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el escéptico
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en la Tierra procede el espacio exte-
rior. En el lugar de donde procede
hay muchos códigos genéticos y
muchos tipos de vida, pero aquí —a
nuestro planeta— sólo ha llegado
uno.
Más o menos éste es el resumen de
lo más importante —desde mi punto
de vista— del libro de Sampedro.
A mi me extraña un poco la visión
tan negativa que tiene Sampedro de
los evolucionistas. Dice que no
admiten nada más que la evolución
gradual y la mutación de una letra
cada vez. Sampedro es genetista y yo
no, así que no dudo que él sabe más
que yo, pero no deja de ser una afir-
mación sorprendente. Siempre he
pensado que en la evolución había
mutaciones de una letra, pero tam-
bién había duplicaciones de grupos
de genes completos (por ejemplo, los
diversos tipos de hemoglobina
humanas proceden de duplicaciones
de los genes de la hemoglobina),
inversiones (se ponen las letras al
revés), mutilaciones de genes que los
inactivan, unión de genes que les
confieren nuevas propiedades, retro-
virus que dejan sus genes dentro del
huésped, retrovirus que cogen genes
de un huésped y se lo pasan a otro,..
Y por supuesto, yo pensaba que
había casualidades con gran poten-
cialidad, por ejemplo, que dos bacte-
rias se unieran. El que posteriormen-
te esa unión prosperase o no depen-
dería de su utilidad reproductiva y
sería la selección natural la encarga-
da de que se perpetuase o desapare-
ciera. Yo pensaba que todo eso for-
maba parte del darwinismo, pero me
he enterado de que no es así.
Ni que decir tiene que duplicación de
cromosomas significa reutilizar gru-
pos de genes (¿módulos?).
El efecto Baldwin, en caso de existir,
es claramente darwiniano: de una
propiedad existente en el cerebro se
potencia por selección natural si es
útil para la reproducción del indivi-
duo. ¿O no?
Por fin llegamos a la teoría de la
Panspermia (ADN de origen extrate-
rrestre). Siempre había pensado que
la teoría era una idiotez. Simplemen-
te se trasladaba el problema del ori-
gen de la vida a otro sitio. Es la pri-
mera vez que leo algo con un cierto
sentido: las ideas de Crick de que la
existencia de un sólo código ADN en
la Tierra
sería más fácil de explicar
si el origen es extraterrestre.
Insisto en que es la primera vez que
leo algo coherente en relación con la
Panspermia; que sea coherente no
significa que sea verdad.
Concluyendo, un libro muy bien
escrito, con ideas a veces un tanto
extrañas** pero que merece la pena
leerse con detenimiento.
Félix Ares De Blas
Notas
* El libro de Baldwin: James M.
Baldwin, Development and Evolu-
tion
(New York: Macmillan,1902).
**Hay otras críticas que leer en
http://paleofreak.blogalia.com/histo-
rias/5611.
LA BIBLIA ANTE LA
BIBLIA
TOMO I. PRÓLOGO. PRE-
SENTACIÓN. ANTIGUO
TESTAMENTO. PENTA-
TEUCO.
MILTON ASH
Ediciones Libros en Red, 2005.
646 páginas.
ELHORROR ALDESCUBIERTO
Hay muchos libros famosos que
muy poca gente ha leído. Puede que
todos conozcamos a Ulises, pero La
Odisea
no goza de muchos lectores
(y no digamos el Ulises de Joyce). El
año del Quijote seguramente habrá
supuesto la venta de muchos ejem-
plares... que habrán ido a descansar
plácidamente en los estantes de los
compradores. Pero el mayor best
seller
de todos los tiempos, el libro
que está traducido a más de 2.300
idiomas (incluido el klingon), es sin
duda el que menos personas han
leído entero: la Biblia.
Quien sí lo ha leído con una exhaus-
tividad digna de elogio es el autor de
este libro, editor desde hace muchos
años de la página web El horror
(www.elhorror.net) que se define
como: “Site de ayuda para cristianos
víctimas de su religión, para que
vean cómo se les engaña, y de desen-
mascaramiento de los fraudes bíbli-
cos y cristianos”.
Fruto de su investigación —y de los
muchos datos recopilados para su
web— es este libro, primer tomo de
una serie de siete dedicados a: “...una
crítica a la Biblia cristiana desde el
Génesis al Apocalipsis, prácticamente
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el sillón escéptico
versículo a versículo, todo con el
fin de que el lector pueda compa-
rar, dejando en sus manos la deci-
sión de si ese libro contiene o no
‘verdades’...”
El mayor acierto del volumen es que
todo el material que presenta está
obtenido de la Biblia o de los comen-
tarios de los Padres de la Biblia. Es
decir, para hacer una buena crítica de
la Biblia no hace falta echar mano de
las modernas teorías científicas,
poner en duda la existencia de Dios o
cuestionar la fe religiosa: con el pro-
pio texto de la Biblia es suficiente.
En este primer tomo se analiza el
Pentateuco, los cinco primeros libros
del antiguo testamento. Se sabe que
los textos están construidos a partir
de dos tradiciones diferentes, así que
no es extraño que se incurran en
muchas contradicciones, ya desde el
principio: “...a imagen suya, a ima-
gen de Dios lo creó, macho y hembra
los creó” (Génesis, 1, 27), pero
luego: “No es bueno que el hombre
esté solo. Voy a hacerle una ayuda
adecuada” (Génesis, 2, 18).
Aunque del relato del Génesis mi
preferida es ésta: “El día que
comieres del fruto prohibido, mori-
rás”. (Génesis, 2, 17) y, más tarde,
“El total de los días de la vida de
Adán fue de novecientos treinta
años, y murió” (Génesis, 5, 5). ¿En
qué quedamos?
Además de las muchas contradiccio-
nes, los textos recogen la escasa cata-
dura moral de muchos protagonistas
de la Biblia; incestos, asesinatos,
orgullo... Todos conocemos la histo-
ria del arca de Noe, a quien Dios
salvó del diluvio universal ya que:
“Ésta es la historia de Noé: Noé fue
el varón más justo y cabal de su
tiempo. Noé andaba con Dios”
(Génesis, 6, 9). Veamos, sin embar-
go, lo que hace este buen hombre
una vez pasado el diluvio: “Noé se
dedicó a la labranza y plantó una
viña. Bebió del vino, se embriagó y
quedó desnudo en medio de su tien-
da. Vio Cam, padre de Canaán, la
desnudez de su padre y avisó a sus
dos hermanos afuera. Entonces Sem
y Jafet tomaron el manto, se lo echa-
ron al hombro los dos y, andando
hacia atrás, vueltas las caras, cubrie-
ron la desnudez de su padre, sin
verla. Cuando despertó Noé de su
embriaguez y supo lo que había
hecho con él su hijo menor, dijo:
¡Maldito sea Canaán! ¡Siervo de
siervos sea para sus hermanos!

(Génesis, 9, 20-25).
¡Menos mal que era el más justo y
cabal de su tiempo! Por verle desnu-
do maldice a toda su descendencia...
Pero al fin y al cabo se trata de per-
sonas humanas, seguro que Dios
tiene otro talante ¿no? Por supuesto:
“Nadab y Abihú, hijos de Aarón,
tomaron cada uno su incensario, les
pusieron fuego, les echaron incienso
y ofrecieron ante Yahvé un fuego
profano, que él no les había manda-
do. Entonces salió de la presencia de
Yahvé un fuego que los devoró y
murieron delante de Yahvé” (Levíti-
co
, 10, 1-3). Este castigo no es por
blasfemar, ni por quebrantar un man-
damiento; es sólo por hacer una
ofrenda a destiempo. Había que ir
con cuidado...
Si examinamos las reglas que Dios
impone a su pueblo no debería sor-
prendernos: “Quien maldiga a su
padre o a su madre, será muerto”
(Levítico, 20, 9); “Si un varón se
acuesta con otro varón, como se hace
con una mujer, ambos han cometido
una abominación; han de morir”
(Levítico, 20, 13; 18, 22); “Moisés
dijo a Aarón y a sus hijos: No llevéis
la cabeza desgreñada, ni rasguéis
vuestras vestiduras, así no moriréis,
ni la ira de Yahvé se encenderá con-
tra toda la comunidad... no os apar-
téis de la entrada de la Tienda del
Encuentro, no sea que muráis... no
bebáis vino ni bebida que pueda
embriagar, ni tú ni tus hijos, no sea
que muráis” (Levítico, 10, 6-9; 21, 10).
Como bien dice MiltonAsh, Yahvé
lo hace todo a golpe de piedra. Y no
crean que la muerte es lo peor que le
puede pasar a quien desobedezca
las leyes de Dios. Aquí tenemos una
colorida descripción de lo que le
puede suceder a quien se aparta del
creador: “Pero, si no me escucháis;
si no cumplís todos estos manda-
mientos; si despreciáis mis precep-
tos y rechazáis mis normas, no
haciendo caso de todos mis manda-
mientos y rompiendo mi alianza,
también yo haré lo mismo con vos-
otros. Traeré sobre vosotros el
terror, la tisis y la fiebre, que os
abrasen los ojos y os consuman la
vida. Sembraréis en vano vuestra
semilla... soltaré contra vosotros las
fieras salvajes, que os privarán de
vuestros hijos... comeréis la carne
de vuestros hijos y la carne de vues-
tras hijas...” (Levítico, 26, 14-39)
Ni en la mejor película gore. Sobre
todo esto los comentarios de los
Padres de la Biblia suelen ser bastan-
te escuetos: “El pasaje refleja una
moral muy primitiva”... Y es que es
muy difícil defender lo indefendible,
tanto como encontrar en estos textos
al Dios de amor que promulga el
cristianismo.
El libro tiene una extensión conside-
rable y pensaba que sería pesado de
leer, ya que el análisis es integral,
pero lo cierto es que no ha sido así.
Como las historias de la Biblia son
más o menos conocidas resulta bas-
tante entretenido descubrir las cosas
que nadie te había contado o las con-
tradicciones entre diferentes pasajes.
También puede utilizarse como una
excelente obra de consulta o leerse
poco a poco.
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el escéptico
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Un amigo me comentaba que no le
veía sentido a un libro cuyo propósi-
to era desmontar a la Biblia. Para él
era como desmontar el cuento de
Caperucita Roja, ya que está claro
que se trata de una obra de ficción.
En un mundo en el que las caricatu-
ras de Mahoma han provocado gra-
ves altercados, en el que una obra de
teatro de Leo Bassi criticando a la
Iglesia ha sufrido un atentado, y en el
que el Diseño Inteligente intenta
infiltrarse en los colegios y universi-
dades libros como este son cada vez
más necesarios.
Juan Pablo Fuentes
CONVIÉRTASE EN
BRUJO, CONVIÉR-
TASE EN SABIO
GEORGES CHARPAK Y HENRI
BROCH
Ediciones B, 2003. Trad. Nuria
Viver Barri (Tit. Or. Devenez sor-
ciers, devenez savants, 2002).
227 páginas.
DESMITIFICACIÓN
SALUDABLE
¿Bajo que epígrafe deberían colocar-
se los libros escépticos? La agencia
española del ISBN clasifica a El
mundo y sus demonios, el clásico del
escepticismo de Carl Sagan, en la
materia Historia Universal. El libro
de Martin Gardner La ciencia, lo
bueno, lo malo y lo falso
pertenece a
la categoría de Ciencia y conoci-
miento en general
. Y el libro que nos
ocupa, Conviértase en brujo, con-
viértase en sabio,
tiene una doble
clasificación: la traducción en cata-
lán esta clasificada como Ciencias
aplicadas. Medicina. Técnica
, pero
la versión en castellano está bajo la
denominación de Literatura en len-
gua francesa
. Con todo no fue en
ninguno de estos apartados donde lo
encontré en la biblioteca de mi
barrio, sino en la sección de fenóme-
nos paranormales
. ¿Un desatino? En
mi opinión, no. Allí deberían estar
todos los libros escépticos. Con un
poco de suerte si alguien se lo lleva,
por error, quizá pueda ver la luz.
Pese a ser escéptico militante no me
parece mal que haya gente que crea
en ovnis, fantasmas, telepatías y
demás teorías extravagantes. Tengo
familiares que creen en la homeopa-
tía y no les he dado con el garrote.
Pero mi tolerancia se acaba cuando
finaliza el terreno de las creencias:
¿Crees que es posible la
telequinesis? Muy bien, creer es gra-
tis. ¿Dices que la telequinesis es
científica? Vengan los datos de los
experimentos que lo demuestran, ya
que entre creencia y ciencia hay una
gran distancia. La pena es que
muchos no parecen darse cuenta de
ello.
Si yo le digo a un amigo que en mi
casa tengo un cocodrilo que habla,
lo primero que me dirá será:
“vamos a verlo”. Si lo ve, y efecti-
vamente parece que hable, seguro
que mirará a ver si no hay algún
altavoz oculto, si el sonido viene de
otra fuente, hasta que se de por
satisfecho. Es una cosa tan chocan-
te que querría comprobar que no le
estoy dando gato por liebre. No
entiendo por qué, en los fenómenos
paranormales, la gente parece sus-
pender el juicio. En este contexto,
libros como el que nos ocupa son
imprescindibles. Me gustaría citar
una frase de la contraportada: “En
ningún caso queremos imponer una
forma única de pensar, ni siquiera
científica; al contrario, somos parti-
darios de la duda, el escepticismo y
la curiosidad”.
Bajo la hipótesis de partida de que,
aprendiendo a engañar, será más
difícil que no nos engañen, el obje-
tivo de los autores es que nos con-
virtamos en brujos sin dejar de ser
sabios. Para ello se valdrán de
varios caminos. Por un lado, nos
explicarán como muchos de los tru-
cos ‘paranormales’ forman parte
del acervo de los magos desde hace
tiempo (algunos trucos aparecen en
libros del siglo XVI), incluso
aprenderemos como hacer cosas
realmente maravillosas como cami-
nar sobre las brasas o transmitir el
pensamiento. ¿Sabían que detener
el latido del corazón es fácil de con-
seguir con una pequeña pelota en el
sobaco? En El mundo y sus demo-
nios
Carl Sagan explicaba como
con un truco tan sencillo consiguie-
ron engañar a multitud de medios
de comunicación australianos.
Por otro lado, aprenderemos
como puede explicar la estadísti-
ca y las descripciones deliberada-
mente vagas los aciertos de viden-
tes y astrólogos. Si un médium
afirma por televisión que conse-
guirá fundir las bombillas en sus
hogares, el triunfo está asegurado.
Sabiendo que la vida media de una
bombilla es de mil horas y si con-
tamos con un millón de televiden-
tes, un simple cálculo estadístico
nos permite afirmar que se fundi-
rán más de mil bombillas mien-
tras dure el programa. Si creamos