el esc
é
ptico
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Otoño 2019
E
l filósofo, físico y pensador Mario Bunge, pro
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fesor emérito de la Universidad McGill del Ca
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nadá, cumplió 100 años el 21 de septiembre.
Prolífico y agudo intelectual, es autor de más de un
centenar de libros y medio millar de publicaciones so-
bre física teórica, matemática aplicada, teoría de siste-
mas, fundamentos de física, de sociología y de psico-
logía, filosofía de la ciencia, filosofía de la tecnología,
semántica, epistemología, ontología, teoría del valor
y ética, además de un sinnúmero de ensayos diversos
y artículos periodísticos sobre temas de la actualidad.
Entre sus grandes obras figuran los ocho volúmenes
de su
Tratado de Filosofía Básica
, publicados en Rei-
del entre los años 1974 y 1989, los dos volúmenes de
La investigación científica
, publicados por Springer
en 1967 y
El problema mente-cuerpo
, publicado por
Pergamon Press en 1980. Todas estas obras fueron pu
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blicadas originalmente en inglés y traducidas después
a otras lenguas.
Trabajador infatigable y diligente, Mario Bunge se
ocupa actualmente de temas de Ciencia y Filosofía
Política, y de Filosofía y Sociedad. No podemos re
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unir en este breve espacio los numerosos contenidos
de la obra intelectual de Mario Bunge, pero sí que
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remos destacar un principio que, al igual que en los
filósofos clásicos, como Platón o Aristóteles, guía su
pensamiento: su convicción de que la única manera de
tratar en profundidad un tema es ubicándolo en algún
sistema, en lugar de tratarlo aisladamente, entre otras
cosas porque los sistemas tienen propiedades emer-
gentes de las que carecen sus constituyentes. Un ejem
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plo sublime es la mente humana, resultado de las 10
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interconexiones entre las neuronas del cerebro, aun-
que ninguna de ellas, por sí sola, es capaz de pensar.
Otro ejemplo son las complejas sociedades humanas.
En su larga carrera, el profesor Bunge se ha enfren-
tado con valentía y dureza a corrientes filosóficas o
ideológicas como el existencialismo, el postmoder-
nismo o el psicoanálisis, pero, a la vez que crítico y
contundente, ha sido también admirador y generoso
respecto a sus colegas y compañeros. Penetrando en
casi todos los campos del conocimiento, el profesor
Bunge nos ha enseñado a razonar y establecer crite-
rios sobre la naturaleza de las cosas, incluida nuestra
propia mente y nuestro comportamiento, y a aproxi-
marnos al conocimiento objetivo y fértil, huyendo de
las pseudociencias y otras visiones estériles. De él he
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mos aprendido que la ciencia puede hacernos no solo
más sabios, sino también más cautos en la recepción
de información, en la admisión de creencias y en la
formulación de previsiones; más exigentes en la con-
trastación de nuestras opiniones, y más tolerantes con
las de los otros.
Desde estas páginas le enviamos una calurosa feli-
citación con nuestro deseo de que siga aportándonos
el conocimiento que nos haga cada vez mejores.
Al profesor Mario Bunge
en su centenario
Ignacio Morgado Bernal
Catedrático de Psicobiología en la Universidad Autónoma de Barcelona