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sensibilizando a la opinión pública de la necesidad de 

fomentar una cultura científica. Por otra parte, la Fe

-

deración estimula la cooperación y el debate interno 

entre sus miembros, sirviendo como nexo de unión 

para mantener contactos, intercambio de experien-

cias, información y apoyo mutuo.

Desde su fundación, el pasado 27 de julio de 2018, 

FeVaDiC está regida por un Órgano de Gobierno 

provisional compuesto, de momento, por un repre-

sentante de cada una de las Asociaciones fundadoras: 

Quart es Ciencia, Sapiencia, Asociación Piratas de la 

Ciencia, Asociación de Tecnología y Ciencia de Béte-

ra, Agrupación Astronómica de la Safor y Asociación 

Valenciana de Astronomía. Además, hemos incorpo-

rado  divulgadores  y  comunicadores  científicos  que 

participan en comisiones creadas con el objetivo de 

gestionar nuestros primeros proyectos:

(1) 

Ogmios

: Gran evento anual de divulgación 

científica.

(2) 

Anansi

: Creación de una base de datos cuyo 

contenido se pondrá a disposición de los Centros Edu-

cativos que deseen solicitar actividades de divulga-

ción científica para su alumnado.

(3) 

+ConCiencia

: Proyecto desarrollado en cola-

boración con la Cruz Roja y dirigido a inmigrantes y 

personas en riesgo de exclusión que utiliza la ciencia 

como herramienta de integración social.

(4) 

Pobles amb Ciència

: Destinado a apoyar la 

creación de nuevas asociaciones dedicadas a la divul-

gación científica en las localidades de la Comunidad 

Valenciana.

FeVaDiC acaba de nacer y queda mucho camino 

por recorrer, pero ya nos hemos puesto en marcha y 

paso a paso estamos sentando una sólida base para 

una Federación que, en la medida de lo posible, aspire 

a cambiar la percepción social de la ciencia.

@fevadic

fevadic@gmail.com

La secta homeopática mexicana

Hace poco leí un artículo escrito por Jesús Aguilar 

Andrade,  cuya  filiación  científica  no  está  muy  cla

-

ra

3

, pero cuya implicación con la homeopatía no deja 

lugar a dudas. Se titula «Pros y contras en el debate 

acerca de la homeopatía»

4

. Me explico.

En  primer  lugar,  el  autor  afirma:  «nuestra  inten

-

ción no ha sido demostrar la eficacia o la efectividad 

de la homeopatía», para así tratar de aparecer ante el 

lector como un crítico imparcial, que ama la ciencia y 

la verdad por encima de todas las cosas, y le molesta 

que haya científicos que quieran perjudicar a los ho

-

meópatas (vaya Ud. a saber por qué oscuras razones).

Sin embargo, el autor se desmiente a sí mismo, 

ya que sería muy difícil —por no decir imposible— 

que alguien que no sea un fiel adepto de la homeo

-

patía tenga en preparación los dos proyectos que él 

mismo cita en otro lugar

5

: a) 

From Hippocrates to 

Hahnemann

, y b) 

Anti-homeopathy campaigns: How 

pseudoskeptics misinform, distort and manipulate the 

evidence

.

En segundo lugar, y con independencia de las 28 

cuartillas que escribe y de las 198 referencias que 

cita, me parece que las conclusiones de este Sr. acer-

ca de Mario Bunge son totalmente inapropiadas en 

una  discusión  científica,  por  no  decir  francamente 

irrespetuosas. Bunge es un filósofo muy respetado a 

nivel mundial. Tiene innumerables artículos y textos 

de filosofía (no menos de 20), posee 21 doctorados 

Honoris Causa y cuatro profesorados honorarios en 

diversos lugares del mundo hispano y anglosajón y 

un premio Príncipe de Asturias, entre muchos otros. 

Es parte insoslayable de la ciencia aprender a respe-

tar a los predecesores que han hecho aportes valiosos, 

aunque se discrepe de sus conclusiones. Como dice 

el refrán, lo cortés no quita lo valiente. El irrespeto a 

los méritos de los demás demerita al irrespetuoso (y 

más cuando quien falta el respeto nunca ha presenta-

do algún aporte concreto en ciencia alguna, como es 

el  caso  del  ¿pasante-estudiante-antropólogo-biotec

-

nólogo? Aguilar).

Calificar lo que Bunge escribe como «Un discurso 

falaz o, más bien, un ejemplo de monumental cari-

caturización del adversario. O, en otras palabras, un 

intento de justificar la exclusión de cualquier saber, y, 

finalmente, de alimentar, desde la autoridad, la nega

-

ción de cualquier evidencia a favor de la homeopatía» 

es más un ataque personal que una crítica científica. 

Para quien suscribe es obvio que el ataque proviene 

de alguien ávido de acumular currículum, haciendo 

cualquier cosa menos ciencia, que obviamente no do-

mina. O de defender la homeopatía contra viento y 

marea sin que le importen las consecuencias.

Luis Quevedo, presentador de 

LaOtra Ciencia

 (Foto: Telemadrid)

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Refiriéndose  a  los  «detractores»  de  la  homeopa

-

tía, este autor escribe: «para estos la homeopatía no 

merece el estatus de ciencia», como si fuera un grave 

pecado. Pero lo cierto es, sin lugar a dudas, que la 

homeopatía no es una ciencia, según lo que la comu-

nidad científica internacional entiende por tal (¿qué 

entiende el autor por 

ciencia

? Habría que ver).

La ciencia no es solo acumular conocimientos (o 

referencias). Es tratar de mejorar esos conocimien-

tos con algún aporte, mediante la experimentación y 

el razonamiento teórico, fuertemente imbricados la 

una con el otro. Entre otras particularidades —que la 

homeopatía no posee— cualquier ciencia se basa en 

la búsqueda de nuevos conocimientos y en la profun-

dización de los ya existentes. Es un proceso de conti-

nuo acercamiento a la realidad. La homeopatía carece 

de todo eso. Tiene características de secta más que de 

ciencia, con un gurú fundador (Hahnemann), y sacer-

dotes que cumplen los rituales establecidos por él en 

el siglo XIX sin variaciones. Esos mismos sacerdotes 

viven de venderles bolitas de azúcar disfrazadas de 

medicamentos a los incautos creyentes (a buen pre-

cio, desde luego) predicando que esas bolitas, gracias 

a algunos sortilegios, (sucusión, diluciones infinitas, 

transmisión de 

energía

 [¿cuál?]), los curará de cuan

-

tos males haya, habidos y por haber, tanto psíquicos 

como físicos, pero asegurándoles que esos sortilegios 

son 

ciencia

.

 Lo que ninguno de ellos puede negar es que se han 

estancado en las prédicas del siglo XIX, por lo que 

llamar a la homeopatía 

ciencia

 en la actualidad es un 

total absurdo. Pedro Echenique, otro premio Príncipe 

de Asturias, ha expresado esta realidad de una mane-

ra palmaria:

● 

Si un físico del s. XIX viajara a 2018, tendría 

que renovar todos sus conocimientos.

● 

Si un médico del s. XIX viajara a 2018, tendría 

que renovar todos sus conocimientos.

● 

Si un homeópata del s. XIX viajara a 2018, no 

tendría que renovar nada.

Es muy lamentable que publicaciones supuesta-

mente científicas, o que pretenden serlo (

La Homeo-

patía de México

) se dediquen a publicar este tipo de 

artículos que nada tienen de ciencia. Obviamente, 

vale la pena hacer un llamado general de atención 

sobre lo que se publica en tales revistas

6

.

Arnaldo González Arias

Notas:

1 http://www.escepticos.es/node/5

2 http://www.telemadrid.es/programas/la-otra-ciencia/

Historia-homeopatia-2-2076412407--20181214105500.html

3 Pasante de la licenciatura en Antropología Social. 

Estudiante de ingeniería biomédica en la Universidad 

Politécnica de Cuautitlán Izcalli. Estudiante de ingeniería 

en biotecnología en la Universidad Abierta y a Distancia de 

México

La homeopatía de México. 

Vol. 87, núm. 714, jul-sept. 

2018, p. 5-28.

5 https://www.researchgate.net/publication/326834686

6 Para más información documentada sobre el engaño 

homeopático, ver www.geocities.ws/rationalis/homeopatia/

index.htm También puede ser útil revisar «Argumento 

ad 

nauseam

» en Wikipedia.

Asistentes a la reunión fundacional de FeVaDiC (Foto: FeVaDiC)