background image

el esc

é

ptico

67

otoño 2014

des perros o animales exóticos, lo cual resulta muy contra-

dictorio. Antiguamente los animales se domesticaron para 

muchas funciones, pero ahora su función en las sociedades 

urbanas se ha reducido a ser animales de compañía. Las 

películas de Disney han humanizado a los animales, por lo 

que mucha gente interacciona con ellos como si fueran ni-

ños, prodigándoles un afecto enorme y cuidándolos mucho. 

En definitiva, no hay que maltratarlos bárbaramente, pero 

tampoco creo que haya razones suficientes para considerar 

a los animales como objetos de derecho en igualdad con 

los humanos. 

Conclusiones

Las actitudes anticientíficas, pseudocientíficas y supues-

tamente ecologistas aquí analizadas existen en mayor o me-

nor grado entre los militantes ecologistas y son una com-

plicación innecesaria. Estas actitudes suponen un pesado 

lastre para que el ecologismo sea considerado seriamente, 

tenga éxito electoral, consiga poder político y pueda hacer 

algo para evitar la catástrofe medioambiental y la sexta ex-

tinción en masa que está aconteciendo, debido a la super-

población y a la sociedad de consumo. El ecologismo tiene 

un amplio campo de acción, tratando de hacer sostenible 

el medio ambiente, fomentando las energías renovables, 

protegiendo las especies vegetales y animales, denuncian-

do la contaminación y el calentamiento global, etcétera. 

Los  descubrimientos  científicos  y  los  adelantos  técnicos 

son fundamentales para mitigar los tremendos problemas 

medioambientales que la especie humana está generando, 

por lo que los ecologistas no deben quedarse anclados en 

un ecologismo ingenuo y utópico. El ecologismo ha sido 

fomentado más por las izquierdas que por las derechas, 

pero los partidos ecologistas deberían tratar de ser un punto 

de encuentro para desencantados, tanto de la derecha como 

de la izquierda, que estén preocupados por la defensa del 

medio ambiente. Además, está bien que fomenten los valo-

res más democráticos, pero los ecologistas tampoco debe-

rían ser los adalides de ideologías excesivamente feminis-

tas, pacifistas o republicanas, ni coaligarse con partidos na-

cionalistas, ya que estas son de interés común transversal o 

más propias de otros partidos y organizaciones. Ahora bien, 

el fomento de estas ideologías forma parte de estrategias 

electorales partidistas y lo que debe evitarse totalmente es 

el fomento de actitudes anticientíficas y pseudocientíficas. 

La solución de los enormes problemas medioambientales, 

que se están generando por la superpoblación y la sociedad 

de consumo, debería basarse en un ambientalismo científi-

co, no en un ecologismo utópico y anticientífico.

Notas:

1-véase Molina, 2011, en El Escéptico

2-véase su página web: http://partidoequo.es

3-http://www.worldfoodprize.org/en/laureates/2013_laureates/

4-véase su página web: http://www.ecologistasenaccion.org/rubri-

que277.html

5-véase Ordiales, 2007, en El Escéptico

6-véase Molina, 2013 en El Escéptico

7-http://naturalhygienesociety.org/diet-veganbaby.html