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el esc

é

ptico

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invierno 2016/17

Falacias explicadas gráficamente

Una falacia es un razonamiento inválido o engañoso con apariencia de correcto que pretende ser convincente. 

Es muy habitual encontrárselas en muchísimos terrenos, sobre todo para argumentar a favor o en contra de 

causas o intereses de todo tipo. Cualquier comunicación honesta debería prescindir de ellas en la medida de 

lo posible, por lo que conviene estar muy al tanto de cuáles son, cómo detectarlas y combatirlas.

Nuestra intención es divulgar las nociones básicas de las falacias más comunes, y hacerlo en un formato que 

sea fácilmente “compartible” en redes sociales; nos mueve la idea de promover el pensamiento racional, 

eso que siempre se ha llamado «tener la cabeza bien amueblada», vaya. Más en: www.falacias.escepticos.es

F

ALACIA AD YOUTUBIUM

No porque un vídeo de YouTube diga algo, ese algo está más cerca de ser cierto.

¿Qué importan las evidencias, si puedes encontrar un vídeo particular en YouTube con alguien afirmando 

justo  lo  que  deseas  creer?  Todos  sabemos  que  YouTube  es  una  fuente  muy  confiable,  y  que  el  índice  de 

fiabilidad se calcula fácilmente mirando el medidor de likes.

La «falacia ad YouTubium» no está reconocida como tal, pero resume perfectamente el conjunto de falacias 

que alguien comete cuando pretende anteponer en un debate los documentales conspiranoicos que ha visto 

en YouTube por encima de cualquier evidencia científica bien respaldada.

Ejemplo:

 Los nazis tienen una base secreta en la luna, está explicado de manera clarísima y con imágenes 

borrosas pero sin duda irrebatibles en este vídeo de YouTube.

Para rebatirla:

 Poner en duda el medio, un vídeo de internet puede servir como neutralización; hay que tener 

en cuenta que se trata en realidad de una falacia de autoridad, en la que la típica figura del sabio o experto 

se sustituye por internet (o la televisión, o los libros antes) como repositorio de la verdad absoluta.

El nombre está inspirado en el blog del biotecnólogo J.M. Mulet (Tomates con genes). La primera aparición de 

esta falacia se registró en el libro 

Estrategias de divulgación científica, de J.M. Seguí, J.L. Poza y J.M. Mulet, 

editado por la Universitat Politècnica de València.