Edición 2011 - Número 250
Pedro López López (Artículo publicado como carta para el Diario Público y reseñado aquí por cortesía del autor). El pasado 17 de marzo su diario me publicó una carta en la que me refería a unos actos de vandalismo en una capilla de la Universidad Complutense, lo que fue aprovechado por autoridades de la Comunidad de Madrid para arremeter una vez más contra el rector, que era lo que yo quería destacar. Pasados unos días en los que hemos contemplado un inaudito linchamiento mediático de estos estudiantes, después de tener más información sobre lo sucedido y tras asistir en la Biblioteca Histórica de esta universidad a un acto en defensa de los estudiantes detenidos y criminalizados por estos actos, quiero rectificar públicamente mi calificación, ya que considero que lo que protagonizaron estos estudiantes fue una legítima protesta contra los privilegios que mantiene la Iglesia católica en nuestro Estado y en nuestra universidad pública. En los últimos tiempos, habida cuenta de que las voces disidentes no tienen medios para llegar a la opinión pública, se ha extendido este tipo de protestas bajo el nombre de performances; es una manera de que los medios de comunicación hagan algún caso y se visibilice la causa que se quiere defender. La performance de estos estudiantes podrá gustar más o menos, pero no desborda los cauces de la libertad de expresión que una democracia debe proteger y que los ultracatólicos quieren cercenar. En ella no agredieron a nadie, pero cuatro de ellos fueron detenidos tan rápidamente como si fueran terroristas. Posteriormente, han recibido amenazas y agresiones por parte de elementos de ultraderecha y la Policía en este caso no ha movido un dedo, ¿en qué democracia estamos? En todo caso, vayan con esta carta mis disculpas y mi reconocimiento a estos estudiantes. Pedro López López. Profesor de la Universidad Complutense