Edición 2010 - Número 9 (243) - 2 de octubre de 2010
Eudald Carbonell y Roures
(Artículo publicado originalmente en la bitácora Sapiens)
Hace dieciséis años que descubrimos los registros fósiles de dicha cavidad, un hallazgo que nos causó un gran impacto. El estudio taxonómico de los restos esqueléticos indicaban que más de la mitad de los mismos habían sido alterados por marcas de corte y percusión antrópicas.
Habíamos descubierto las pruebas de canibalismo más antiguas de la evolución humana. Después de más de una decena de años de trabajos de investigación hemos podido comprobar que el estrato Aurora, lugar en que se encuentra los registros de la primera prueba de canibalismo de la historia, está representado por una serien de subniveles, lo que nos indica que la práctica de la antropofagia por parte de Homo antecessor no fue un evento concreto, sino que se extiende en el tiempo.
Hemos generado una nueva hipótesis que complementa al canibalismo gastronómico, la redundancia de este comportamiento nos ha hecho plantear que nos encontramos delante de lo que puede ser la primera prueba de que los homininos ejercían esa práctica como forma de adaptación a un entorno, conscientes de que evitando la competencia son capaces de obtener más energía de su entorno.
¿Que diferencia puede haber entre el canibalismo gastronómico y el canibalismo cultural? Pensamos que no es un problema de comportamiento etológico, sino que algo que se produce como consecuencia de que una situación determinada acaba convirtiéndose en un hábito, y puede ser que sea en Atapuerca donde la humanidad empieza esta forma de comportamiento, cosa difícil de afirmar, pero lo que está claro es que es la primera vez que esto se contrasta de manera empírica.
¿Por qué en Atapuerca? Atapuerca es una encrucijada de caminos y el Corredor de la Bureba, como zona de paso, es de las más cruciales, pues conecta el Este y el Oeste peninsular, a la vez que es zona de acceso a la cordillera Cantábrica y a la Meseta. Es posible que la Sierra de Atapuerca, que representa un ecotono importante fuera un área con gran energía, los grupos odian competir por instalarse estacionalmente allí, la defensa del territorio podía ser el disparo de salida para la practica cultural del canibalismo por parte del Homo antecessor.
Deberemos trabajar más en los registros de los yacimientos de la Sierra con la perspectiva de ir confirmando nuestra hipótesis: Cuantos más datos mejor, pero la hipótesis ya está planteada.
URL: http://www.elmundo.es/blogs/elmundo/sapiens/2010/09/06/canibalismo-cult…