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Otoño-Invierno 2017

H

ace 25 años      

                               

F

élix Ares reflexiona en su breve editorial sobre 

las asociaciones de consumidores. En teoría, pa-

recen unos aliados evidentes del escepticismo. 

Sin embargo, abundan los ejemplos contrarios en sus 

boletines de divulgación, donde se cuelan trabajos 

muy crédulos, por ejemplo, sobre homeopatía. Y la si-

tuación ha ido a peor desde entonces, con toda la qui-

miofobia —como muy bien señala en su blog Scientia 

el murciano José Manuel López Nicolás—, el miedo 

a la biotecnología y la militancia ecológica.

En este número se publica unas de las pocas entre-

vistas que han aparecido en nuestras páginas. Luis A. 

Gámez conversaba con el entonces director del Museo 

de la Ciencia de la Fundación La Caixa en Barcelona, 

Jorge Wagensberg, sobre distintos temas siempre de 

actualidad, como el control de la ciencia y sus relacio-

nes con la religión.

A propósito de religión, yo mismo colaboraba en 

este número alertando de que las pruebas de carbo-

no 14 realizadas a la Sábana Santa (con el resultado 

incontrovertible de que databa de la época medieval) 

no habían apagado, ni mucho menos, los fuegos de la 

polémica. De hecho, todavía hoy sigue exhibiéndose 

para engaño de feligreses, sin el menor recato.

Uno de nuestros escépticos de cabecera, el argenti-

no Mario Bunge, nos informa de la percepción popu-

lar de la ciencia en Norteamérica, y cómo incluso en 

esa región considerada desarrollada el pensamiento 

mágico hace estragos. Muchas veces, releyendo estas 

páginas de hace veinticinco años, me siento frustrado 

al comprobar que, hoy día, la situación no solo no ha 

mejorado, sino que incluso podría decirse que ha ido a 

peor. ¡Y no solo ocurre con el escepticismo!

Otro ejemplo paradigmático es el que ataca Javier 

Armentia en su artículo, texto de una ponencia pre-

sentada en unas Jornadas Nacionales de Astronomía. 

Me refiero, naturalmente, a la astrología. Aquí parece 

haber algo de esperanza, porque ya no es tan habitual 

que los medios de comunicación confundan ambas o 

las relacionen en pie de igualdad, pero resulta pun-

zante que los horóscopos todavía sigan teniendo su 

hueco en los periódicos. Sospecho que buena parte de 

la culpa la tiene nuestra psicología y la necesidad de 

etiquetar fácilmente a las personas que nos rodean.

La Alternativa Racional 

nº 24

 

(Marzo 1992)

Detalle de Descenso de la Cruz de Giovanni Battista della Rovere. Galería Sabauda, Turín (Wikimedia Commons)

Luis R. González