Edición 2012 - Número 251
María Lourdes Acuña Ledesma
La defensa de los intereses de consumidores y usuarios constituye, en la actualidad, una de las preocupaciones de nuestra sociedad, lo que ha conducido a la proliferación de una multitud de normas jurídicas tendentes a la protección del individuo, posible adquirente de un bien o servicio, y de los intereses como respuesta a una serie de fenómenos socio-económicos que han ido operando en el mercado y sus consecuencias políticas.
La actual normativa en materia de consumo y publicidad, dos materias indisolublemente unidas, tienen su origen en la necesidad de arbitrar medidas que consigan eliminar las consecuencias sociales indeseables que suponen las importantes lesiones en los derechos e intereses de los consumidores.
Así pues, uno de los problemas que más ha trascendido a nivel público es la publicidad engañosa, es decir, la publicidad que de cualquier manera, incluida su presentación, induce o puede inducir a error a sus destinatarios, pudiendo afectar a su comportamiento económico o perjudicar o ser capaz de perjudicar a un competidor.
Dicho en otras palabras, es aquella que realiza afirmaciones engañosas o falsas acerca del producto o servicio y que afectan al bolsillo del consumidor o usuario, adquirente del bien o servicio.
Es el caso de la pulsera Power Balance.
Los hermanos Rodarmel crearon en 2007 unos hologramas que (según ellos) reaccionan positivamente al campo magnético del cuerpo. Por tal motivo, concedieron una entrevista a la revista deportiva “Slam”, en la que explican este procedimiento. Ambos hermanos, oriundos de Orange County, California, EEUU, aseguraron también en esta revista que “todo tiene una frecuencia, al igual que los móviles, el wifi, las ondas de radio, y cosas del estilo, y todas reaccionan entre sí. Hay frecuencias que reaccionan negativamente con el cuerpo, pero otras lo hacen positivamente. Hemos descubierto cómo meterlas en un holograma que, en contacto con el cuerpo, te proporciona equilibrio, fuerza y flexibilidad”.
Para promocionar su invento, los hermanos Rodarmel, surfistas amateur, repartieron 50.000 pulseras entre los asistentes a una feria de deportes de acción de San Diego. También regalaron ejemplares a algunos de sus amigos. Después ficharon a más deportistas, como el baloncestista Shaquille O’neil o el piloto de fórmula 1 Rubens Barrichelo.
Por otro lado y, para probar los efectos de esta pulsera, la empresa propone una serie de ejercicios. El más popular consiste en probar nuestro equilibrio a la pata coja. No hace falta que la pulsera roce la piel para notar sus beneficios, dicen sus creadores. Basta con que éste a menos de cinco centímetros de nosotros. De hecho, Marcia Smith, periodista deportiva del periódico Orange County Register, comprobó que Troy lleva un holograma en la plantilla del zapato y otro en el monedero.
Hace ya aproximadamente un año y medio, la marca decidió expandirse a Europa y abrió una sucursal en Fráncfort (Alemania). Las primeras pulseras llegaron a España hace un año (cuya empresa –Power Balance- tiene su sede social en la localidad malagueña de Marbella) y su éxito fue especialmente rápido.
Su popularización no fue espontánea; ya que la empresa ha participado en multitud de torneos de pádel, golf, de hípica o de surf y es patrocinadora oficial del Madrid Open de Tenis. También ha financiado a diversos deportistas.
Además, Power Balance firmó un acuerdo comercial con la productora Zeppelin, la rama española de Endemol. Gracias a él, los concursantes de Fama (Cuatro) y Gran Hermano (Telecinco) han llevado y promocionado la pulsera.
La mediatización también ha contribuido al éxito del invento; reportajes como el que Andalucía directo emitió el pasado 29 de noviembre (y que está colgado en youtube). En él, un ciclista, una mujer con fibromialgia, un hombre “con problemas de concentración” y un comercial de la empresa, explicaban los beneficios de la pulsera. Los testimonios fueron aportados por la propia Power Balance.
En abril de 2010, se interpuso una demanda formulada por parte de FACUA (Consumidores en Acción) contra la Empresa Power Balance España, SL. La Junta de Andalucía abrió expediente a la empresa por la comercialización de este producto, imponiéndole una multa de 15.000 euros –recordemos que, en estos casos y, a la vista de la legislación en materia de consumo, la Junta de Andalucía podría haber decomisado a la empresa toda la mercancía que tiene a la venta y haber interpuesto una multa por el mismo importe que ha ganado la empresa con la venta de sus productos; además, de haber tenido una mayor penalización si la misma se hubiera calificado de muy grave, como creo que debería haber sido, atendiendo a diversos criterios, como son, por ejemplo, cuantía del beneficio obtenido, grado de intencionalidad, gravedad de la alternación social producida y la generalización de la infracción; lo que podría haber llevado como consecuencia a la imposición de una multa de hasta 601.012,10 €, pudiendo rebasar dicho límite hasta el quíntuplo del valor de los productos o servicios objeto de la infracción-.
FACUA argumenta en su denuncia que la empresa vulnera el Real Decreto 1907/1996, de 2 de agosto, sobre publicidad y promoción comercial de productos, actividades o servicios con pretendida finalidad sanitaria. La citada norma prohíbe la publicidad de productos, materiales, sustancias, energías o métodos que “sugieran o indiquen que su uso o consumo potencian el rendimiento físico, psíquico, deportivo o sexual”, sin ajustarse a los requisitos y exigencias previstos en la Ley del Medicamento.
Además, la publicidad de Power Balance también incurre en otra práctica prohibida en dicho Real Decreto, al ofrecer “testimonios de personas famosas o conocidas por el público”.
Por último y, en lo referente a esta cuestión, debemos tener en cuenta que, aunque en España se haya impuesto una multa de 15.000 euros, no ocurre lo mismo en Italia o, por ejemplo, en Australia.
En Italia, las autoridades han sancionado a las firmas distribuidora y comercializadora, Power Balance Italy y Sport Town, a penas de 300.000 y 50.000 euros respectivamente .
Por otra parte, la Australian Competition and Consumer Commission (ACCC) de Australia, como su propio nombre indica, ha condenado a Power Balance a :
a) Eliminar afirmaciones engañosas de su web y sus envoltorios.
b) Publicar anuncios informando a los consumidores que su empresa ha realizado afirmaciones que no pueden demostrarse.
c) Ofrecer reembolsos a todos los consumidores que sientan que han sido engañados.
d) Retirar las palabras "tecnología para el rendimiento" de la propia pulsera.
1 Enlace a sanciones recibidas (España): www.facua.org/es/noticia.php?Id=5437
2 Enlace a sanciones recibidas (Italia): www.facua.org/es/noticia.php?Id=5544
3 Enlace a sanciones recibidas (Australia): www.facua.org/es/noticia.php?Id=5579