Durante estos primeros días de setiembre los medios de comunicación han reflejado la aparición de un brote de poliomielitis en Ucrania que ha tenido lugar este verano. Dos niños, uno de cuatro años y otro de diez meses han sido afectados.
Este brote tiene una particularidad, y es que ha sido causado por un virus derivado de la propia vacuna oral de la poliomietitis, según ha informado la OMS.
Muchos se preguntarán cómo puede suceder esto. Para contestar es preciso explicar brevemente algunos puntos.
[Pulsen en el título del artículo para continuar la lectura].
Existen actualmente dos tipos de vacunas contra la poliomielitis: la primera que se utilizó fue una compuesta de virus inactivados siendo su descubridor Jonas Salk en 1952; contiene virus inactivados y se administra por vía parenteral. La segunda, desarrollada unos años más tarde por Albert Sabin, se administra por vía oral y contiene virus vivos atenuados; virus que, si bien son capaces de replicarse (algo muy conveniente para que nuestro sistema inmune los identifique y construya la apropiada respuesta ante su presencia), tienen su capacidad de afectar al sistema nervioso muy debilitada.
La potencia de respuesta de nuestro organismo que proporciona la vacuna oral contra los tres serotipos existentes de poliovirus es superior a la de la vacuna inyectable, entre otras razones porque la oral realiza su trabajo allí donde primero se produce la infección natural, esto es, en el intestino.
Aquellos que son vacunados con la vacuna oral excretan durante unas seis semanas virus atenuados con las heces. Esta breve presencia del virus atenuado (virus vacunal) no causa problema alguno, e incluso su circulación durante ese intervalo puede ser beneficiosa para la comunidad.
El problema surge cuando el virus vacunal circula durante un tiempo excesivamente largo, superior a un año. Es entonces cuando puede sufrir mutaciones y alguna de ellas convertirlo en infectivo de nuevo. ¿A qué obedece esta prolongada circulación del virus vacunal? Esta prolongada supervivencia se asocia con bajas coberturas de vacunación en la comunidad donde tiene lugar, por lo que estamos hablando de una población susceptible a la infección por poliovirus, independientemente de su origen, salvaje o vacunal.
El problema por tanto no es la vacuna, sino la cobertura alcanzada en los programas de vacunación. Esta puede verse afectada en ocasiones por conflictos armados, creencias religiosas o de otro tipo.
Algunas cifras nos pueden ayudar a comprender la importancia de la vacunación contra la polio: desde el año 2000 se han vacunado tres mil millones de niños con la vacuna oral. Se han prevenido al menos diez millones de casos de poliomielitis. En comparación, se han producido una veintena de brotes de virus asociado a la vacuna con un total de 758 casos, incluidos los dos citados en Ucrania.
¿Por qué no se utiliza el otro tipo de vacuna? En los países no libres de polio es de elección la vacuna oral por su bajo coste, sencilla aplicación y buena aceptación, además de mostrar una duración de la inmunidad mayor que la inyectable. En países declarados libres de poliomielitis se tiende a utilizar la vacuna inyectable ya que el riesgo de infección se considera muy bajo. En España, considerada junto al resto de Europa área libre de polio en 2002, se utiliza unicamente la vacuna inyectable en los calendarios de vacunación desde el año 2004.
En algún momento de los próximos años se pondrá la última vacuna de la polio antes de declarar el planeta libre de esta terrible enfermedad. Muy probablemente esa última dosis será inyectable, pero no olvidaremos que la vacuna oral habrá hecho una gran parte de esta hazaña. Tampoco olvidaremos que su descubridor renunció a los derechos de patente para facilitar su difusión.
Autor: Manuel Castro (@telonnius)
Bibliografía:
http://www.who.int/csr/don/01-september-2015-polio/en/
http://www.who.int/features/qa/64/en/
http://jvi.asm.org/content/77/15/8366.short
http://www.polioeradication.org/polioandprevention/thevirus/vaccinederivedpolioviruses.aspx
http://www.scielosp.org/scielo.php?pid=S0042-96862004000100006&script=sci_arttext&tlng=es
http://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/22992572
http://www.annualreviews.org/doi/abs/10.1146/annurev.micro.58.030603.123625
http://www.whonamedit.com/doctor.cfm/2985.html