Edición 2010 - Número 10 (244) - 7 de noviembre de 2010
Noviembre ha llegado calentito, con una especie de ofensiva generalizada por parte de las pseudociencias para meter la pezuña dentro de los campus universitarios. Triste y lamentable ha sido la noticia de que la Universidad de Zaragoza se ha dejado seducir por los Laboratorios Boiron para bendecir a la homeopatía con una cátedra. La crisis arrecia, los fondos públicos se recortan (algo incomprensible y altamente criticable) y se indica indirectamente que hay que tirar del sector privado mas ¿todo vale? ¿Cualquiera puede tener una cátedra, aula cultural o espacio similar si da la cantidad oportuna? Afortunadamente, hay ejemplos positivos como los de la Universidad del País Vasco y su nueva cátedra de divulgación científica, amén de la fuerte contestación que están teniendo esas maniobras maguferiles, concretada en el manifiesto por la Universidad libre de pseudociencias promovido por la bitácora La Ciencia y sus demonios que, desde el boletín, les animamos a suscribir. Nos leemos en diciembre, con la continuación de estos temas. Hasta entonces.