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ptico

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Invierno 2023

El fin de la agricultura europea

 Hace unos meses se presentó la estrategia 

From 

farm to the fork

, que va a guiar el futuro de la agricul-

tura europea en los próximos años. Un análisis del do-

cumento nos indica que más que guiar el futuro parece 

que sea un documento destinado a sellar su defunción, 

puesto que producir alimentos en el marco que impo-

ne va a ser muy complicado. Para empezar, impone 

un descenso de los plaguicidas del 25 % para 2030 y 

del 50 % para el 2050. Sobre el papel suena muy bien, 

pero viene a ser como decir que vamos a reducir el uso 

de quimioterapia. La quimioterapia es una estrategia 

para combatir una enfermedad, como es el cáncer. Lo 

ideal sería no utilizarla en absoluto, señal de que las 

estrategias preventivas funcionan y no tenemos cán-

cer. El problema es que mientras ese día llega tenemos 

que tratar a los pacientes, por lo que es absurdo fijar 

una limitación. ¿Qué haríamos con una política así? 

¿Dejar de tratar a algunos para cumplir la limitación? 

Con los plaguicidas pasa lo mismo. Ningún agricultor 

quiere utilizarlos porque son caros, le suponen trabajo 

y tiene que pasar un estricto control de residuos para 

poder comercializar su producción. ¿Y por qué los 

utilizan? Para no perder la cosecha cuando hay una 

plaga y, gracias a eso, llega comida a los supermerca-

dos. ¿Existen alternativas? Sí. Por ejemplo, el control 

biológico: utilizar organismos vivos que hagan frente 

a las plagas. Funciona muy bien en invernaderos y 

entornos cerrados… pero sigue funcionando bastante 

mal en cultivos exteriores, al margen del riesgo ecoló-

gico de que el organismo que utilizas para el control 

acabe convirtiéndose en una plaga, riesgo real que a 

nadie parece importarle. Otra opción es utilizar téc-

nicas genéticas para el control de plagas basadas en 

insectos editados por CRISPR/Cas9… El problema 

es que estas técnicas, en su mayoría, también están 

prohibidas en Europa, por lo que, a efectos prácticos, 

esta política limita la solución, pero no se preocupa 

por el problema, que sigue siendo proteger el cultivo 

de una plaga.

Esto no es lo único que debería preocuparnos. Otro 

de  los  objetivos  es  que  para  el  2030  el  25  %  de  la 

superficie en Europa sea ecológica y para el 2050 el 

50 %. Lo primero que llama la atención es que se ha-

bla de superficie, no de producción. ¿Cuando vas al 

supermercado pides un kilo de naranjas o media hec

-

tárea de naranjas? Es un poco absurdo que, si la gen

-

te compra en kilos, la agricultura se mida en metros 

cuadrados. Esta métrica tan extraña no es inocente. 

Es una estrategia para camuflar la principal limitación 

de la agricultura ecológica: su escasa producción. La 

agricultura ecológica es aquella que se produce según 

el reglamento europeo de agricultura ecológica, que 

se basa en un principio sin base científica. Solo se au

-

toriza el uso de un compuesto si es de origen natural, 

pero no se autorizan productos de síntesis química. 

Por lo tanto, no se legisla la toxicidad o efectividad 

de un compuesto, sino su origen. Y así tenemos mu-

chos ejemplos de plaguicidas utilizados en agricultura 

ecológica tremendamente tóxicos, como el cobre que 

se utiliza como fungicida para las viñas. En versiones 

anteriores del reglamento explícitamente se autoriza-

ba el uso de homeopatía para el ganado, lo que deja 

a las claras el rigor con el que está redactado. ¿Es re-

alista? Difícilmente. En la actualidad la producción 

agrícola mundial depende de fertilizantes sintéticos. 

Un ejemplo lo tenemos en Sri Lanka, que guiada por 

las ideas de Vandana Shiva quiso convertir toda su 

agricultura en ecológica prohibiendo la importación 

de fertilizante sintético. Solo seis meses después la 

gran hambruna que ocasionó esta medida hizo caer al 

gobierno. Así que Europa, o no cumplirá esta política, 

o tendrá que importar la comida que necesite, ya que 

no podrá producirla. Esperemos que nos quede dinero 

para comprarla. De momento, ya nos está costando 

pagar el gas.

J. M. Mulet

Taller Ciencia y pseudociencias

La Universidad de Verano de Adeje acogió el pasa

-

do mes de julio la edición de 2022 de 

Ciencia y pseu-

dociencias, 

el curso creado por miembros pasados y 

presentes de la Universidad de La Laguna para la di-

vulgación del pensamiento crítico y la lucha contra las 

supercherías.

En esta nueva edición, el evento se adaptó al for-

mato de un taller de cuatro horas, en el que, a través 

del ilusionismo, se trataron algunos aspectos básicos 

del conocimiento científico y de las creencias pseudo

-

científicas, tomando como punto de partida y ejemplo 

central las percepciones.

Los ponentes fueron los profesores Carlos Javier 

Álvarez González y Luis Javier Capote Pérez -actuales 

codirectores del Aula Cultural de Divulgación Cientí-

fica de la Universidad de La Laguna- y el mago Sergio 

Dion. Este ponente es un ilusionista con ocho años de 

carrera profesional, que ha recorrido gran parte del ar-

chipiélago canario con su espectáculo de magia.

 El objetivo, como siempre, fue el debate en torno 

a la ciencia y sus aplicaciones prácticas y la discusión 

Coordinación: Juan A. Rodríguez, Marisa Marquina y Antonia de Oñate

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