Edición 2012 - Número 252
El año 2012 anuncia, aparte de uno de tantos fines del mundo (en este caso endilgado al pueblo maya por obra y gracia del maguferío) doce meses críticos desde el punto de vista de la economía. El recién estrenado gobierno de España ha lanzado un brutal tijeretazo contra las maltrechas cuentas de la ciencia, mientras desde diversos ámbitos se alzan voces para recordar el valor de la actividad científica como herramienta de avance y, precisamente, de combate contra la situación económica que nos ha tocado vivir. La crisis asalta a la Ciencia, con situaciones realmente dramáticas (como la de un GRANTECAN que puede ver paralizada su actividad) pero sirve de estímulo para que, aprovechándose de la desesperación individual y colectiva, surjan los cuentacuentos de la trola paranormal: echadores de cartas, futurólogos y demás bufones de parecido pelaje se han aposentado en una franja de la programación televisiva para hacer negocio de la necesidad. ¿Hasta cuándo?