El médico del Bayern de Munich pierde la confianza del club y deja de prestarle sus servicios. Parece que sus métodos no agradaban en exceso al entrenador del Bayern, Pep Guardiola; y, puesto que las inyecciones de productos homeopáticos formaban parte de esos métodos, es sencillo hacer una deducción arriesgada: que Guardiola se opone a la práctica homeopática con sus jugadores.
Ahora bien, Guardiola no se pronuncia respecto a esas cuestiones, y el desacuerdo con el médico del club parece deberse a un conjunto de causas muy variado, con una consecuencia claramente constatable: que los jugadores del Bayern se lesionan con frecuencia. Nos gustaría mucho que Guardiola se opusiera al uso de procedimientos homeopáticos con sus jugadores, pero esto no ha sucedido. Sería curioso ver al entrenador de una de las principales instituciones bávaras pronunciarse contra otra importante institución bávara: la homeopatía. Sobre todo, sería ejemplar.
La voz de Guardiola llega lejos y alcanza a un público variopinto. Lo mismo sucede con la de tantos actores de fama asentada. Elsa Pataky criticó las dietas milagro en unas declaraciones recientes, en las que desmentía haber cedido su imagen para promocionar una de esas atrocidades. Es un gesto que la honra. España está llena de famosas de distinto pelaje que hacen caja divulgando las bondades de comer no sé qué cosa de no sé qué marca. Elsa Pataky se desmarca de esa moda al pronunciarse contra las dietas milagro. En este sentido, Elsa Pataky observa una conducta ejemplar respecto a las dietas milagro y merece nuestra más sincera enhorabuena por ello.
Ojalá quienes sufren y disfrutan con la fama adoptaran posturas racionales en sus recomendaciones y no indujeran a error a quienes les siguen en los medios. Su palabra, con frecuencia, recibe mayor atención que la de las autoridades sanitarias.