La vacunación es un avance sanitario que nació y se desarrolló entre ataques irracionales. Ataques irracionales que no han disminuido con los años, y que se renuevan con ocurrencias cada vez más estrafalarias. A veces se acusa a los escépticos y a los divulgadores científicos de cargar las tintas contra el antivacunismo, que se considera una postura minoritaria de escaso alcance en España. Desde ARP-SAPC nos alegramos de que sea una postura minoritaria y trabajaremos en la medida de nuestras fuerzas para conseguir que siga siendo eso: minoritaria. Pero mucho nos tememos que con unos cuantos ejercicios más de equidistancia informativa se ofrezca mayor resonancia a posturas que no lo merecen. Cuando el periodismo se pierde en un estéril ejercicio de equidistancia que lo mismo da voz a autoridades sanitarias que a antivacunistas, está contribuyendo a confundir a la población, y emplea en ello un altavoz de gran alcance.
Les ofrecemos, en los archivos adjuntos, un conjunto de cartas publicadas en El Heraldo de Aragón, con nuestro agradecimiento a ese medio por permitirnos su reproducción y republicación. Todo empezó con un artículo del escritor Juan Gómez-Jurado, titulado Chalados antivacunas, que causó las iras de un lector de El Heraldo, quien envió una carta al director que, a su vez, motivó otras respuestas: una, de nuestro compañero José Antonio Rovira, y otra de ARP-Sociedad para el Avance del Pensamiento Crítico.