El péndulo simple no debe ser tan simple, porque hasta que Galileo le puso el ojo encima nadie había sido capaz de resolver la física de su movimiento. E incluso Galileo se equivocó en su descripción. El caso es que este mecanismo ha protagonizado algunos pasajes muy sugerentes de la historia de la ciencia y, todavía hoy, es un instrumento muy útil para revisar nuestros prejuicios sobre la naturaleza del tiempo, la forma en que aprendemos Ciencia,...
Marcos Pérez Maldonado