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En 1976, la Viking 1 mandó una
curiosa imagen obtenida sobre la
región de Cydonia. En un comuni-
cado a la prensa del Jet Propulsión
Laboratory (JPL, en los EEUU)
fechado el 31 de Julio, se decía:
“Esta imagen es una de las muchas
tomada por el orbitador Viking 1
sobre terrenos de latitud norte de
Marte en busca de un lugar de ate-
rrizaje para la Viking 2. La imagen
muestra una forma de meseta ero-
sionada. La gran formación rocosa
del centro, que parece una cara
humana, está formada por sombras
que producen la ilusión de ser
ojos, nariz y boca. El rostro mide
1,5 km de largo y está iluminado
por el Sol con un ángulo aproxi-
mado de 20 grados”.
La imagen había sido tomada el 25
de julio desde unos 1.873 km de
altura, era de baja resolución y
estaba salpicada de motas negras
que correspondían a errores de
transmisión. De hecho, uno de los
píxeles negros hacía de agujero
nasal. Los autores del comunicado
pensaron que la gracia de la cara
levantaría el interés de la prensa y
del público por la misión. No fue
muy acertado a la vista de lo que
ocurrió después. La declaración
desestimando el interés de la figu-
ra por considerarla un efecto de
luces y sombras desató la paranoia
del mundillo de los ufólogos: “La
NASA estaba encubriendo el des-
cubrimiento del milenio”. Ahora,
cerca de la ciudad de las pirámi-
des, los conspiranoicos veían ade-
más una cara esculpida por una
civilización marciana: La Cara de
Marte
.
La revista Ancient Astronauts no
perdió el tiempo. En el número de
enero de 1977 la revista comparaba
la Cara de Marte con la Esfinge que
acompaña a la pirámide de Giza, en
Egipto. En 1979, Vincent DiPietro,
ingeniero eléctrico, y Gegori
Molenaar, informático, (D & M)
hicieron una reconstrucción estereo-
gráfica de mayor detalle de la Cara.
Descubrieron además otra pirámide
a unos 25 km al sur-suroeste del
monumento, esta vez de cinco
caras (que bautizaron como
Pirámide D & M). En 1981, cansa-
dos de la indiferencia de NASA,
publicaron de sus propios bolsillos
Unusual Mars Surface Features
(Elementos insólitos de la superfi-
cie de Marte
).
Probablemente la cosa se hubiera
olvidado como otros miles de noti-
cias sensacionalistas si no hubiera
sido porque Richard C. Hoagland,
un divulgador que justamente en
aquella época cubría la misión
Viking para la revista American
Way
, topó con el libro de D & M.
Hoagland, intuyendo el filón,
el escéptico
13
A
lgunos psicólogos hacen
uso del test Rorschach, el
famoso test de manchas de
tinta de las películas, para estudiar
a sus pacientes. Aprovechan la
“pareidolia”. El diccionario de
escépticos (The Skeptics Dictio-
nary
) define este término como un
tipo de ilusión o error de percep-
ción debido a un estímulo vago
que se acaba percibiendo como
alguna cosa o alguien en concreto.
En España sufrimos un famoso
caso: las caras de Bélmez. Pero no
sólo pasa con las ilusiones visua-
les. Escuchar mensajes satánicos
en discos de vinilo girando al
revés es otro popular ejemplo.
EL
PODER DE LAS
PIRÁMIDES
En la década de los setenta se
pusieron de moda entre los creyen-
tes de lo paranormal los poderes de
las pirámides. Tal vez los grandes
faraones egipcios habían sido ente-
rrados en pirámides no sólo por
motivos religiosos y políticos, sino
tal vez también por motivos “cien-
tíficos”. Razones arcanas que nues-
tra civilización había olvidado.
En un libro, de los muchos que
hicieron agosto en la época, llama-
do Experimentos paranormales,
tras proporcionar las instrucciones
necesarias para construir una pirá-
mide en cartulina, se invitaba al
lector a comprobar sus poderes:
introduzca una maquinilla de afei-
tar usada y a las dos semanas vol-
verá a estar como nueva, o coloque
un par de manzanas, una dentro y
otra fuera de la pirámide, y com-
pruebe como se corrompe mucho
más rápido la que no recibe la
energía capturada por el poliedro
de marras. Eran unos poderes un
tanto decepcionantes, visto el pre-
cio de las maquinillas de afeitar y
la existencia de neveras. El libro
terminaba con la construcción de
una pirámide en cartón del tamaño
adecuado para albergar en su inte-
rior en postura yogui a un ser
humano y la recomendación de
meditar cada día un par de horas
en su interior.
FARAONES EN MARTE
En el año 1971, la Mariner 9 había
captado unas fotografías en la
región Elyseum donde los ufólo-
gos y afines veían claramente pirá-
mides de tres caras de origen no
natural y de un tamaño trece veces
mayor que la gran pirámide de
Giza en Egipto, que es de unos 150
metros. En la época de efervescen-
cia piramidal, esto supuso el naci-
miento de los monumentos mar-
cianos. Los conspiranoicos habían
descubierto faraones marcianos.
PSEUDOASTRONOMÍA
el escéptico
12
LOS
CARAS
DE
M A R T E
“En algunas ocasiones, un vegetal o un dibujo de la veta de la madera o la joroba de una
vaca parecen una cara humana. Hubo una célebre berenjena que tenía un parecido enorme
con Richard Nixon. ¿Qué deberíamos deducir de este hecho? ¿Intervención divina o extra-
terrestre? ¿Intromisión republicana en la genética de la berenjena? No. Reconocemos que
hay gran número de berenjenas en el mundo y que, habiendo tantas, tarde o temprano
encontraremos una que parezca una cara humana, incluso una cara humana particular”
Carl Sagan,
El mundo y sus demonios
El poder sexual también estaba garanti-
zado gracias a las pirámides
La fotografía de la Cara de Marte tomada desde 1.873 Km de distancia
por la nave Viking 1 el 25 de Julio de 1976
Cortesía autor
Cortesía autor
NASA
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visión de la cámara” explicó Jim
Garvin, científico jefe del
Programa de Exploración de
Marte de la NASA en aquel
momento. “El grupo de Malin
tomó una fotografía extraordinaria
utilizando la máxima resolución
de la cámara.” Cada píxel en esta
imagen equivalía a 1,56 metros,
una resolución extraordinaria
comparada con los 43 metros por
píxel de la mejor de las fotos
tomadas por la Viking. “Por regla
general, los objetos se pueden dis-
tinguir cuando la imagen digital es
tres veces el tamaño del píxel. Por
consiguiente, si hubiera objetos en
la fotografía tales como aviones
sobre el terreno o pirámides seme-
jante a las egipcias, o aun casas
pequeñas, ¡podríamos reconocer-
las fácilmente!”, comentó Garvin.
La imagen volvió a demostrar cla-
ramente una forma geológica natu-
ral. Ahora el entuerto estaba des-
hecho. ¿Se rindieron ante la evi-
dencia los conspiranoicos? En un
golpe de astucia genial algunos
encajaron los hechos: “La Cara no
es una escultura. No lo es ahora,
pero lo fue hace veinte años cuan-
do la fotografió la Viking 2. La
única explicación posible es que
durante ese lapso ha habido una
conflagración entre ejércitos mar-
cianos y La Cara ha sido destruida
en la batalla. ¿Qué más prueba de
ello que la nueva imagen?”
Sencillamente genial.
LOS
CARAS
DE MARTE
el escéptico
15
escribió The Monuments of Mars:
A City on the Edge of Forever
(1987), donde popularizaba las
ideas de D & M y rellenaba el
resto con especulaciones y nuevos
misterios sobre la Cara y la civili-
zación de faraones marcianos que
la construyó. Más un plus de rela-
ciones matemáticas chuscas entre
la distribución de los monumentos
marcianos y sus equivalentes
terrestres en Egipto.
Los conspiranoicos pensaban que
las imágenes de mayor calidad de
la Mars Observer proporcionarían
las pruebas definitivas a sus teorí-
as. Por eso cuando, en 1993, se
perdió contacto con la nave, se
organizó una manifestación de
martemaníacos frente al JPL. La
Mars Observer no había fracasado,
se trataba de “un subterfugio del
gobierno para poder estudiar la
cara sin tener que hacer públicas
las imágenes. Se estaba encubrien-
do a la opinión pública la existen-
cia de vida inteligente en Marte”.
En el Weekly World News, otra
revista del nivel de Ancient
Astronauts
, el 14 de septiembre de
1993 se podía leer: “¡Nueva foto-
grafía de la NASA demuestra que
los humanos vivieron en Marte!”
(en este tipo de revistas es norma
editorial que todo vaya con admi-
raciones o dobles admiraciones).
La supuesta fotografía según los
redactores había sido tomada por
la Mars Observer. Lamentable-
mente la nave no llegó a orbitar
Marte. Según la revista, “la infor-
mación se ocultaba para evitar el
pánico mundial.” Pero parece ser
que a los editores el pánico, frente
a las ventas, les traía al pairo.
La NASA consideró que era nece-
sario acallar las especulaciones
con una prueba contundente. Así
que el 5 de abril de 1998 la Mars
Global Survayor obtuvo una ima-
gen de la Cara desde 450 km de
altura. Fue transmitida, procesada
y expuesta públicamente en
Internet el día 6 de abril.
Esta vez la imagen era en
alta resolución (diez veces
mayor que la tomada por la
Viking) y la luz provenía de
otra dirección. El resultado
fue muy distinto. La imagen
mostraba, sin lugar a dudas,
que se trataba de una mese-
ta erosionada y descartaba
definitivamente la hipótesis
de construcción artificial.
¿Definitivamente? No para
todos. La Cara de Marte
está localizada a 41 grados de lati-
tud norte marciana, donde era
invierno en abril de 1998. Como se
observa en la fotografía, estaba
nublado. Tal vez esas nubes ocul-
taban los detalles de la Cara. “No
vale”, sentenciaron los conspira-
noicos
.
El equipo de Michael Malin,
encargado de la Mars Orbiter
Camera
(MOC), volvió a tomar
otra fotografía el día 8 de abril del
2001. Era un día de verano y des-
pejado de nubes en Cydonia.
“Debimos girar la nave 25 grados
para centrar el área en el campo de
el escéptico
14
Secuencia de fotografías de la Cara de Marte: Fotografía de la Viking 1 de
1976, una imagen de la Mars Global Survayor (MGS) de 1998 y la última
imagen del MGS tomada en el 2001.
Una vista tridimensional en perspectiva de la formación de la Cara en Marte
procesada por Jim Garvin (NASA) y Jim Frawley (Herring Bay Geophysics),
a partir de la última imagen tomada por el MOC (abril 8, 2001) y de todas
las medidas de elevación por altímetro láser tomadas por MOLA. No se
incluyó distorsión vertical en esta imagen.
Jim Garvin no ve una cara en la
imagen, y se toma el asunto con
deportividad. Propone a los cons-
piranoicos amantes del montañis-
mo marciano un recorrido, mar-
cado en la imagen, de aproxima-
damente de 5.5 Km. superando
un desnivel de 350 metros.
Dificultad: fácil al inicio y a medio
camino, con algunas secciones
muy inclinadas. "Lleve bastante
agua y oxígeno", recomienda.
Imágenes: cortesía autor
NASA
NASA
NASA
NASA
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nos y ni siquiera los conspiranoi-
cos
le han sacado punta. De las
propias fotografías enviadas por
las Viking tenemos otro par de
ejemplos: un smiley y el perfil de
la rana Gustavo. Como comentan
David Galadí y Jordi Gutiérrez:
“Por ahora, nadie las ha empleado
para argumentar el origen marcia-
no del movimiento acid-house o
del show de los teleñecos”.
Sea como fuere, lamentablemente
la Cara de Marte se ha convertido
en un símbolo de la cultura pop.
Hoagland fue premio IgNobel en
1997 por “identificar rasgos artifi-
ciales en la Luna y Marte, inclu-
yendo una cara en Marte y 10.000
grandes edificios en la cara oculta
de la Luna, a pesar de ello ha
seguido con su negocio particular
y la quinta edición de su libro vio
la luz en 2001. La Cara aparece
cada dos por tres en periódicos,
programas de radio e incluso pro-
tagoniza una reciente película de
Hollywood. Hasta en los sellos
podemos encontrarla.
¿Qué podemos hacer? Ya lo dijo
Groucho Marx: “Nunca olvido una
cara, pero con la suya haré una
excepción.”
Bartolo Luque Serrano
BIBLIOGRAFÍA
Galadí, David y Gutiérrez, Jordi (2001):
Astronomía General. Ed. Omega 2001.
Krupp, E. C. (2003): Facing Mars”, Sky &
Telescope
, August 2003.
Sagan, Carl (1997): El mundo y sus
demonios.
Ed. Planeta. Barcelona.
WEBS CITADAS Y RECOMENDADAS
The Skeptic Dictionary:
http://www.skepdic.com/pareidol.html
The Face on Mars
, página web del Malin
Space Science Systems
:
http://barsoom.msss.com/education/face-
page/face.html
Página de la cámara MOC de la Mars
Global Surveyor,
con imágenes de La
Cara
a gran resolución:
http://www.msss.com/mars_images/moc/
extended_may2001/face/index.html
Desenmascarando la cara en Marte,
Web
oficial de NASA en español:
http://ciencia.msfc.nasa.gov/headlines/y2
001/ast24may%5F1.htm
Labrot, Philippe: Le visage de Mars:
http://www.nirgal.net/face.html
LOS
CARAS
DE MARTE
el escéptico
17
CARAS BY THE FACE
Como demuestran los casos de la
misión Pathfinder o el monolito de
Fobos (ver imágenes), no debemos
esperar cordura por parte de los
conspiranoicos a medida que la
exploración espacial avance. A la
“pareidolia” hay que añadir nues-
tra disposición evolutiva a sustraer
orden del desorden. De hecho
existe un marco matemático que
intenta explicarlo. Se denomina
teoría combinatoria de Ramsey.
La idea de fondo es que el desor-
den completo es imposible. En el
programa de televisión Cosmos,
Carl Sagan apelaba a la teoría de
Ramsey sin saberlo. Sagan nos
decía que levantáramos la cabeza
al cielo y buscáramos, digamos,
ocho estrellas en línea. Dado que
las encontraremos, existe la tenta-
ción de pensar que fueron puestas
allí artificialmente, como señales
de una ruta comercial interestelar,
por ejemplo. “Bueno”, decía
Sagan, “si uno mira un grupo sufi-
cientemente grande de estrellas,
puede encontrar casi cualquier
cosa que quiera”. Eso es la teoría
de Ramsey en acción.
Por supuesto disponemos de más
ejemplos de caras. La misión
Apolo 15 fotografió una cara
fumando en pipa sobre la superfi-
cie lunar. Desde luego eso no tiene
el glamour de los faraones marcia-
el escéptico
16
En 1998 la Mars Global
Surveyor tomó fotografías
a alta resolución de la
superficie de Fobos. En la
imagen SP255103 se
observa una formación
inusual.
Sin embargo, Mr. Efrain Palermo, amante de “2001:
una Odisea en el Espacio” , tiene clara la
interpretación: visto desde la superficie de Fobos
observaríamos un monolito.
Las sucesivas misiones seguirán des-
cubriendo más y más monumentos
marciano-faraónicos. ¿Qué es aquel
extraño montículo captado por las
cámaras de la Pathfinder?
¡Dios mío! Es una Esfinge
.
Por si no quedaba claro...
NASA
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