las industrias que producen estos productos obtendrían un beneficio económico enorme si fueran aceptadas en los ámbitos académicos y en la sanidad pública. Imagina cómo aumentaría la venta de homeopatía si se recetara en el sistema sanitario publico. Al igual que existe el “lobbie” farmacéutico, también existe el de lo alternativo, y a medida que estas pseudoterapias son más populares, va ganando terreno y fuerza para aumentar sus exigencias.
¿Existe la posibilidad de que las pseudoterapias invadan la sanidad pública por obra y gracia de la crisis, después de las lamentables declaraciones de la Ministra de Sanidad sobre la revisión del vademécum?
Eso es una decisión política, y podría ocurrir que el responsable de un Ministerio de Sanidad decida sacar adelante una propuesta así si le resultara rentable de alguna forma. Tenemos que estar atentos.
Volver al sumario