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rimer contacto
Marisa Marquina, Antonia de Oñate y Juan A. Rodríguez
Entrega del premio Mario Bohoslavsky a Clara
Grima
El pasado 15 de diciembre tuvo lugar la entrega a
Clara Grima del Premio Mario Bohoslavsky en el Sa-
lón de Actos de la Facultad de Ciencias de Granada,
durante la celebración del evento Desgranando Cien-
cia 5. Los socios que se habían desplazado al evento
subieron al estrado a entregar la placa a la divulga-
dora.
Durante la pasada Asamblea General de Socios de
ARP-Sociedad para el Avance del Pensamiento Crí-
tico, celebrada en Albacete el pasado 14 de abril, se
decidió reconocer su lucha a favor del pensamiento
crítico, la ciencia y la razón. Clara Grima, en su exten-
sa carrera como divulgadora, ha trabajado para hacer
la ciencia más accesible a todo el mundo, y ha pro-
curado dar visibilidad al papel de las mujeres dentro
de la misma. Ha escrito hace poco, junto a Enrique
Fernández Borja,
Las matemáticas vigilan tu salud
(Next Door), donde explica cómo se propagan las en-
fermedades, y cómo el número de personas vacunadas
incide en esta difusión.
Mario Bohoslavsky da nombre al premio que otorga
la Asamblea General de socios de ARP-Sociedad para
el Avance del Pensamiento Crítico a aquellas perso-
nas, ajenas a la asociación, que se han distinguido por
impulsar el desarrollo de la ciencia, el pensamiento
crítico, la divulgación y la educación científica. Este
premio se instituyó en 1996, y la lista de premiados se
puede consultar en nuestra web
1
.
Jorge J. Frías
Suso Fernández, en Telemadrid
El programa
LaOtra Ciencia
de Telemadrid
2
entre-
vistó el pasado 15 de diciembre a Suso Fernández,
titular de la farmacia Rialto de Madrid, pionero de la
no dispensación automática de productos homeopá-
ticos.
En la entrevista, Suso argumenta que la homeopa-
tía responde a una «creencia inventada», cuyo apoyo
conceptual proviene de Samuel Hahnemann, médico
aprendiz de químico y farmacéutico que aproxima-
damente doscientos años atrás esbozó los principios
de funcionamiento de la misma. Por aquella época, la
medicina básicamente era aún un conjunto de prácti-
cas precientíficas que, en muchos casos, más que cu
-
rar, podía —como poco— hacer alguna que otra «fe-
choría» a los pacientes. Menciona Suso algunas prác
-
ticas como las sangrías, purgas, lavativas o el uso de
sanguijuelas. Aún no se conocía el potencial origen
infeccioso de las enfermedades; ni siquiera los micro-
bios, la vacunación, o la cirugía, entre otros ejemplos,
habían entrado en la escena del conocimiento médico.
El momento de Hahnemann se sitúa por tanto en un
periodo en el que no parece exagerado decir que el
«palo de ciego» era casi la técnica que más a mano
se tenía para enfrentar el deterioro de la salud y la
enfermedad.
En consonancia con lo anterior, Suso refiere que,
en situación de enfermedad extrema, la medicina co-
nocida en la época podía acabar con el paciente por la
ignorancia de los procesos biológicos, cruciales para
el cuidado de la vida, que en unos años empezaron a
conocerse. Es posible que, impactado por la crueldad
de las prácticas de entonces, Hahnemann comenza-
se a vislumbrar la opción de no intervención, de no
hacer nada frente al deterioro y la enfermedad como
ejemplo de práctica médica no invasiva que, por lo
menos, respetaba la tendencia a la recuperación del
cuerpo cuando no había enfermedad muy grave o la
edad permitía dar aún un respiro a la vida.
Desde su formación y experiencia como farmacéu-
tico, Suso Fernández apela a dos principales razones
para no vender homeopatía en farmacias. La primera
es de carácter ético, dado que los productos homeopá-
ticos no son compuestos con un principio activo de
eficacia terapéutica (a fin de cuentas, la multidilu
-
ción homeopática de cepas en agua es un proceso que
transita por derroteros que nada tienen que ver con
la lógica del conocimiento). La segunda razón es de
carácter legal, dado que la legislación vigente impide
que se comercialicen y vendan productos sin registro
sanitario, y los compuestos homeopáticos no lo tie-
nen. Por tanto, las situaciones de venta en farmacias
de productos que no son fármacos responde a un pro-
ceso irracional, ajeno a los pilares del conocimiento
médico.
En la parte final de la entrevista, Suso subraya la
importancia de aprender a aceptar que hay procesos
que se pasan con el tiempo, sin necesidad de recurrir
a compuestos que en no pocos casos lo más que van a
poder hacer es aliviar algún síntoma. Además, la me-
dicina no tiene cura para todo y no siempre la medi-
calización tiene por qué ser la mejor opción. El factor
explicativo, la mejora de la comunicación en los ac-
tos médicos, es posible que pueda ayudar a minimi-
zar con el tiempo la tendencia a recurrir a técnicas
homeopáticas en las que la escucha se valora como
práctica generadora de alivio emocional. Y por ahí se
cuela un montón de pseudociencia, de pseudoilusión.
Gracias, Suso, por tu labor.
Marisa Marquina
Encuentro de RedUNE
Las sectas aíslan al sujeto del mundo de libertades,
del conocimiento, de la moral, y lo imbuyen en un
régimen totalitario. Ocultan información, mienten,
provocando en la víctima un consentimiento desin-
formado y, sobre todo, irrevocable; en definitiva, una
pérdida de libertad
.
Quizá sea esta la idea más clara que sacamos tras
nuestra asistencia al Encuentro de la Red de preven-
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ción sectaria y del abuso de la debilidad (RedUNE),
llevado a cabo el pasado 24 de noviembre en Madrid,
en la sede del Consejo General de Colegios Oficiales
de Psicólogos de España.
En él, diversos especialistas y afectados nos pusie-
ron al día de la situación del fenómeno sectario en
España y, por añadidura, merced a la actual globaliza-
ción, en el mundo. De hecho, la primera conferencia,
a cargo de Luis Santamaría, trató la presencia de los
movimientos sectarios en las redes sociales. En ellas
han encontrado un ambiente muy propicio para la di-
fusión de sus ideas, pero a su vez dificultan su tradi
-
cional secretismo y el aislamiento informativo de sus
adeptos.
Los aspectos legales fueron otro aspecto clave en
la jornada: Carlos Bardavío y Alfonso Catena defen-
dieron la necesidad de reforma del Código Penal para
recoger el delito de persuasión coercitiva, pues los
tipos actuales (estafa, detención ilegal, torturas, coac-
ciones, etc.) no acaban de encajar con las actividades
perniciosas de estos movimientos.
De las pseudoterapias sectarias o sectas pseudote-
rapéuticas habló Emilio J. Molina. Además de los ya
conocidos movimientos acerca del «origen emocional
de la enfermedad», mencionó otros incipientes y que
nos deben empezar a sonar, como son la sintergéti-
ca, la anatheóresis o la sanergía. También advirtió de
la captación de jóvenes licenciados en medicina para
que firmen y avalen sus acciones y así liberarse de
posibles responsabilidades.
Por último, y aunque por su contenido habría de
haber sido el primero, José Miguel Cuevas hizo un
repaso exhaustivo a todo el fenómeno de las sectas:
desde su propia y difícil definición hasta su abordaje,
pasando por su consideración social, sus característi-
cas, la población de riesgo, las concepciones erróneas
que tenemos sobre las mismas, sus orígenes, la falta
de herramientas de todo tipo para combatir el proble-
ma… aunque siempre con la mente puesta en la ayuda
a las víctimas y a sus familias. No en vano, Cuevas di-
rige un servicio de asesoramiento psicológico contra
sectas en el Ayuntamiento de Marbella.
Nos quedamos con sus consejos: no nos enfren-
temos a la víctima ni tratemos de desmontarle ra-
cionalmente sus ideas; habremos de ir poco a poco
provocándole la duda para que despierte su espíritu
crítico frente a la desconfianza y la paranoia propias
del adepto. Porque tengamos en cuenta que la semilla
común a todos estos movimientos es el pensamiento
mágico; y la consecuencia, las relaciones de depen-
dencia y obediencia hacia el grupo, el alejamiento de
su entorno y la vida anterior; del mundo real, en suma.
Juan A. Rodríguez
Nace la Federación Valenciana de Divulgación
Científica
A menudo, la complejidad de la ciencia (y el con-
tinuo e incesante progreso que se produce en las dife-
rentes ramas de sus disciplinas) supone un grave obs-
táculo para que las personas no especializadas puedan
involucrarse en el avance científico. Este hecho ha
repercutido de una manera especialmente negativa en
la sociedad, que ha visto cómo la cultura científica se
ha convertido en una mera anécdota o una simple cu-
riosidad. Por este motivo ha quedado más que paten-
te la urgente necesidad de comunicar, concienciar y
hacer partícipe del conocimiento científico al público
general.
En los últimos años, el concepto de la divulgación
científica ha ido emergiendo para tender ese puente
tan necesario que faltaba entre ciencia y sociedad. De
hecho se trata de una tarea que merece el mayor de
los reconocimientos, ya que es realmente complicado
traducir la investigación y conceptos muy técnicos a
un lenguaje común que consiga atraer y captar la aten-
ción del espectador, sin perder por el camino el rigor y
la esencia del método científico.
A esta tarea se han ido sumando un creciente nú-
mero de asociaciones, divulgadores, comunicado-
res y colectivos que han comprendido que la ciencia
hace avanzar a la sociedad, pero que este avance no
se consigue verdaderamente si no va acompañado de
la propia sociedad. La Federación Valenciana de Di-
vulgación Científica (FeVaDiC) nace, precisamente,
como una consecuencia de querer canalizar, organizar
y coordinar todos estos esfuerzos en la Comunidad
Valenciana.
Por una parte, nuestros proyectos están destinados
a promover y divulgar la ciencia, el conocimiento
científico y el pensamiento racional, informando y
Clara Grima, recibiendo la placa del Premio Mario Bohoslavsky
(Foto: Hablando de Ciencia)