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n el artículo anterior os han explicado que un 

transgénico es básicamente hacer un copia-

pega. Coges un trozo de ADN de un organis

-

mo y lo metes en otro. No es nada nuevo, ya 

que en agricultura se hacen injertos desde el Neolíti

-

co. En la mayoría de los frutales, las viñas y otros mu-

chos cultivos se utiliza un pie de injerto, para el que 

se busca una planta que sea muy resistente y fuerte, y 

sobre ella se injerta otra que es la que da la fruta de 

mejor calidad. Esto, que es una técnica agronómica de 

lo más habitual, resulta que también implica un inter-

cambio de genes entre los dos organismos; por lo tan-

to, si tienes un almendro que te da albaricoques, cosa 

que es bastante frecuente, estás cambiando genes, por 

lo que ya teníamos plantas con genes mezclados des-

de la antigüedad.

Para acabar con los transgénicos, solo señalaré que 

la tecnología ha triunfado; es la tecnología agrícola 

que más rápida implantación ha tenido y cada vez son 

más los países y la superficie que se dedica este tipo 

de cultivo. Prácticamente toda la soja, el algodón y 

gran parte del maíz y la colza son transgénicos.

Y esta no es la última tecnología, ahora tenemos el 

CRISPR. Lo primero que hay que dejar claro es que, 

de la misma forma que con los transgénicos, también 

aprovechamos un proceso natural. ¿Cuál? Pues uno 

que descubrió Francis Mojica investigando organis-

mos extremófilos que vivían en las salinas de Torre

-

vieja. En aquella época se hacían las secuenciaciones 

a mano, con unos genes muy grandes y se obtenían 

unas bandas. Encontró que había un patrón de ban-

das que se repetía y correspondía con secuencias de 

ADN de virus. Entonces el problema era: ¿qué hace 

un ADN de virus en el genoma de una bacteria?

Las bacterias son atacadas por unos virus que se 

llaman 

fagos

. Evolutivamente las bacterias desarro-

llaron un mecanismo de defensa. Cuando una bacteria 

es atacada por un fago pero sobrevive, lo que hace es 

insertar parte del ADN del fago en su propio genoma, 

de forma que si ese mismo fago o uno parecido vuelve 

a atacarla, ese sistema reconoce la secuencia de ADN 

del fago y, con una técnica que utiliza ARN, es capaz 

de guiar una proteína llamada Cas9 específicamente 

hacia la secuencia del fago y cortarlo. Por lo tanto, 

viene a ser un sistema inmune que tienen las bacterias 

contra los fagos. A este sistema se le llamó CRISPR/

Cas9.

¿Qué ventaja tiene este sistema de defensa? Las 

bacterias tienen sistemas de defensa contra virus que 

ya conocemos desde hace tiempo, que son las enzimas 

de restricción, capaces de cortar ADN. El problema de 

esas enzimas es que no saben distinguir entre el ADN 

de la bacteria y del virus. Reconocen una secuencia 

determinada, pero si esa secuencia está en la bacteria, 

también la cortan. Por eso hay mecanismos de protec-

ción, como metilar el ADN. También hay otro tipo de 

enzimas de restricción que cortan a la brava. Pero cla-

ro, es el mismo problema: ¿cómo distingue un ADN 

de un virus de un ADN de bacteria? Este sistema tiene 

la ventaja de que dirige el corte hacia una secuencia 

en concreta y la información es  heredable. La descen-

dencia de esa bacteria tendrá esa información genética 

sobre los virus.

Cuando Francis Mojica hizo el descubrimiento, 

no se lo creyó nadie. Decir que las bacterias tienen 

un sistema tan refinado y que además este sistema es 

heredable fue un descubrimiento muy avanzado a su 

tiempo y contravenía todo lo que se sabía. En vez de 

publicarlo en 

Science 

Nature

, que hubiera sido lo 

normal, fue publicado en una revista buena, pero de 

menor nivel. Tampoco ayudó el nombre de CRISPR 

—abreviatura de 

Clustered  Regularly  Interspaced 

CRISPR

 

y

 

MITOS

J.M. Mulet

Universidad Politécnica de València

Una nueva técnica que, 

como casi todas, genera recelos

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Short Palindromics Repeats 

(repeticiones palindrómi-

cas cortas, interespaciadas y agrupadas regularmen-

te)—, que es muy poco comercial.

Al poco tiempo aparecieron las aplicaciones bio-

tecnológicas. Cuando hacíamos plantas transgénicas, 

utilizábamos una bacteria, 

Agrobacterium  tumefa

-

ciens

 (también llamada 

Rhizobium radiobacter

), que 

en su ciclo natural introduce parte de su ADN en el 

genoma de una planta. Lo único que hicimos fue mo-

dificarla para que metiera el ADN que nosotros que

-

ríamos. Es un proceso natural que nosotros modifica

-

mos un poco, de la misma forma que cuando hacemos 

un injerto mezclamos dos plantas diferentes.

Cuando se descubrió el CRISPR, se vio que era un 

sistema que dirigía toda la maquinaria para cortar en 

un punto concreto del genoma. Esto nos permite hacer 

una edición de genes, ya que nos guía la modificación 

hacia un sitio que no es aleatorio. ¿Qué quiere decir? 

Cuando haces un transgénico, copias y pegas, y este 

fragmento de ADN se inserta al azar. En cambio, aquí 

te permite ir a la parte del genoma que quieras, como 

si pusieras el cursor en la parte del texto que eligieras 

para hacer un pequeño cambio que puede ser de cua-

tro o cinco nucleótidos, es decir, cuatro o cinco piezas 

del ADN. Eso puede permitir que un gen en concreto 

deje de expresarse, hacer una mutación específica o 

quitar un represor y que un gen se exprese más. Tienes 

una herramienta superpotente para modular el geno-

ma a nivel de nucleótido individual, algo que ninguna 

herramienta permitía hasta entonces.

Luego hay un tema legal que vale la pena comentar. 

La definición de 

transgénico 

dice que estás insertan-

do ADN de un organismo en otro. Aquí no estás me

-

tiendo nada de fuera. Aquí estás haciendo un cambio 

mínimo en el propio ADN de la planta o del animal. 

¿Qué pasa? La mayoría de países que lo han regulado 

(Japón, Estados Unidos, Canadá, Brasil, Argentina…) 

parten de la base de que con esta modificación no se 

puede considerar que dé lugar a un transgénico. Por 

lo tanto, la normativa que tenemos, que es superes-

tricta y superdura para transgénicos, no se aplica a los 

CRISPR. ¿Eso qué quiere decir? Que tienen un proce-

so regulatorio mucho más fácil, porque se considera 

que la modificación que se ha hecho, al no poner ADN 

de una especie en otra, es una modificación más suave 

y no implica un proceso regulatorio tan estricto. De 

hecho, en Japón ya tienen unos tomates modificados 

que acumulan un compuesto que puede ser beneficio

-

so para la salud.

En Europa, algunos países han manifestado que 

tendríamos que tener una regulación parecida a la que 

hay en Japón o Estados Unidos. El problema es que 

aquí somos de pensarlo todo y de ponernos a discutir 

si son galgos o son podencos, como en la fábula de 

Iriarte y, mientras discutimos como dos liebres, ven-

drá el galgo o el podenco y nos comerá entero. Es de-

Francisco Martínez Mójica en las salinas de Torrevieja.

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cir, vendrán China y Estados Unidos y lo tendrán todo 

listo para comercializar mientras nosotros todavía no 

tendremos el marco regulatorio. En Europa todavía no 

hay una ley que regule el uso de CRISPR y ya esta-

mos yendo tarde. ¿Por qué? Porque cuando se comer-

cialice, si tú no lo tienes y el resto de países sí, te van a 

sacar ventaja. ¿Qué es lo único que hay? Lo único que 

hay es una sentencia de un juez francés que, recogien-

do los argumentos de un sindicato agrario francés de 

corte ecologista, ha hecho una sentencia diciendo que, 

mientras no haya una regulación, un CRISPR en Eu-

ropa se tiene que regular como un transgénico. A ver 

si este juez algún día hace una sentencia sobre la ley 

de la gravedad y volamos todos. Esa sentencia, desde 

el punto de vista científico, es aberrante. Ha cogido 

argumentos malos y los ha asumido como propios. No 

tiene ningún sentido. Pero ahora mismo, mientras no 

haya una ley, provisionalmente, el único documento 

legal es una sentencia, lo que se llama jurisprudencia 

o técnicamente un precedente, porque la jurispruden-

cia emana del Tribunal Supremo. Y esto ni siquiera ha 

sido un Tribunal Supremo. Pero, en fin, es lo que hay.

La técnica va muy rápido. Yo mismo, en mi mo

-

destia, os puedo decir que ahora mismo la estoy uti-

lizando en mi laboratorio con un proyecto financiado 

por fondos europeos. En el menú que se sirvió en el 

Congreso de la Sociedad Europea de Biotecnología 

en el año 2017 la col de la guarnición había sido mo-

dificada por CRISPR y de hecho así lo pusieron en la 

minuta. 

Otra diferencia es que a día de hoy no tenemos he-

rramientas para saber si esa modificación ha sido es

-

pontánea o se ha hecho por CRISPR. Por lo tanto, una 

ley muy restrictiva sería imposible de cumplir, puesto 

que no podemos saber si en una nueva variedad se ha 

utilizado el CRISPR.

El CRISPR tiene muchísimas aplicaciones, no so-

lamente  para  modificar  plantas  o  animales  en  agri

-

cultura o ganadería. En Florida se hizo el año pasado 

una liberación de mosquitos modificados por CRIS

-

PR para prevenir plagas. Hay muchas plagas que se 

transmiten por insectos: malaria, chikungunya, den

-

gue, Chagas, etcétera. Los insecticidas no son espe-

cíficos. Se cargan todos los insectos, buenos y malos, 

y además a la larga se generan resistencias. Si no hay 

otra cosa, insecticida. Siguiente paso, machos irradia-

dos; se pueden criar machos de la especie de insecto 

que transmite la enfermedad, darles un «chute» de ra-

dioactividad para que se queden estériles y liberarlos. 

La mayoría de insectos solamente copulan una vez en 

su vida. Acordaos de la mantis religiosa. Si tienes un 

montón de machos estériles en el ecosistema, ¿qué 

pasa?, pues que cuando copulen con las hembras no 

tendrán descendencia y así controlas la población. 

¿Cuál es el problema? Primero, la esterilización no es 

eficaz al cien por cien, con lo cual siempre hay un por

-

centaje que sean fértiles, aunque obviamente bajan los 

niveles totales y lo que consigues es controlar, pero 

nunca erradicar del todo la plaga... y con la siguiente 

generación los que no sean estériles se harán con todo. 

Por lo tanto, es una estrategia que funciona en el corto 

plazo.

En cambio con CRISPR tenemos un sistema que 

es un «

gene drive

». Metes un gen modificado en el 

insecto. En la primera generación tendrás una copia 

del  gen  modificado  y  una  copia  del  nativo.  Esto  es 

lo que se llama un heterocigoto, que tiene dos copias 

diferentes del mismo gen. Cuando ese animal se re-

produzca, va a pasar solamente una copia modificada. 

Para  que  esa  copia  modificada  produzca  esterilidad 

necesita estar en dos copias, de este modo solo conse-

guirás esterilidad cuando un heterocigoto se cruce con 

otro heterocigoto y en ese caso solo tendrás un 25 por 

ciento, el resto no serán estériles. No parece un siste

-

ma muy efectivo. Pero si a esa esterilidad le metes una 

construcción de CRISPR, cuando tengas un organis-

mo heterocigoto, CRISPR se activará y modificará el 

gen del otro cromosoma. Y esa modificación hará que 

produzca también esterilidad. ¿Cuál es su ventaja? Lo 

que era un heterocigoto se convierte en un homocigo-

to. Es decir, tú estás inseminando con una copia del 

gen que produce esterilidad, pero los que reciben esa 

copia, en vez de tener una, por efecto de CRISPR tie-

nen dos. ¿Qué consigues? Que la población se haga 

Los  grupos  ecologistas  se  han  dado  cuenta  que 
es  una  campaña  complicada  de  vender,  que  va 
a ser difícil meter miedo con algo que no sabes ni 
pronunciar ni... ni entiendes exactamente lo que es

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estéril en muy poco tiempo, muy pocas generaciones, 

y así controlarás las poblaciones. Esto, que suena tan 

a  ciencia  ficción  porque  es  un  gen  que  modifica  al 

otro, parece ya casi un alien... ya se está haciendo en 

Estados Unidos para controlar la malaria.

Hay muchas más aplicaciones, por ejemplo, la ven-

taja de que puedas hacer mutaciones a la carta te per-

mite, cuando estás investigando enfermedades raras, 

por ejemplo, hacer lo que se llaman «ratones avatar», 

que son ratones que tienen exactamente la misma mu-

tación que provoca una enfermedad concreta y eso es 

una herramienta de estudio super útil. Por lo tanto, y 

como todo, pues es una técnica de biología molecular 

que sirve para un montón de cosas, a saber, en los 

transgénicos he hablado solamente de la agricultura, 

pero también la insulina o las vacunas del COVID son 

transgénicas, y nadie se ha quejado. Pues con esto es 

lo mismo. De CRISPR os hablarán seguramente de la 

agricultura y de la alimentación, pero tiene muchísi-

mas aplicaciones en medicina o en control de plagas. 

¿Qué están diciendo los grupos ecologistas que han 

hecho las campañas sobre los transgénicos del CRIS-

PR? Bueno, pues la verdad... ¿os suena que han di-

cho? ¿Lo tenéis presente? Campañas antitransgénicos 

seguro que a todos os suenan, de hecho yo muestro 

una foto de una: «no queremos transgénicos». Yo me 

pregunto ¿Se han vacunado del COVID? Ahí lo dejo. 

La verdad es que del CRISPR han dicho algo, pero 

muy poco. ¿Por qué? Pues porque ya sabéis que los 

grupos ecologistas, a fin de cuentas, son multinacio

-

nales y las campañas están enfocadas por 

marketing

Es decir, tienen que hacer campañas que tengan éxito 

mediático para que más gente pague la cuota. No hay 

otra. Han dicho poco porque es una campaña difícil-

mente vendible. Para empezar, tiene un nombre poco 

sexy. 

CRISPR 

no asusta tanto como 

transgénico

. Se-

gundo, es complicado de entender. No puedes decir 

que pones genes de rata en una lechuga —que es lo 

que dijeron— o que pones genes de escorpión en una 

zanahoria —que hay imágenes— o que pones un bebé 

en un tomate. Esto también... No me estoy inventan

-

do nada. Son imágenes de campañas antitransgénicos. 

Lo que han intentado con el CRISPR ha sido bastante 

torpe y con muy poco éxito. Aquí Amigos de la Tierra 

hablan de «la edición génica en agricultura, nuevos 

riesgos para la salud y para el medio ambiente». Hay 

que decir que hace treinta años alertaban de los ries-

gos de los transgénicos en salud y en el medio am-

biente. Y todavía los estamos esperando. Pero ellos ya 

están asustando sobre la salud y el medio ambiente.

Y bueno, como siempre, los más divertidos: Gre

-

enpeace llama al CRISPR «Los nuevos transgéni-

cos». A ver, amigos de Greenpeace, no tenéis ni idea. 

Un CRISPR no es un nuevo transgénico y el día que 

queráis os lo explico. Vale que como herramienta de 

marketing 

lo estáis diciendo, pero es mentira, no tiene 

nada que ver. Nada. Por supuesto, sacan la foto de la 

mazorca. Vamos, que están reciclando material. Pero 

ya os lo digo, ellos mismos se han dado cuenta que 

es una campaña complicada de vender, que va a ser 

difícil meter miedo con algo que no sabes ni pronun-

ciar ni... ni entiendes exactamente lo que es. Y ha sido 

todo bastante 

light

. Y esperemos que se mantenga así, 

que bastante incordiaron con los transgénicos y en 

Europa esto nos ha costado bastantes problemas.

Pues no, no son los nuevos transgénicos.

Menú con col CRISPR.