ichael Drosnin ha escrito un libro
espeluznante. Holocaustos nuclea-
res, terremotos catastróficos, los
campos de exterminio nazis, bom-
bas terroristas, asesinatos de líderes mun-
diales que hubieran representado una es-
peranza para la humanidad... Un catálogo
de amenazas demasiado reales para nues-
tro mundo, en 182 páginas.
El autor de El código de la Biblia sostie-
ne que existe un código oculto en el texto
hebreo del Antiguo Testamento. Este códi-
go, según Drosnin, contiene información so-
bre acontecimientos futuros, especialmen-
te, según parece, acontecimientos mun-
diales trágicos de proporciones monumen-
tales. El libro apela al miedo legítimo a las
fuerzas irracionales y violentas liberadas en
el mundo.
Este miedo
puede hacer
que personas
racionales es-
peren que
Dios interven-
ga donde los
humanos fa-
llen. Puede in-
cluso dar la
esperanza de
que este libro
r e a l m e n t e
proporciona
una forma de
predecir el fu-
turo y preve-
nir el desas-
tre.
Lo triste es
que este libro
no es más que
una serie de
afirmaciones
salvajes e in-
f u n d a d a s
basadas en
llevar la evi-
dencia esta-
dística al lími-
36
(Junio 1998) el escéptico
te. Drosnin, antiguo reportero de The Was-
hington Post y The Wall Street Journal, dice
que él es simplemente un periodista en
busca de los hechos: Empecé con la cróni-
ca nocturna de sucesos. Siempre he tenido
una visión de la realidad con los pies en el
suelo. Y estaba decidido a llevar esta his-
toria como he llevado todas las demás.
Pero, a pesar de proclamar su escepticis-
mo, uno no puede evitar llegar a la conclu-
sión de que el autor carece de la formación
matemática y estadística que daría una base
sólida a su escepticismo. Está cegado por
su ignorancia.
Los esfuerzos por desentrañar informa-
ción oculta en la Biblia son tan viejos como
la Biblia misma. Un método es el de las se-
cuencias de letras equidistantes (SLE) o
códigos de salto. Empiece con una letra del
texto y después salte repetidamente un de-
terminado número de letras, ignorando los
espacios en blanco entre palabras. Por ejem-
plo, la primera frase de este párrafo, empe-
zando por la primera letra y utilizando un
código de salto de 3, proporcionaría la se-
cuencia LEUZPDERAIOC.... Este método
también puede llevarse a cabo eliminando
todos los espacios en blanco y situando las
letras en una rejilla cuya anchura equival-
ga a la longitud del salto. Las líneas verti-
cales de la rejilla serían las secuencias de
letras equidistantes correspondientes al có-
digo de salto dado.
En los años 40 y 50, Rabbi H.M.D. Weiss-
mandel utilizó códigos de salto para estu-
diar los cinco Libros de Moisés. Su trabajo
fue el punto de partida para las exploracio-
nes que dieron lugar al artículo Equidistant
letter sequences in the Book of Genesis,
de Doron Witztum, Eliyahu Rips y Yoav
Rosenberg (Statistical Science, Nº 9 (1994),
429-438). Witztum es físico; Rosenberg es
programador de ordenadores; y Rips es un
conocido experto en Teoría de Grupos de la
Universidad Hebrea de Jerusalén. En su ar-
tículo, empleaban un método estadístico
riguroso para investigar los códigos de sal-
to en el Libro del Génesis. El código de la
Biblia pretende estar basado en este traba-
El código de la Biblia:
una crítica del libro
Tras la fachada de rigor y las apelaciones a la objetividad de
la Ciencia y las Matemáticas, Michael Drosnin abriga el sueño de
convertirse en el profeta de nuestra era
ALLYN JACKSON
M
jo; pero, en realidad, utiliza erróneamente
los resultados de formas que los autores
nunca habían previsto.
El artículo comenzaba con la siguiente
idea: suponga que tiene un texto en un len-
guaje extranjero y le dan un pequeño con-
junto de palabras relacionadas en dicho len-
guaje (por ejemplo, martillo y yunque). ¿Pue-
de decidir si el texto es inteligible o sólo un
revoltijo? La cuestión no es si puede tradu-
cir el texto; el conjunto de palabras de que
dispone es demasiado pequeño para eso.
La pregunta es: ¿puede usted, mediante un
análisis estadístico de la proximidad de las
palabras relacionadas, descubrir una es-
tructura que confirme si tiene significado?
Éste es el camino escogido por los autores
para analizar el material obtenido a partir
del Génesis mediante los códigos de salto.
Definían matemáticamente una forma de
medir la distancia entre palabras codifica-
das, y medidas estadísticas de cuán cerca
están conjuntos de palabras codificadas.
Las medidas incluyen la noción de que las
palabras separadas por distancias cercanas
al salto mínimo son más importantes que
aquéllas con distancias muy grandes. Hi-
cieron experimentos con dos muestras. Una
formada por los nombres de 34 figuras his-
tóricas del judaísmo y sus fechas de naci-
miento y muerte; la otra, por la misma in-
formación para un conjunto diferente de 32
personajes históricos. Para cada muestra,
crearon 1.000.000 de permutaciones dife-
rentes de los nombres con las fechas to-
mando 999.999 parejas aleatorias, además
de la correcta. Los métodos que desarrolla-
ron les permitieron medir la distancia entre
la lista de nombres y la lista de fechas en
cada una de las permutaciones.
Los resultados fueron sorprendentes. Por
ejemplo, con el conjunto de 32 nombres y
fechas, tan sólo tres del millón de
permutaciones mostraron una distancia
entre ellas más corta que la asociación co-
rrecta de nombres y fechas. En general, los
autores calcularon que la probabilidad de
obtener los resultados descritos es de dos
entre diez mil. La conclusión a la que llega-
ron es mucho más contenida que cualquier
cosa presentada en El código de la Biblia:
Llegamos a la conclusión de que la proxi-
midad de secuencias de letras equidistantes
con significados relacionados en el Libro del
Génesis no es una casualidad.
A causa de la naturaleza inusual del ar-
tículo, fue sometido a un proceso de revi-
sión especialmente largo. Después de su
publicación, Harold Gans, un criptólogo re-
tirado de la Agencia de Seguridad Nacional
(NSA), confirmó y repitió de forma indepen-
diente los resultados y encontró fenómenos
similares en otros conjuntos de datos. Sin
embargo, algunos han presentado
objecciones sobre el artículo. Brendan
McKay, un matemático de la Universidad
Nacional Australiana, ha criticado la meto-
dología y dice que un método correcto con-
duce a resultados mucho menos impresio-
nantes. McKay y tres colegas trataron de
reproducir los resultados del artículo y en-
contraron hallazgos insignificantes.
1
McKay
y Dror Bar-Natan, un matemático de la Uni-
versidad Hebrea de Jerusalén, están pre-
parando un artículo presentando sus des-
cubrimientos.
2
Sean cuales sean las deficiencias del ar-
tículo de Statistical Science, los autores al
menos trataron de formular una aproxima-
ción cuantitativa y realizar un experimento
bien definido. El código de la Biblia, si bien
asegura estar basado en el artículo, no tra-
ta en ningún momento de emular su rigor y
objetividad. Drosnin pasó evidentemente un
montón de tiempo con Eliyahu Rips, una
figura importante en el libro. Rips, Witztum
y Gans han denunciado públicamente las
conclusiones del libro, pero Rips no ha de-
negado la exactitud de varios pasajes en los
que se le cita. Si las descripciones del libro
son correctas, Rips, al igual que Drosnin,
estuvo interesado en buscar pistas acerca
de acontecimientos de alcance mundial en
el texto oculto de la Biblia. Sin embargo, Rips
evita afirmar que es posible predecir el fu-
turo de esa forma. Drosnin trata de añadir
legitimidad citando a otros prominentes ma-
temáticos, como Robert Aumann, David
Kazhdan e Illya Piatetski-Shapiro. Leyendo
cuidadosamente, sin embargo, parece que
sus reacciones de sorpresa y confirmación
del código se refieren al trabajo de Witztum,
Rips y Rosenbergl, y no al de Drosnin.
El principal problema de El código de la
Biblia es que sufre del principio de lo sé
cuando lo he visto. En lugar de especificar
de antemano qué información se pretende
encontrar y después comprobar lo que se
ha encontrado y lo que no, aparentemente
Drosnin simplemente ha examinado miles
de códigos de salto de la Biblia y ha tomado
lo que le ha parecido interesante y plausi-
ble. Uno de los ejemplos centrales del libro
(desenterrado una y otra vez siempre que
Drosnin siente la necesidad de reafirmar la
confianza del lector en lo que está hacien-
do) es la predicción del asesinato de Isaac
Rabin en 1995. En 1994, Drosnin encontró
el nombre de Rabin en el código, cruzado
con la expresión el magnicida asesinará; el
El principal problema de ‘El código de
la Biblia’ es que sufre del principio
de ‘lo sé cuando lo he visto’
1
Véase la web http://www.math.gatech.edu/
~jkatz/Religions/Numerics/report.html.
2
El artículo será enviado a una revista y puesto
en la web de McKay: http://cs.anu.edu.au/
~bdm.
el escéptico (Junio 1998)
37
año correspondiente a 1995-96 en el calen-
dario hebreo aparecía cerca.
A traves de un intermediario, Drosnin
hizo llegar un aviso a las autoridades
israelíes. Ciertamente, ellos sabían que
Rabin
−
primer ministro de un país ensan-
grentado y marcado por un conflicto, y ar-
38
(Junio 1998) el escéptico
quitecto de un controvertido plan de paz
−
era objetivo potencial de un atentado. Su
asesinato fue un golpe, pero no una sor-
presa. Aunque parece que el aviso de
Drosnin fue tomado en serio, no tenía de-
talles precisos acerca de dónde, cuándo o
en qué circunstancias podría tener lugar el
crimen. De cualquier forma, trata de pre-
sentar la predicción como si fuera muy de-
tallada: Había detalles tan precisos como
la información de la CNN
−
proclama
Drosnin
−.
El nombre completo de Rabin, el
nombre del magnicida, el año en que fue
asesinado, todo, excepto Amir (el nombre
del criminal), fue hallado con anterioridad
al asesinato. Drosnin también encontró
referencias a los magnicidios de Robert F. y
John F. Kennedy, y Anuar el-Sadat. Claro
que Witztum, en su comunicado denuncian-
do El código de la Biblia, también puntuali-
za que uno puede encontrar la predicción
del asesinato de Winston Churchill codifi-
cada de forma similar.
El código de la Biblia contiene muchas
tablas de letras hebreas, con las palabras
que componen las predicciones rodeadas
con un círculo y traducidas. Aquéllos que
no lean hebreo se encuentran a merced de
Drosnin en cuanto al significado y la inter-
pretación de las palabras, algo especialmen-
te preocupante dado que muchas palabras
hebreas tienen múltiples significados en
inglés. Las traducciones no son consisten-
tes a lo largo del libro. Por ejemplo, las pa-
labras que acompañan al nombre de Isaac
Rabin se traducen de la siguiente manera:
magnicida asesinará, magnicida que asesi-
nará y magnicida quien asesinará. En un
comunicado a través de Internet, Gans ase-
gura que la traduccion correcta es en reali-
dad criminal y no magnicida, y que alguien
podría interpretar que esto implica que
Rabin era un asesino, opinion compartida
por algunos sea acertada o no.
Otro problema del libro es que Drosnin
no da ninguna explicación de cómo aplicó
los métodos del artículo de Statistical
Science. Para cada una del millón de
permutaciones de los nombres y fechas, el
artículo proporcionaba una clasificación ba-
sada en la distancia entre ellas. ¿Cómo se
comporta este método para calcular las
probabilides de encontrar el primer minis-
tro Netanyahu atravesando seguramente
será asesinado? La muerte de Netanyahu
no fue predicha con tanta claridad como la
de Rabin, advierte Drosnin. Las probabi-
lidades de que fuera codificado con su nom-
bre eran de cien a una. El asesinato de
Rabin fue codificado frente a una posibili-
dad de tres mil a una. ¿Qué significan es-
tas probabilidades exactamente? Más ade-
lante, tratando de explicar que el código de
la Biblia no predice el futuro realmente
(mientras la mayor parte del libro trata de
convencernos de que lo hace), Drosnin nos
cuenta que el código puede ser un conjun-
to de probabilidades. ¿Son éstas las pro-
En http://cs.anu.edu.au/~bdm/BH825.txt/, se
puede encontrar el texto completo de la Conven-
ción de la Ley del Mar de las Naciones Unidas,
firmada en 1982. Buscaremos mensajes codifica-
dos en este documento. Para hacer el experimento
ligeramente parecido a la versión hebrea, ig-
noraremos las vocales y trataremos las letras
mayúsculas y minúsculas de la misma forma.
El documento (reducido a sus consonantes)
presenta algunas secuencias de letras equidis-
tantes notables. Las probabilidades que daré son
las de encontrar incluso un ejemplo en un texto
formado barajando aleatoriamente las letras.
La Convención es una fuente de primer orden
de leyes internacionales concernientes a los océa-
nos y en general a todos los transportes maríti-
mos. En realidad, si lo lee, usted
HeaR aLL THe LaW oF THe Sea
(Escucha toda la ley del mar)
(inicio=190.588, salto=-15.290,
prob=0,000095).
(En otras palabras, la probabilidad de que esta
frase aparezca en el documento es de 95 entre
un millón.)
Pueden encontrarse muchas otras secuencias
de baja probabilidad, pero me contentaré con
explorar esta cuestión: ¿por qué se firmó esta
convención? El cínico podría simplemente decir
que:
NaTo NeeD aN aGReeMeNT oN THe Sea (La
OTAN necesitaba un acuerdo sobre el mar)
(inicio=88.311, salto=3.404, prob=0,000021),
pero la verdad es más mundana. Después de
todo, quien más se beneficia es la industria
pesquera mundial. Sí, simplemente es una
SaFe uN oCeaN CoNVeNTioN To eNCLoSe TuNa
(Convención Oceánica de Protección de las Na-
ciones Unidas para la Pesca de Atún)
(inicio=144.491, salto=-2.066,
prob=0,000000001)
(La probabilidad es de una entre mil millones.)
He encontrado predicciones muy buenas de
asesinatos famosos en el texto en inglés de Moby
Dick (incluyendo las vocales). Esto presenta un
reto directo a Michael Drosnin. Incluyen a Trotski,
Gandhi, Robert Kennedy y otros diez personajes.
Cada una de ellas es tan buena como el ejemplo
de Drosnin. Por supuesto, también tengo una
predicción del asesinato del propio Drosnin.
BRENDAN McKAY
Departamento de Informática
Universidad Nacional Australiana
babilidades de que determinados aconteci-
mientos ocurran? ¿O son las probabilidades
de que determinadas palabras aparezcan
cerca unas de otras en el código? Nunca lo
deja claro.
No todas las predicciones en El código
de la Biblia son catastróficas. Drosnin en-
contró el nombre Edison cerca de bombilla
y electricidad, y el de Newton cerca de gra-
vedad. Pero tales ejemplos escasean;
Drosnin prefiere claramente las profecías
de muerte y destrucción. Consigue provo-
car el miedo del lector a través de su leta-
nía de desastres, pero al mismo tiempo aca-
ba recortando un poco su tono de seriedad
con una predilección por las frases recar-
gadas como eran como las piezas de un
puzzle juntándose, lenta, inexorablemente,
completando una imagen horrible, la
cuenta atrás para lo que sería el verdadero
Armagedón estaba llegando a su fin, el
principal peligro al que nos enfrentamos po-
dría ser el mayor desastre natural jamás
contemplado por la humanidad.
La predicción más importante del libro
es la de que la Tercera Guerra Mundial co-
menzará con un ataque nuclear sobre Is-
rael. Drosnin
puntualiza co-
rrectamente
que ese ataque
es una
p o s i b i l i d a d
real, dado que
Israel tiene
muchos enemigos y los medios para pro-
ducir armas nucleares cada vez son más
accesibles. También encontró en el código
de la Biblia el retorno del cometa Swift en
el año 2126, exactamente como los astró-
nomos han predicho. Advierte de un gran
terremoto en Los Angeles en el 2010, una
predicción reforzada por el hecho bien co-
nocido de que California es una importante
zona sísmica. Drosnin se cubre las espal-
das ateniéndose a escenarios probables que
todo el mundo sabe que se podrían produ-
cir.
En realidad, por la forma en que Drosnin
ha presentado las cosas, estará en lo cierto
pase lo que pase. Cuando la predicción de
un holocausto nuclear en Israel en 1996 no
se cumplió, encontró la palabra retrasado
codificada cerca de la predicción. ¿Por qué
el código de la Biblia no muestra sin más el
futuro?, pregunta. La respuesta parece ser
que no hay solamente un futuro, sino mu-
chos futuros posibles.
3
De manera que si
Drosnin está en lo cierto acerca del futuro,
el escéptico (Junio 1998)
39
es un profeta asombroso; si se equivoca,
simplemente escogimos un futuro diferen-
te. También trata de justificar estas ideas
injustificables mediante la Física Cuántica
y la Teoría del Caos. Hacia el final del libro,
queda claro que, tras la fachada de rigor y
las apelaciones a la objetividad de la Cien-
cia y las Matemáticas, Drosnin abriga el
sueño de convertirse en el profeta de nues-
tra era. Cree que es el elegido para descu-
brir los secretos del libro sellado por Da-
niel, el personaje del Antiguo Testamento.
Esto es una locura sacrílega.
Drosnin ha aparecido en Oprah,
4
y ha
vendido los derechos cinematográficos de
su obra a la Warner Brothers. El libro ha
figurado en las listas de bestsellers de The
New York Times, The Times, USA Today y
Publishers Weekly, y ha merecido la aten-
ción de los principales periódicos y revistas
(por no mencionar que ha sido primera pá-
gina en el tabloide The National Examiner
junto con una historia sobre los problemas
matrimoniales de Frank y Kathie Lee
Gifford). También se discute mucho sobre
él en Internet. En general, la prensa no ha
sido favorable, pero los comentarios de los
lectores de la
web de la edi-
torial Simon &
Schuster fue-
ron casi todos
positivos, con
una puntua-
ción media de
7,6 sobre 10. (Hay lectores como Marilyn
Glads, que envió este comentario: Este li-
bro me asustó. Ahora ya se por qué odio la
religión y las matemáticas.)
Las matemáticas ya tienen un problema
de relaciones públicas porque mucha gen-
te cree que no son más que una bolsa de
trucos utilizada para atormentar a los ni-
ños en edad escolar. ¿Pensarán ahora los
lectores de El código de la Biblia que en rea-
lidad las matemáticas sirven para desvelar
las profecías del fin del mundo? La mayoría
de ellos no tiene la formación en estadísti-
ca y matemáticas necesaria para ser capaz
de detectar las lagunas de los argumentos
de Drosnin. Pero algunos se tragarán El
código de la Biblia, con lagunas y todo, sim-
plemente porque parece ofrecer una peque-
ña esperanza de salvación frente a los mu-
chos peligros que amenazan al mundo.
3
La fallida predicción del desastre nuclear de
1996 demuestra la falsedad de las pretensiones
de Drosnin, ya que deberían existir en la Biblia
múltiples referencias similares a otros hechos
posibles que no han ocurrido. Dado que no es
así, resulta evidente que Drosnin dio vueltas al
código hasta que encontró un retrasado con el
que justificar su error. (N. del T.)
4
Uno de los programas de mayor éxito de la
televisión estadounidense. (N. del T.)
Aquéllos que no lean hebreo están
a merced de Drosnin en cuanto
al significado de las palabras
Allyn Jackson es escritora y directora adjunta
de The Notices of the American Mathematical So-
ciety.
Versión española de Borja Marcos.