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¿Son realmente nocivas las radiaciones que
emiten las antenas de telefonía móvil?
¿Y los teléfonos? La respuesta la tenemos
en este monográfico publicado por los Museos
Científicos Coruñeses. La versión
PDF puede descargarse en: http://www.casaciencias.org/mc2responde/monografias/Antenas.pdf
Antenas
y salud
Monografías de Comunicación Científica
Museos Científicos
Coruñeses
A lo largo del pasado
mes de febrero de 2002, los
Museos Científicos Coruñeses pusieron
a disposición de la ciudadanía una línea
telefónica a través de la cual se recogieron
sus inquietudes acerca de las antenas de telefonía
y, sobre todo, acerca de los efectos que sus radiaciones
pueden producir en el ser humano.
Durante el tiempo que se mantuvo operativa la línea,
se recibieron cientos de llamadas solicitando más
información sobre este tema que ha acaparado
el debate social en los últimos meses. Unas
cuestiones a las que se pretende dar respuesta en
esta monografía.
¿Qué diferencias hay entre las distintas
ondas y radiaciones?
Hay ondas de muchos tipos, como las del sonido que
provoca una guitarra y se
transmiten por el aire, o las que se ven en la superficie
del mar. Son ondas materiales. Las
ondas o radiaciones electromagnéticas no son
materiales y pueden existir en el vacío,
por eso nos llega la luz del sol y de las estrellas.
También existen otras
radiaciones que no son ondas electromagnéticas,
como algunas emisiones radiactivas que están
formadas por partículas materiales.
¿Qué
es la frecuencia de una radiación?
Podemos decir que la unidad de radiación electromagnética
es el fotón. Y los fotones
de distintos tipos de ondas se diferencian por su
frecuencia; la de los fotones UVA es mayor que la
de los fotones de infrarrojos, y menor que la de los
rayos X. La que emiten las antenas y terminales de
telefonía móvil es de 900 MHz (megahercios)
o de 1.800 MHz. Mayor frecuencia
implica mayor energía. Por eso un
fotón de rayos X es cinco mil veces más
energético que uno de luz visible y diez mil
millones de veces más que los que emiten los
teléfonos móviles.
¿Qué
es la intensidad de una radiación?
La intensidad de una radiación, o la
cantidad de fotones que lleva asociada,
también es muy importante. Aunque la frecuencia
de las microondas de un horno y las de un teléfono
móvil es parecida, la intensidad de la radiación
que emite el horno es unas cinco mil veces mayor que
la del teléfono.
¿Qué
diferencias hay entre radiaciones ionizantes y no
ionizantes?
Nuestro mundo está lleno de ondas electromagnéticas.
Unas pocas son visibles y se manifiestan en los colores
de las cosas. Otras las podemos sentir en forma de
calor (las infrarrojas), o detectar con aparatos (las
de radio, telefonía, radar o TV). Las
ondas capaces de romper moléculas (rayos X,
gamma) se llaman ionizantes, mientras que las no logran
hacerlo se denominan no ionizantes (ondas de radio,
microondas, infrarrojo, visible y ultravioleta).
Algunas radiaciones no ionizantes pueden aumentar
los movimientos de las moléculas, lo que se
traduce en calentamiento. Los hornos de microondas
se basan en esa propiedad.
¿Es peligrosa
la radiación electromagnética?
El peligro siempre depende
del tipo de radiación y de la dosis.
Son peligrosas las radiaciones que pueden romper las
moléculas del cuerpo. Si eso, por ejemplo,
sucediera con nuestro ADN podría ocasionarse
un cáncer.
Es importante saber que
aunque un solo fotón de rayos X pueda romper
una molécula de ADN, miles y miles de fotones
de luz visible no pueden conseguirlo. Para comprenderlo
podemos pensar en la cantidad de energía necesaria
para lanzar una piedra al otro lado del Atlántico.
Aunque miles de personas se coordinasen para lanzar
sus piedras, ninguna de ellas alcanzaría la
otra orilla del océano.
El segundo factor a tener
en cuenta es el de la dosis, que depende de la intensidad
de la radiación y del tiempo
de exposición a ella. A diario estamos expuestos
a fuentes naturales de radiación (incluidas
algunas radiaciones ionizantes) en dosis que no son
peligrosas para la salud. Las grandes intensidades,
desde luego, implican mayor riesgo. Todos lo hemos
visto en nuestra exposición al sol.
¿Cuáles
son los efectos de las microondas sobre los seres
vivos?
Hay miles de estudios sobre los efectos biológicos
de las radiaciones. Aunque algunos demuestran que
la exposición a elevadas dosis de radiación
de radio y microondas puede ser peligrosa, existe
un umbral de exposición por debajo del cual
no se detectan efectos perjudiciales. Este fenómeno
de la exposición umbral es bien conocido, y
explica que podamos exponernos a dosis pequeñas
de rayos X (unas pocas radiografías al año)
sin que los riesgos para la salud sean mayores que
los posibles beneficios.
Algunos experimentos aislados
han detectado efectos biológicos a exposiciones
por debajo de los niveles considerados seguros, especialmente
sobre el funcionamiento del sistema nervioso. Sin
embargo, los comités de científicos
que analizan el conjunto de
todos los experimentos realizados siguen concluyendo
que estos efectos no suponen un riesgo para la salud.
¿Pueden las
antenas alterar el sueño o provocar dolores
de cabeza?
Existen
algunos estudios que relacionan el uso intensivo de
teléfonos móviles con la aparición
de dolores de cabeza, pero estos resultados no se
han podido contrastar y se desconoce el mecanismo
que podría provocarlos. Por lo que respecta
a las antenas no existe ninguna
evidencia de que puedan alterar el sueño o
provocar dolores de cabeza, lo que era
previsible dado que las dosis de radiación
que recibimos de ellas son mucho menores. Algunos
especialistas han señalado que la auténtica
causa de algún trastorno de ese tipo podría
ser el estrés ante una sensación de
riesgo que, en cualquier caso, no se corresponde con
la evidencia científica disponible.
¿Interfieren
los teléfonos móviles con otros aparatos
de uso cotidiano?
Las emisiones de un teléfono móvil son
más intensas en el momento que lo encendemos
o cuando establecemos una llamada. Si en ese momento
estamos cerca de una radio es
fácil que se produzcan interferencias
que desaparecen cuando el teléfono se ha "identificado"
en la red y pasa a operar a la mínima potencia
posible. De forma similar, un teléfono puede
interferir con los sistemas de información
de un avión o con un marcapasos que se encuentre
en las proximidades.
¿Qué
riesgo tiene utilizar un teléfono móvil?
Todos los expertos coinciden en que el principal riesgo
para la salud derivado del empleo de teléfonos
móviles reside en los
accidentes de tráfico. Se ha calculado
que la distracción que supone hablar por teléfono
mientras se conduce multiplica por 4 el riesgo de
tener un accidente. Por lo que respecta a la radiación,
no se ha podido demostrar que la exposición
por debajo de los niveles considerados seguros suponga
un riesgo para la salud. En particular, no se ha podido
demostrar su relación con cualquier tipo de
cáncer o las interrupciones del embarazo.
Sin embargo, y mientras
continúa la investigación, es posible
tomar medidas que limiten dicha exposición.
Por ejemplo, se puede optar por teléfonos con
una potencia de emisión más baja, acortar
la duración de las llamadas (no usarlos para
charlar) y limitar su uso a zonas con buena cobertura,
o acercarnos a la ventana si hablamos desde un lugar
cerrado. Los expertos también aconsejan no
acercar el teléfono al oído.
¿Qué
radiaciones electromagnéticas puede haber en
las viviendas? ¿Existen pantallas para evitarlas?
El hecho de que podamos escuchar la radio, ver la
televisión o hablar por un móvil dentro
de una casa nos indica que estas radiaciones de baja
frecuencia atraviesan las paredes. Para impedir el
paso de todas estas radiaciones sería necesario
construir un grueso blindaje que, aún así,
no evitaría la existencia de otros campos magnéticos,
como los producidos por los hilos de la corriente
eléctrica.
En conjunto, la
corriente eléctrica y los electrodomésticos
de casa generan un campo electromagnético de
50 Hz cuya intensidad se mantiene muy por
debajo de los límites considerados seguros.
También generan campos adicionales las pantallas
de televisión y monitores de ordenador, teléfonos
inalámbricos y móviles.
Procedentes
del exterior nos llegan todas las emisiones de radio,
televisión y telefonía móvil.
También de las antenas de urgencias médicas,
bomberos, policía y protección civil;
los sistemas de radar y los de comunicación
vía satélite. En general, las paredes
de una casa atenúan entre 3 y 20 veces la intensidad
de los campos procedentes del exterior.
¿Son seguros
los hornos de microondas?
Los hornos de microondas generan un intenso campo
electromagnético de radiación de unos
2.450 MHz de frecuencia que penetra en los alimentos
y tiene la energía adecuada para hacer vibrar
las moléculas de agua, aumentando así
la temperatura. Para aumentar su eficacia, las paredes
del horno hacen rebotar las microondas que así
pasan varias veces por los alimentos. La
junta de la puerta es el punto más frágil
del sellado de un horno de este tipo, aunque
normalmente sólo se encuentran fugas si ha
caído al suelo. En el caso de fugas, la radiación
saliente supone un riesgo para las personas que se
encuentren cerca, que notarían una sensación
de calor especialmente peligrosa para los ojos, una
parte del cuerpo en la que la falta de riego dificulta
la disipación del calor.
Si sustituyésemos
el generador de microondas del horno por el que hay
en un teléfono móvil, trabajando Ininterrumpidamente
a la máxima potencia tardaríamos más
de diez días en hacer hervir un vaso de agua.
¿Es más
seguro alejar las antenas de los núcleos de
población?
Si se alejasen las estaciones base de telefonía
de los núcleos urbanos, las antenas y teléfonos
tendrían que emitir con mayor potencia para
hacer posible la comunicación. Ello
supondría un aumento de la intensidad de la
radiación recibida tanto por los usuarios de
los teléfonos como por el resto de los ciudadanos.
Los sistemas de telefonía
móvil dividen el espacio a cubrir en un esquema
de "células", cada una de las cuales
está bajo la cobertura de una estación
base. Cuanto menor sea el tamaño de la célula,
menor será la potencia a la que tienen que
emitir tanto el teléfono como la propia antena.
¿Qué
radiación reciben los inquilinos de una casa
con antenas en la azotea?
Todas
las antenas se colocan sobre un poste o soporte que
no emite radiación alguna. Las antenas de telefonía
están diseñadas de tal forma que la
radiación electromagnética se proyecta
de forma horizontal y con una leve inclinación
hacia el suelo. Por ello, el espacio situado
inmediatamente debajo de una antena puede recibir
más radiación procedente de otra, aunque
esté situada a cientos de metros de distancia.
¿Emiten las
antenas de telefonía siempre la misma cantidad
de energía?
La intensidad del campo electromagnético de
una antena de telefonía depende
del número de personas que en cada momento
usan el teléfono dentro de su zona de cobertura.
Así se explica, por ejemplo, que en general
sus emisiones sean más débiles en horario
nocturno. Por eso existen normas sobre cómo
y cuándo hacer las mediciones.
¿Por qué
a veces hacen ruido las antenas?
Aparte de antenas, las estaciones base de telefonía
cuentan con sistemas de alimentación y refrigeración
dotados de transformadores. Todos los transformadores
emiten un zumbido que se puede transmitir
al suelo en forma de vibraciones audibles si el aislamiento
no está bien instalado. El ruido que algunas
personas asocian a las antenas nunca procede de la
radiación.
¿Hay muchos
tipos de antenas?
En la azotea de un edificio podemos encontrar, aparte
de pararrayos y antenas de
radio y televisión, antenas de telefonía
fija, radioenlaces y antenas de telefonía móvil
para los sistemas analógico y digital.
Todas ellas emiten ondas de frecuencia entre 1.000
KHz y 3.000 MHz. La ley establece que en cualquier
lugar, la intensidad del campo generado por el conjunto
de estas emisiones no puede superar los límites
establecidos como seguros.
Muchas antenas de telefonía
móvil tienen forma de panel vertical y cubren
un ángulo horizontal de 120 grados, por lo
que es habitual verlas en grupos de tres orientadas
para cubrir todo el horizonte. En ocasiones hay tres
de estos paneles orientados en cada dirección,
pero en esta disposición sólo el central
actúa como emisor.
¿Son peligrosos
los campos electromagnéticos producidos por
los cables de alta tensión?
Las primeras voces de alarma sobre los peligros de
los campos electromagnéticos para la salud
surgieron en EEUU hace treinta años, hablando
de los posibles efectos de los campos producidos por
los tendidos eléctricos. Desde entonces y a
pesar de que se han estudiado de forma exhaustiva,
no se han podido encontrar pruebas que demuestren
esta relación, ni siquiera entre
los profesionales que pasan mucho tiempo cerca de
estas instalaciones.
Los tendidos eléctricos
generan campos de 50 Hz, pero la intensidad puede
ser grande en las líneas de alta tensión.
Al igual que ocurre con todos los campos electromagnéticos,
su intensidad decrece con el cuadrado de la distancia.
A diez metros del cable la intensidad es diez mil
veces menor que a diez centímetros.
¿Seguirán
aumentando las emisiones por ondas electromagnéticas?
Se prevé que el auge
de las comunicaciones inalámbricas se mantendrá
con la telefonía móvil de tercera generación
(UMTS), que convertirá los teléfonos
en algo parecido a un ordenador portátil con
acceso a servicios de datos, vídeo e internet
a través de redes fijas, móviles y de
satélite. Sin embargo, la disponibilidad de
espacio en el espectro de radiofrecuencias es limitada,
y cada vez quedan menos "huecos" para alojar
los nuevos servicios ofertados por las empresas de
telecomunicaciones.
Todas las actividades
que implican el envío de información
en forma de ondas de radio y microondas tienen reguladas
las frecuencias a las que deben ceñirse. Algunos
ejemplos son los mandos a distancia, los transmisores
para vigilar a enfermos y bebés; juguetes de
control remoto, collares de control de fauna salvaje,
comunicaciones con vehículos espaciales, radares
para el control de tráfico aéreo o el
sistema GPS de posicionamiento por satélite.
¿Son más
sensibles los niños a las emisiones de microondas?
Algunos organismos han recogido la recomendación
de limitar el uso de los móviles entre los
jóvenes y de evitar la instalación de
antenas de telefonía en las cercanías
de colegios, hospitales, parques y centros de ocio.
Tales medidas no se deben a que se hayan identificado
riesgos concretos en estas situaciones, sino que se
plantean como una forma de disminuir la percepción
de riesgo por parte del público.
¿Por qué algunos países han
rebajado los límites de exposición?
Las autoridades de Suiza y algunas regiones italianas
han rebajado notablemente los límites de exposición
recomendados por los principales organismos internacionales.
Pretenden "mantener las emisiones tan bajas como
resulte técnicamente posible y económicamente
sostenible". En la práctica, estas restricciones
no se aplican a teléfonos móviles, electrodomésticos
o equipos médicos. Las
asociaciones de expertos y organismos internacionales
competentes en la materia han criticado unas medidas
en las que priman los intereses políticos sobre
los científicos.