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el escéptico
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EL LIBRO DE LA VIDA
Stephen Jay Gould
Editorial Drakontos-Crítica
279 Páginas
Una de las ramas más fascinantes de cuantas componen
la Ciencia es, a ojos del gran público, la Paleontología.
La investigación de las formas de vida del pasado es una
fuente constante de sorpresas y la presencia de noticias
sobre un nuevo descubrimiento es ya parte del contenido
habitual de los medios de comunicación e información
generales. Criaturas extintas como los dinosaurios,
los reptiles marinos o los pterodáctilos fascinan a
quienes pueden contemplar sus restos en documentales,
libros o museos, y constituyen una fuente de ingresos
mercadotécnicos ingente, como lo demuestran las
novelas escritas por el difunto Michael Crichton, las
películas surgidas a raíz de las mismas o, en el plano
documental, la serie Caminando entre dinosaurios. Sin
embargo, el registro fósil de nuestro planeta ofrece la
idea de un árbol de la vida mucho más frondoso, variado
y rico de lo que los fósiles más populares permiten intuir.
Este libro presenta una mirada bastante rápida al mismo,
para que se pueda tomar conciencia de tal realidad.
El difunto paleontólogo Stephen Jay Gould, uno de
los nombres más populares dentro del ámbito de la
divulgación del hecho evolutivo, tomó la batuta para
dirigir esta obra colectiva, donde los distintos autores
asumieron la tarea de contar un capítulo específi co de
la historia de la vida en la Tierra. El propio Gould se
encarga, con su tono habitual ameno y hasta alegre, de
prologar la obra y hacer un breve resumen de lo que se
esperará en las páginas siguientes. La llamada explosión
del Cámbrico es el punto de partida para iniciar la crónica
capitulada de la evolución de las especies. A partir de
ahí, un autor asume la tarea de contar en líneas generales
qué aconteció en cada período, poniendo especial
hincapié en los aspectos más importantes y planteando
las explicaciones más plausibles en cuanto al cómo y al
porqué. Como es de esperar en un libro de esta extensión,
no se hace un estudio en profundidad lo que, después de
todo, no es su función.
Los distintos capítulos de la obra dibujan un paisaje en el
que el lector puede contemplar el retrato de la vida en la
Tierra en su conjunto. Desde sus primeros rastros hasta
la aparición de la especie humana a la que pertenecemos,
cada autor se encarga de recoger a la audiencia al
principio de su parte y dejarla en manos del siguiente,
permitiendo que, pese a la variedad de fi rmas, el libro
hable con una sola voz. Cada parte intenta retratar grosso
modo
un capítulo de la evolución de los seres vivos en
nuestro planeta, destacando aquellos aspectos más
relevantes de cada período. Siendo una obra colectiva, se
ha hecho un esfuerzo especial para que el hilo conductor
no se pierda y consecuentemente, no lo haga quien se
acerque al libro.
La aparición de los primeros seres vivos, la diversifi cación
de la vida en el mar, la primera colonización de la tierra,
el paso de peces a anfi bios y de ahí a reptiles, las feroces
extinciones como la del Pérmico, la primacía de los
dinosaurios, la llegada de los mamíferos… todo tiene
cabida en su justa medida, dejando siempre la puerta
abierta a que cada persona, cada lector profundice en
aquellos pasajes que más le hayan llamado la atención,
a través de la búsqueda de obras más concretas y
especializadas. Precisamente por esta característica, es
un título ideal para quienes desean acercarse a un tema
tan apasionante como el que se desgrana, página a página,
por los autores del mismo.
En resumidas cuentas, puede concluirse que El libro de
la vida
es ideal tanto para quienes desean conocer algo
sobre la evolución de la vida terrestre, como para quienes
ya se han embarcado en ese tema y quieren contar con
una visión global del mismo.
Luis Javier Capote Pérez
Portada original (Editorial Drakontos)