Edición 2010 - Número 3 (237) - 3 de abril de 2010
Hace once años comenzó, convocado por museos y centros interactivos de la ciencia, planetarios, instituciones de investigación científica, universidades y administraciones públicas, un proceso de análisis y reivindicación del papel de la ciencia en nuestra cultura, de la necesidad y la oportunidad de la comunicación científica. En Granada, la declaración que partió de esa primera reunión expresaba que:
"La información científica es una fecundísima semilla para el desarrollo social, económico y político de los pueblos. La complicidad entre los científicos y el resto de los ciudadanos es una excepcional celebración de la democracia. Pero, además, esa nueva cultura contribuiría a frenar las supercherías disfrazadas de ciencia, aumentaría la capacidad crítica de los ciudadanos, derribaría miedos y supersticiones, haría a los seres humanos más libres y más audaces".
Respondiendo a esa necesidad de estar informados y poder así tomar decisiones sobre nuestro futuro basados en la racionalidad y la ciencia, en estos años se ha ido consolidando y ampliando la red de museos y centros de divulgación, con un museo nacional pujante, con nuevas unidades y agencias de comunicación científica y ampliando la oferta de formación e investigación universitarias; se están estableciendo más iniciativas que van de lo local a lo nacional, como las Semanas de la Ciencia y las celebraciones de años internacionales; ahora constatamos que la comunicación científica está escrita e inscrita en las obligaciones del Estado.
La nueva Ley de Ciencia que hoy se aprueba en el Consejo de Ministros plantea importantes oportunidades, y marca a todos los actores del sistema de ciencia la necesidad de seguir apostando por la comunicación como uno de los agentes de cambio y desarrollo social y cultural. Para conseguirlo, seguimos necesitando una mayor implicación de los poderes públicos.
Defendemos una nueva cultura, integradora y transformadora en todos los órdenes: la interacción con el público, el papel de los medios y las nuevas tecnologías de la información, la necesidad de la innovación con criterios científicos, la defensa de una educación realmente activa en la promoción de esa cultura científica y la apertura de nuevos espacios y redes de cooperación, asuntos que han sido objeto de debate en esta quinta edición del Congreso sobre Comunicación Social de la Ciencia.
Queremos además invitar a la ciudadanía para que utilice estos medios con los que la ciencia, la tecnología y la innovación se hacen públicas y participativas. Los tiempos de crisis siempre han sido el momento de analizar cómo avanzar hacia el futuro, con la creación de nuevos modelos de desarrollo. Desde el mundo de la comunicación de la ciencia ofrecemos nuestro compromiso en este reto: una nueva cultura en la que todos somos necesarios.
(En la propia web del congreso y sus debates se encuentra el texto y toda la información sobre la cultura científica: www.unanuevacultura.es)
Fechado en Pamplona-Iruña, 4 Idus de Marzo de 2010