Edición 2012 - Número 258
Juan Antonio Aguilera Mochón
La UGR, a través de su vicerrectorado de Estudiantes, acaba de anunciar un nuevo módulo de talleres para junio-julio en la Casa de Porras. Tras la denuncia de UNI Laica del módulo de marzo-mayo por el carácter pseudocientífico de bastantes de los talleres, la respuesta institucional ha consistido en la eliminación del ‘crédito’ de que disfrutaba cada taller. Ha sido una eliminación indiscriminada, y por lo tanto injusta. Y, por otra parte, aunque ahora hay menos, se siguen ofertando talleres que, atendiendo a la descripción que de ellos se hace (http://goo.gl/Xl1pH), tienen un contenido contrario a la ciencia y a la racionalidad:
Reflexología podal: Aunque en la descripción se ve revuelta con la meditación y el chi-kung, sigue apoyándose en la planta de los pies, donde se dice que tenemos una especie de mapa bidimensional, un plano reflejo de todo el cuerpo (a escala entre 1:7 y 1:9; 1:4 en el caso de ‘big foot’). Si esto fuera cierto, podríamos decir que todos tenemos pies-planos.
Kriya Yoga: Propósito notable, el de “entender el sistema energético del cuerpo, su funcionamiento y su importancia” explicándolo a través de ‘Chakras’, ‘Nadhis’…, cuyo único inconveniente es que no se ha demostrado que existan.
Chi-kung: Se dice que es “especialmente eficaz para tratar enfermedades crónicas. Sus poderes curativos se han visto comprobados en las siguientes alteraciones: Dolores crónicos, Hipertensión y arteriosclerosis, Alteraciones respiratorias y digestivas, Stress, Neurastenia y Trastornos sexuales”. Como no se han probado esos poderes curativos, y su base teórica parece una ocurrencia de ‘la Blasa’, este curso se encuadraría mejor en la enseñanza de la narrativa china, en particular del cuento.
El Rector de la UGR opina que impedir que la Universidad ofrezca talleres y cursos pseudocientíficos (es decir, en los que hay engaño) como los señalados, y los ya denunciados del Instituto Confucio, sería una forma de “censura”. En UNI Laica opinamos, en cambio, que eso sería rigor científico y compromiso social, mientras que ofrecerlos supone hacerse cómplices de un fraude.
Juan Antonio Aguilera
Profesor de la UGR y miembro de UNI Laica y de ARP-SAPC
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