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el escéptico
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L
os expertos llegaron a la conclusión de que mien-
tras los rezos a espaldas del doliente son inocuos,
rezar por un enfermo que ha sido previamente
avisado de las oraciones podría llegar a ser, estadística-
mente al menos, perjudicial para su salud.
La ICAR (Iglesia Católica Apostólica Romana) se apre-
suró a contestar que, efectivamente, "la oración no tiene
efectos mágicos, y que si la evolución del enfermo
dependiera de la oración, habría que suprimir las medici-
nas" añadiendo que la creencia de la "sanación automá-
tica" es propia de sectas y no del magisterio de la iglesia,
que promueve la oración junto al cristiano que enferma
seriamente, para darle un acompañamiento solidario y
espiritual
2
.
Supongo que esta explicación de
la iglesia no debe resultar satis-
factoria a los millones de creyen-
tes para los que rezar equivale a
estar en contacto directo con su
dios. Con un dios omnipotente y
omnipresente al que no le costa-
ría nada, en absoluto, realizar un
leve milagro para mejorar la
salud de un familiar o amigo (no
digamos ya manifestar su poder para acabar con el ham-
bre o el sufrimiento en el mundo). Al fin y al cabo, si no
va a favorecer a sus fieles devotos… ¿para qué narices
sirve rezar entonces? ¿Para qué rendirle culto si es indi-
ferente a los ruegos o peticiones? ¿Será que acaso es más
proclive al castigo de los infieles o a los que no le rinden
pleitesía, que a ayudar a sus acólitos?
Sin embargo, otras declaraciones de la institución ecle-
siástica recogidas en el periódico argentino La Nación,
llevaban a pensar lo contrario. La oración junto al enfer-
mo -decían- renueva al hombre en lo espiritual, le lleva
alivio, serenidad. Es fuente de paz y puede ayudarlo a
superar momentos de angustia y desesperación. En esta
visión global del hombre, lo espiritual puede llegar a
incidir en lo corporal, dada la interacción entre cuerpo y
alma.
O sea, que sí. Que lo que "cura" el alma, como entidad
metafísica espiritual no compuesta por átomos, también
puede resultar en un beneficio para el cuerpo. Me resul-
ta un argumento curioso éste de decir que, en realidad,
rezar sí puede curar, pero no por intervención divina,
sino por la propia "interacción" entre el alma y el cuerpo,
por el mero "sentirse bien consigo mismo". ¿No es éste
un argumento idéntico al que uti-
lizan quienes aducen los supues-
tos poderes terapéuticos del pla-
cebo? ¿No se suele argüir que la
mera convicción de estar toman-
do algo que mejora tu salud
influye en que ésta realmente
mejore? ¿Debemos entender
(deben entender los creyentes)
que rezar equivale a tomarse un
lingotazo de placebo? ¿Será por
eso que el estudio es tan concluyente en que rezar no
sirve para nada, dada la evidencia de que por mero efec-
to placebo no se mejora la salud física de nadie?
Un paralelismo interesante del que se podría sin duda
sacar más partido y sobre el que la iglesia debería mani-
festarse unívocamente. ¿Orar es hablar con dios, o es
simplemente una terapia relajante? ¿Es lícito pedirle
milagros? ¿Cabe la posibilidad de que los realice? Si es
que sí… ¿no sería más eficiente pedirle que eliminara
mundo escéptico
Mientras los rezos a espaldas
del doliente son inocuos, rezar
por un enfermo que ha sido pre-
viamente avisado de las oracio-
nes podría llegar a ser, estadís-
ticamente al menos, perjudicial
para su salud.
TERAPIAS CELESTIALES
MEDIOS DE COMUNICAC
Sergio López Borgoñoz
Bajo el título "No recéis por mí, gracias", Luis Rojas Marcos, profesor de Psiquiatría de la Universidad de
Nueva York, publicó un artículo en el diario español El País el pasado 29 de abril de 2006, en el que
comentaba los resultados de un estudio objetivo sobre la eficacia de los efectos curativos de la oración
1
.
La investigación fue llevada a cabo en seis hospitales de los EEUU y publicada por la prestigiosa revista
de cardiología The American Heart Journal.
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el escéptico
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todos los cánceres o enfermedades terminales de una
vez, más que solicitar su intervención en cada uno de los
casos?
LA RELIGIÓN "PODRÍA" SER
BUENA PARA LA SALUD
Tampoco tardaron en producirse
algunos contra-estudios, recogidos
por el periódico argentino Clarín,
que analizaban el mismo ámbito
pero con conclusiones totalmente
opuestas.
Por ejemplo, y también realizado en
los EEUU, en la Universidad del
Mississippi, un estudio concluye
que "ir a la iglesia y rezar puede pro-
teger a los individuos expuestos al
estrés y pueden demorar los efectos
destructivos de la hipertensión".
Otro estudio, realizado por el Centro
Nacional de Medicina Complemen-
taria y Alternativa de EEUU conclu-
yó con un comunicado en el que
afirmaba que "algunas investiga-
ciones anteriores han sugerido
que la religión y la espiritualidad
pueden tener un efecto protector
de la salud en el resultado de las
enfermedades".
Al margen de la suspicacia que des-
piertan las conclusiones de estos
estudios, y sin disponer de datos que
permitan desmentirlas, resulta cier-
tamente sorprendente que, por un
lado, se pueda realizar un estudio
doble ciego sobre el nivel de hiper-
tensión que presentan los creyentes
practicantes y compararlos con los
que no van a la iglesia o no rezan y,
por otro, que una conclusión tan vaga como la segunda
enunciada pueda destacarse sin presentar más datos que
la apoyen.
terapias celestiales...
IÓN CON EL MÁS ALLÁ
foto: CICAP
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el escéptico
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Sin embargo, en ninguno de los casos parece que la
acción terapéutica proceda de la intervención de la enti-
dad objeto de culto y devoción. De momento, parece que
prefiere que sus poderes permanezcan inadvertidos y
adoptar una postura más bien discreta de "vivir y dejar
morir" (parafraseando a Paul McCartney & The Wings).
Por último, merece destacarse la Templeton Foundation,
que está interesada en descubrir cómo la combinación de
la aplicación del método científico y de teorías propias
del ámbito espiritual pueden contribuir a mejorar el bien-
estar de las personas. Son conscientes de la gran dificul-
tad de la investigación, habida cuenta de la complejidad
de la naturaleza de la espiritualidad en las grandes reli-
giones, culturas e incluso entre los propios individuos,
pero ello no les arredra en absoluto, y se han puesto
manos a la obra. Esta misma institución es la que ha
financiado con dos millones de dólares (según
puede leerse en su web
3
) el estudio objeto del
artículo (por su parte, el gobierno de Estados
Unidos ha invertido más de 2,3 millones de
dólares en estudios sobre el rezo desde el año
2004), que fue dirigido por Herbert Benson.
Sin embargo, a mi modo de ver, esperaba con-
clusiones radicalmente distintas, si tenemos
en cuenta el CV del Dr. Benson
5
y lo que
encontramos en la página web de la Funda-
ción, que literalmente expresa: "El Dr. Herbert
Benson es un miembro del comité de direc-
ción que cree que las evidencias por la efica-
cia de la oración intercesora están siendo cada
vez mayores" (obviamente escrito antes de la
publicación de las conclusiones del estudio).
En cualquier caso, es de destacar la honradez
del Dr. Benson al no permitir que sus propias
investigaciones anteriores y sus creencias
influenciasen o tergiversasen los resultados
obtenidos.
ALGUNAS DIOSAS Y VÍRGENES PUE-
DEN SER (MUY) DAÑINAS
A pesar de lo expuesto anteriormente, la reli-
gión puede llegar a ser letal para algunos indi-
viduos sin necesidad de intervención divina,
tal como denuncia el Indian Skeptic en su edi-
ción de enero 2006, en la amplia noticia dedi-
cada al sacrificio de una niña producido en
Ranpur (India) con el fin de aplacar a la diosa
Kaali Puja. Escalofriante suceso, sin duda.
Pero sin ir tan lejos, en nuestra vecina Italia, tan próxima
a nosotros en muchos aspectos, las lágrimas de sangre de
una virgen pueden haber sido decisivas para que este país
sea el último en Europa en dotarse del banco de ADN
que ayude a desenmascarar criminales y malhechores,
según recoge el nº 63 de la revista Scienza & Paranor-
male
. Resulta que en 1995 (año de diversos milagros per-
sonificados en madonnas lloronas) una de ellas, la
Madonna de Civitavecchia, comenzó a segregar lágri-
mas sangrantes. Cuando la policía se dispuso a confron-
tar la sangre con el ADN de los propietarios de la estatua,
éstos se lo tomaron a mal, como si se dudara de su testi-
monio, razón por la que se negaron a que les fuera extra-
ída su propia sangre y llevaron el caso a magistratura, por
lo que la creación de este banco deberá esperar a que esta
institución resuelva el caso. Un típico caso "all'italiana"
según el mismo redactor admite con humor (aunque
mundo escéptico
foto: Indian Skeptic
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podría haberse tratado perfectamente de una "española-
da" cualquiera).
Total, que al final, nos quedamos sin saber si es posible
(y útil), la comunicación con el más allá, y (en caso de
que sí) si es más eficiente la plegaria con recogimiento,
acudir a un médium, o la procesión multitudinaria, y si el
martirio propio es percibido como una prueba de buen
rollete, o es preferible el martirio ajeno.
NOTAS
1. Herbert Benson, Jeffery A. Dusek, Jane B. Sherwood,
Peter Lam, Charles F. Bethea, William Carpenter, Sidney
Levitsky, Peter C. Hill, Donald W. Clem Jr., Manoj K. Jain,
David Drumel, Stephen L. Kopecky, Paul S. Mueller, Dean
Marekk, Sue Rollins y Patricia L. Hibberd "Study of the
Therapeutic Effects of Intercessory Prayer (STEP) in cardiac
bypass patients: A multicenter randomized trial of uncer-
tainty and certainty of receiving intercessory prayer" The
American Heart Journal
, Volume 151, Issue 4, Pages 934-
942 (April 2006), cuyo resumen es accesible en
http://www.ahjonline.com/article/PIIS0002870305006496/abstract.
2.http://www.lanacion.com.ar/cienciasalud/nota.asp?nota
_id=793750
3. http://www.templeton.org/spirituality_and_health/spiritua-
lity_programs.asp
4.http://www.lanacion.com.ar/cienciasalud/nota.asp?nota
_id=793749
5. El Dr. Benson, autor del estudio que comentaba Luis
Rojas Marcos, también es jefe de la división de la Medicina
del Comportamiento en el Centro Médico de Beth Israel
Deaconess y Presidente Fundador del Instituto Médico del
Cuerpo y de la Mente. Ha escrito varios libros sobre el tema,
y obtenido resultados diversos en sus investigaciones (en
realidad, manifiestamente contrarios). En su libro "Curación
sin tiempo, el poder y la biología de las creencias", creyó
demostrar, a través de estudios científicos propios y de otros
investigadores, el efecto curativo de la fe. "Activar la mente
para curar al cuerpo no es un proceso mítico", llegó a asegu-
rar. Su extenso currículo puede verse en
http://www.mbmi.org/benson/cv.asp donde textualmente
pone "Su trabajo sirve como un puente entre la medicina y la
espiritualidad, este y oeste, mente y cuerpo, así como entre
ciencia y creencia."
terapias celestiales...
Pedro Mirabet