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dica en hacernos llegar aquellos temas que nos harán
mejores como sociedad. Nuestro avance depende muy
en gran parte de la cultura, del conocimiento y de la
capacidad de analizar todo eso.
El avance de una enfermedad, la evolución de los
tratamientos, la mejora en materiales y en tecnolo-
gía…, todo eso es posible gracias a la investigación
científica, y el público más interesado en conocer esos
avances es precisamente el que menos contacto tiene
con ella. Entre las numerosas alternativas de divul-
gación del conocimiento, se encuentra la asociación
Pint Of Science
.
Este equipo se encarga todos los años de compartir
con el gran público las investigaciones que se están
llevando a cabo en las instituciones de nuestras ciuda-
des. En España ya son cinco años de trayectoria, pero
el proyecto cuenta con un par de años más de historia
en otros lugares.
La idea surgió de otra actividad similar pero, di-
gamos, con el objetivo inverso. En el año 2012, dos
neurocientíficos del
Imperial College
de Londres, Mi-
chael Motskin y Praveen Paul (ahora compañeros de
Pint Of Science
en el Reino Unido), participaron en
una actividad en la que invitaron a pacientes y futuros
pacientes de párkinson y alzhéimer a visitar los labo-
ratorios donde se estaban estudiando sus patologías y
los progresos acerca de sus tratamientos.
El éxito fue inesperado, aquellas personas mostra-
ron tal interés, y la actividad fue tan provechosa, que
estos dos citados pioneros ingeniaron la idea de lo que
es ahora este proyecto. El primer festival bautizado
ya como
Pint Of Science
tuvo lugar en 2013 en unos
cuantos bares de Londres.
Dos años después, en 2015 y de la mano de un
matrimonio del País Vasco, llegó a nuestro país. Inés
Garmendia y Gaspar Sánchez fueron los primeros di-
rectores de
Pint Of Science
en España.
El evento, bien llamado
festival
por la frescura y
dinamismo que transmite, abarca un amplio campo de
ciencias repartidas y coordinadas en diferentes áreas
temáticas, asegurándose cada año de ofrecer al públi-
co todo un abanico de interesantes ponencias y expe-
rimentos. Sin embargo, el incluir la palabra
pinta
en
el nombre (en su acepción de ‘unidad de volumen’),
y que el escenario principal sean los bares, ha traído
siempre cierta controversia a la iniciativa. Tomaban
protagonismo el alcohol y lo poco apropiado que era
un ambiente de bar para el ámbito académico, eclip-
sando en gran medida la buena labor realizada.
Y puede que la ciencia no, pero los bares es algo
que muchos tenemos en común. Estos locales, ahora
anfitriones de este festival divulgativo, forman parte
de la cultura popular de muchos países y por eso han
sido los elegidos como escenarios de
Pint Of Science
.
La ciencia ahora comparte este espacio con el am-
biente distendido, con los deportes, con los aficiona
-
dos a otros entretenimientos, y con el selecto menú
que cada uno ofrece.
Superados los hándicaps, este festival se sigue
celebrando cada mes de mayo simultáneamente en
numerosas ciudades alrededor del mundo. Una vez
al año, los investigadores de nuestras ciudades salen
de su laboratorio a contar a todos los interesados los
avances científicos más actuales.
Una vez al año, ¡la
ciencia se va de bares!
Ana Peña
Edición Blog
Pint Of Science
España
Cuatro misterios en tierras malagueñas
Grabación de
El Club de los Curiosos
en el teatro
del folclore de Benagalbón
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.
Coincidiendo con la celebración de la «Noche en
blanco» de Rincón de la Victoria, el primer programa
de junio de
El
Club de los Curiosos
fija su atención en
cuatro relatos que se asocian al imaginario malague-
ño:
el Ídolo de la fertilidad
de Almargen
, el Cemente-
rio de San Miguel
en Málaga
, la Cripta de los Gálvez
de Macharaviaya
y
la Cueva del Tesoro
en Rincón de
la Victoria
.
El programa se articula en cuatro bloques, que
coinciden con la exposición del núcleo de cada relato.
Esto se hace en torno a una mesa en la que participan
varios invitados, los cuales, tras la mencionada expo-
sición y a partir de una pregunta que se lanza para
motivar a la participación, van aportando sus puntos
de vista sobre cada tema.
A las cuatro historias les subyacen fenómenos so-
brenaturales que se funden con problemas que solu-
cionar y referencias diversas del mundo de a pie. El
Ídolo de la fertilidad de Almargen
es una piedra de
forma fálica dotada de ojos que fue descubierta en
1992 coincidiendo con la realización de unas obras
de remodelación. Tras vicisitudes varias, acabó como
pieza de museo accesible a los asistentes para ser to-
cada. El
Ídolo
pasó de ser «útil» para favorecer las
cosechas y el cuidado de la ganadería a incrementar la
probabilidad de embarazos. A la posibilidad de entrar
en contacto con la piedra, por parte de cualquiera de
los miembros de una pareja, se sumó el «efecto Pig-
malión», según el cual, si se piensa que algo puede
ocurrir, se incrementa la probabilidad de llevar a cabo
conductas que faciliten que un objetivo perseguido
acontezca. Así, poder concebir porque se cree en la
posibilidad de conseguirlo se fue convirtiendo en un
estímulo que fomentaba la esperanza y liberaba de an-
gustia a personas que deseaban tener descendencia y
que creían tener problemas para conseguirlo.
En un escenario bien diferente, el del
Cementerio
de San Miguel
en Málaga, se narran leyendas como
las de los niños «Antoñito y María Marta», o la es-
critora «Jane Bowles», que constituyen llamadas de
contacto entre este mundo y un potencial
más allá
.
Durante la grabación se señala que este cementerio es
un núcleo singular de fenómenos extraños, llegándo-
lo a calificar de ejemplo claro de expresión de «fau
-
na paranormal». El caso es que, a través de ejemplos
como los mencionados, parece que comienzan a acon-
tecer en el cementerio escuchas de llantos o visiones
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de figuras, levitando o corriendo, que a más de uno
hacen tomar en serio la realidad de otra existencia y la
posibilidad de interactuar con ella. Aquí, retomando
de la física la especulación sobre la existencia de uni-
versos paralelos
(no se conoce forma ni de probarla ni
de rechazarla)
,
se aplica la idea para intentar explicar
los fenómenos paranormales que acontecen en el ce-
menterio, los cuales, según sus defensores, conectan
dos mundos diversos que existen a un tiempo.
El tercer misterio se vincula con
la Cripta de los
Gálvez
de Macharaviaya. Al parecer, se trata de una
maldición ligada a un pacto con una familia, los Gál-
vez, con importante peso social en la historia del lugar.
Los términos del trato incluían, a cambio de donacio-
nes para realizar mejoras en el pueblo, la exigencia de
que tras la muerte de sus integrantes se celebrara una
«misa perpetua» todos los años. Pero se dice que llegó
un momento en el que se dejó de cumplir el pacto por-
que se abandonó la celebración de la misa, y que fue
a partir de entonces cuando comenzaron a aparecer fi
-
guras en el cementerio, imágenes inexplicables en fo-
tografías o a escucharse sonidos que se recogieron en
psicofonías que, en cierto modo y en conjunto, hacían
pensar en la disconformidad de quienes vieron vio-
lentada su voluntad. Se hace hincapié en este punto,
como elemento legitimador de la parapsicología, en
el hecho de que hay departamentos de universidades
que incluyen estudios de parapsicología, y que ellos
son una referencia para desarrollar
espíritu crítico
que
permita establecer datos a favor y en contra de la men-
cionada materia parapsicológica.
Y llegamos al último de los relatos. Se trata de la
Cueva del Tesoro
ubicada en Rincón de la Victoria.
Es una de las pocas cuevas existentes en el planeta
que han sido horadadas por el agua, esculpiendo for-
maciones muy particulares. También aquí se habla de
maldición,
en este caso relacionada con una potencial
concentración de malas interpretaciones respecto al
proceso de formación de la cueva, a la atribución de
significado a las distintas formas geológicas, y tam
-
bién a la búsqueda de un tesoro que al parecer ha pro-
ducido destrucción arqueológica no desdeñable. Se
recogen testimonios que refieren a la importancia de
«sentir la cueva» por la energía que esta transmite.
Asimismo se expresa la necesidad de considerar que
lo que dicen las fuentes históricas no siempre es cier-
to, pero también que las instituciones públicas, y junto
a ellas la ciencia, no pueden engañar a las personas.
Para evitar esto se alude a la posibilidad de que se in-
forme de que puede haber relatos
sobre la cueva que
no respondan a la realidad de la misma.
Con mayor o menor intensidad, al finalizar cada
parte expositiva y de debate se invita a visualizar y
visitar cada uno de los espacios en los que se han ido
realimentado estas leyendas, y que cada cual saque
sus conclusiones. Se menciona que es sencillo ridi-
culizar y que las personas
deben ser libres de ver lo
que quieran ver.
En esta línea, no pocos participantes
tienden a considerar el enorme poder de la mente para
generar relatos sobre lo que pueda estar más allá de
este mundo, y que no todos los humanos tienen capa-
cidad de captar.
Tratando de contrarrestar la opinión precedente,
también hay quien recuerda que hay alteraciones de
los estados fisiológicos y emocionales y que no pocas
personas padecen algún tipo de trastorno mental que
puede inducir a desbocar la imaginación y a convertir
a la curiosidad, más en una herramienta de satisfac-
ción de deseos, que en una aliada de la razón para es-
crutar y explicar lo que acontece, lo que con aciertos y
errores está en la base del trabajo de la ciencia.
Marisa Marquina
Ídolo de la fertillidad de Almargen (Hidalgoart, Wikimedia)