Edición 2011 - Número 250
Javier Armentia Fructuoso
(Artículo publicado originalmente en la bitácora Por la boca muere el pez)
Llega de nuevo, como cada año desde 2003, la tontería de que "el 27 de agosto Marte se verá tan grande como la Luna", demostrando que no solo la gente se cree cualquier cosa (y entre gente incluyo también -pura álgebra de conjuntos- a la gente que vive de "informar" a los demás) por imposible que pueda ser, sino que además no tiene memoria y año tras año lee y repite la misma mentira sin activar siquiera esa sinapsis que incluso en los más elementales seres vivos es capaz de avisar de que ahí hay gato encerrado. En el caso del subconjunto de la gente dedicada al copipega de informaciones demuestra además que les importa una mierda lo que cuentan en temas relacionados con la ciencia y demás, pasando de hacer el mínimo esfuerzo de meter en Google algo como "marte luna 27 agosto" y descubrir lo que cabía esperar.
Lo dicho: la cuestión no es ya explicar lo obvio, que hemos hecho por aquí (en lo que acabé denominando "el eterno retorno del gilipollas"), por el Pamplonetario, que han hecho mejor muchos otros, sino denunciar públicamente a aquellas personas que digan en público nada sobre Marte y la Luna el 27 de agosto (manda leches: el hijodeputa que este año ha vuelto a copiar el mensaje de siempre cambiando solo el año podría haber tenido la malicia de cambiar este año y poner 25 de agosto, porque ese día al menos sí se ven cerca en el cielo los dos astros, eso que se llama una conjunción...)
Por mi parte, y para conseguir incrementar mi personal índice "Armentia haciendo amigos", contesto amablemente a toda persona que me pregunta sobre lo de Marte tan grande como la Luna el próximo 27 de agosto (ayer un amigo me aseguró que el lunes en un informativo de televisión -no recuerda cadena- ya realizaron la buena labor periodística de difundir la estupidez... lo esperable) con una perorata explicando que sólo una persona con serias discapacidades cognitivas y de memoria puede este año comentar algo así como si fuera serio y no un chiste cutre y viejo.