Edición 2010 - Número 3 (237) - 3 de abril de 2010
ARP-SAPC
Magnífico Rector Excmo Sr. Rafael Cortés,
Le escribo como Director Ejecutivo de la Sociedad para el Avance del Pensamiento Crítico, sociedad sin ánimo de lucro cuya finalidad es promover el uso de la razón y el pensamiento crítico frente a la credulidad y las afirmaciones paranormales.
Me dirijo a usted ciertamente consternado al descubrir que una institución como la Universidad Camilo José Cela de la que usted es rector, de cabida en su seno a la pseudociencia, y al sensacionalismo periodístico. Me estoy refiriendo a la “Gran semana de Iker Jiménez” que se va a realizar en la UCJC, que lleva por lema “La pasión de investigar” y que ha sido organizada por el departamento de criminología de la UCJC.
Dado el panorama televisivo en nuestro país, imagino que convendrá conmigo que el hecho de que alguien sea famoso o salga en televisión no es prueba ni del rigor, ni de la calidad y honestidad del trabajo realizado por la persona en cuestión. El rigor, la calidad, la honestidad, etc. se demostrarán a través del trabajo realizado y aquí es donde surgen los problemas. Como se ha demostrado en varias ocasiones la calidad del trabajo periodístico de su invitado, el Sr. Iker Jiménez, deja mucho que desear. De hecho, sus invenciones, tergiversaciones, falta de rigor, etc. son tantas y tan numerosas que no cuesta mucho encontrar ejemplos de la falta de investigación en su trabajo. Le pondré solamente tres ejemplos:
Corría el año 2005, 13 de noviembre para ser más exactos, esa noche se estrenaba el programa Cuarto Milenio. Uno de los temas estrella fue la conspiración lunar, es decir, la afirmación de que el hombre nunca fue a la Luna, y que todo fue una conspiración orquestada por el gobierno de los EEUU para engañar a la opinión pública. Cualquiera que se ponga a investigar de forma seria el asunto descubrirá que la teoría de la conspiración no se sostiene, y que sus pretendidas pruebas realmente no lo son tanto. Por ejemplo, uno de los argumentos usados en el programa fue que en las fotografías de las misiones Apolo las sombras no eran paralelas, lo cual sería lo lógico ya que en la Luna el único punto de luz es el Sol. Cierto, pero como sabe cualquier persona que haya estudiado dibujo técnico, dos líneas paralelas en tres dimensiones al representarlas en un plano se convierten en líneas que no son paralelas y que convergen en el punto de fuga. Y una fotografía no es más que la representación de una imagen tridimensional en un plano, de ahí que las líneas paralelas dejen de serlo, ¿qué investigación llevo a cabo el señor Jiménez que ni siquiera se dio cuenta de esto?
Otro ejemplo de la ausencia de investigadón en el trabajo del Sr. Iker Jiménez lo tenemos en el famoso caso del cosmonauta desaparecido. El 11 de junio de 2006, en su programa Cuarto Milenio se afirmó que una misión soviética, la Soyuz 2, fue un fracaso: el cosmonauta que iba en ella, Ivan Istochnikov, desapareció. Por supuesto, todo esto habría sido convenientemente ocultado por la URSS, y en el programa nunca se puso en duda la veracidad de lo que allí se estaba diciendo, incluso se aportaron fotografías del supuesto cosmonauta desaparecido. Pero si el Sr. Iker Jiménez hubiera realizado alguna labor de investigación habría descubierto que toda esta historia del cosmonauta desaparecido y todas esas imágenes que usaron en el programa, no es más que un engaño, una obra artística del fotógrafo y artista Joan Fontcuberta. Una vez más ¿dónde están las labores de investigación de Iker Jiménez? En el programa de la siguiente semana Iker Jiménez agradeció a su audiencia la cantidad de mails, informando al programa de que el asunto del cosmonauta no era más que una leyenda. Así pues sólo caben dos opciones o Iker Jiménez no realizó investigación alguna aceptando acríticamente como cierto lo que no era más que la obra de un artista, o bien lo sabía y ocultó la información. En cualquiera de las dos opciones queda en entredicho su capacidad investigadora.
El último ejemplo nos lleva a su programa de la cadena SER, donde se hablaba del avistamiento que se produjo el 14 de octubre de 2007. Luces en el cielo, mucho misterio y especulación desmedida, ¿qué fueron aquellas luces? Si el señor Iker Jiménez se hubiera molestado en ponerse en contacto con la Red de Investigación sobre Bólidos y Meteoritos -SPMN-, habría descubierto que las misteriosas luces no eran otra cosas que bólidos, es decir, estrellas fugaces, pertenecientes a la lluvia de estrellas Táuridas del Sur que por cierto, se repite todos los años.
¿Cómo es posible que alguien con semejantes antecedentes de falta de rigor e investigación en su trabajo sea ponente en una institución como la UCJC? ¿Realmente la UCJC apoya esta “forma de investigación”? Las Universidades son el caldo de cultivo de donde surgen los futuros investigadores, científicos y profesionales del país, por lo tanto no me cabe duda de que coincidirá conmigo en que es función de la Universidad formar los mejores profesionales posibles, pero ¿cómo vamos a conseguirlo si les damos los ejemplos equivocados?
Le ruego encarecidamente que, si tiene a bien, me conteste a estas inquietantes preguntas o al menos explique por qué se realiza esa “Gran semana” que tiene tan poca consideración científica y tanta sospecha de lo contrario: de promoción de la anticiencia, la pseudociencia y el sensacionalismo.
Atentamente,
Ismael Pérez.
Director Ejecutivo de la Sociedad para el Avance del Pensamiento Crítico.