Para C.Ll. y A.B. ÍNDICE Introducción 1.- Extensiones general y particular del problema 2.- Cronología reciente del EPE 2.1. Desde 1986 hasta 1990 2.2. Desde 1991 hasta 1995 3.- Tipología elemental 3.1. Posibles y probables amerindios 3.2. Impostores de lo amerindio 3.3. Sus epígonos criollos 3.4. Sus epígonos európidos 4.- Miscelánea 5.- Conclusión Notas y bibliografía Antonio Pérez Los Salones Camino de la Buena Vista 10.516 Valencia de Alcántara (Cáceres) - 79 - II Congreso Nacional Sobre Pseudociencias RESUMEN La etnociencia -entendida aquí como sabiduría práctica de los indígenas- y la antropología -saber de los alienígenas sobre los indígenas-, constituyen dos más entre las disciplinas saqueadas por los esotéricos. Este trabajo versa sobre la amplitud y la variedad del Esoterismo Pseudoindigenista Español (EPE), desde el año 1986 hasta la actualidad. No son considerados en este análisis otros importantes aportes étnicos al esoterismo, a saber, los saqueados a los afroamericanos y a los asiáticos, indígenas ó cosmopolitas: hindúes, chinos y, en especial, tibetanos. Los aportes de los indígenas de EEUU y Canadá son tenidos en cuenta cuando se confundan con lo amerindio; es decir, en la medida en que, a los ojos del público español, aparezcan como pertenecientes a una supuesta unidad de los indígenas americanos. El EPE supone la importación y comercialización por parte de gropúsculos esotéricos españoles de la espiritualidad y de la terapeútica amerindia atribuyéndolas a ambas una gran eficacia contra el malestar social -y, sobre todo, individual- de los españoles en particular y de Occidente en general. A efectos expositivos, después de una introducción comentando la presencia en un foro internacional de alguno de éstos gropúsculos, se hace una revisión cronológica (1986-1995) de sus principales manifestaciones para continuar con un análisis cuasi-textual basado en el origen étnico de los protagonistas: amerindios (auténticos e impostores; chamanes ambos en su mayor parte) y sus epígonos occidentales (divididos, a su vez, en criollos y európidos). Ligera mención aparte merecen los productos -mayormente, tangibles- comercializados por el EPE y la música de supuesto origen amerindio utilizada en los círculos del mismo. La conquista (espiritual) de los conquistadores: El esoterismo pseudo-amerindio en España Introducción Las reuniones del Grupo de Trabajo sobre Poblaciones Indígenas (1) que, desde hace trece años, se celebran las últimas semanas de julio en el Palais des Nations de Ginebra, se han convertido -una vez transcurrido el Quinto Centenario-, en el foro donde se reúne mayor número de indígenas de todo el mundo. Puesto que unos cuatrocientos aborígenes suelen asistir a estas reuniones, convirtiéndolas en un espacio público de encuentro y de denuncia, es frecuente tropezarse en ellas con una amplia gama de organizaciones indigenistas, instituciones y personajes que les acompañan. En la reunión de este año de 1995, además de las inevitables asistencias de extemporáneos como los Boer de Sudáfrica, pudimos observar como una organización esotérica española intervenía públicamente. Desde luego que no es la primera ocasión en la que gropúsculos esotéricos de América Latina -pseudoindígenas y/ó pseudoindigenistas-, asisten a este Grupo de Trabajo. Por ejemplo: en 1994, se contó con la presencia de dos sedicentes indígenas, M.M.A. y A.A., mientras que, en 1995, han aparecido la C.M.W.U. (2) y la G.F.U., representada ésta última por P.R.S., con residencia en Cádiz (España). Como en este trabajo nos vamos a limitar al análisis del pseudoindigenismo latinoamericanista esotérico español -es decir, que no incluimos a los amerindios de los ámbitos anglófono y francófono-, dejamos para ulterior ocasión las observaciones que merecen las tres primeras presencias arriba citadas para centrarnos en el debido comentario sobre el significado que atribuimos a que -creemos que por primera vez-, un - 80 - II Congreso Nacional Sobre Pseudociencias grupo esotérico español, la sucursal gaditana de la GFU, haya intervenido en la tribuna ginebrina sobre los pueblos indígenas. La GFU (Gran Fraternidad Universal), fundada en Caracas en 1948 por Serge Raynaud de la Ferrière, es la expresión concreta de sus enseñanzas universales, enseñanzas al alcance de cualquiera puesto que los grandes conocimientos, experiencias y comprensión de las leyes fundamentales de la existencia, de este científico y humanista Francés, son presentadas en forma de síntesis a través de Sus 100 Obras literarias, como principios y métodos concretos de vida. Hoy por hoy, la GFU se autodefine como una Organización Civil y Cultural que tiene por objeto reunir la Ciencia, el Arte y la Religión para el mejoramiento intelectual y la reeducación espiritual de la humanidad bajo los principios universales de Fraternidad, Unidad, Tolerancia, Verdad y Paz. P.R.S., Pilar Rodríguez Santos, funge en la GFU como Hna. Lic. Coordinadora del Programa Solidaridad con el Mundo Indígena y en tal calidad presentó en Ginebra un informe sobre su visita a una aldea kogi (Sierra Nevada de Santa Marta, Colombia) (3). Asimismo, intervino para apoyar la propuesta de que 1996 fuera el año de la Década Internacional de las Poblaciones Indígenas temáticamente dedicado a la Salud. Item más, aprovechando lo aprendido entre los Kogi, PRS leyó toda una declaración de sus principios: Quizás las poblaciones indígenas sean los más pobres de entre los pobres en recursos económicos (no en naturales) pero poseen el oro esencial que quizás nosotros, los no indígenas, hayamos perdido; como es la Sabiduría Natural. Es por ello que debemos ir con el ánimo de reencontrarnos con los valores culturales perdidos: La sencillez, la pureza, la intuición, la fortaleza psíquica, la armonía, pudiendo así encontrar que son poseedores de la Ciencia del Buen vivir. La vida comunitaria de los indígenas (su carácter grupal) son un ejemplo de nuevas formas de vida y de convivencia para el futuro acorde con la NATURALEZA y sus leyes. Inútil resultaría buscar en este informe -léase como sustantivo y como adjetivo-, la menor alusión a los graves problemas que actualmente enfrentan los Kogi: precaria ó nula titulación colectiva de tierras, irrespeto a sus resguardos, ejército-narcotráfico-guerrilla, invasión colonizadora, enfermedades, etc.; si acaso, alguna breve mención al alcoholismo introducido por los colonos. Por lo tanto, en un foro como el ginebrino que también es de denuncia, las aportaciones indigenistas de la GFU resultan perfectamente negligibles. Quizá para compensar este olvido de los problemas cotidianos locales, la GFU se embarca sin dudarlo en la hercúlea tarea del mejoramiento intelectual y reeducación espiritual de la humanidad. Conseguir tal objetivo puede parecer a algunos escépticos una empresa sobrehumana pero no olvidemos que cuenta para ello nada menos que con las 100 obras literarias de su fundador; al parecer, en el centón de este centenar de libros se pueden encontrar los sistemas y métodos que para el perfeccionamiento individual ofrece la GFU: Yoghístico, Naturista, Cosmobiológico, Arqueométrico, Ecológico, etc.. Pues bien, por un lado el desinterés por los problemas actuales de los indígenas que se resuelve en los idílicos retratos (comunión-con-la-Naturaleza incluída) que de ellos nos ofrecen los esotéricos y, por el otro, la fatal recurrencia a la figura de un generalmente verborreico Maestro (y, sobre todo, a la universalidad de las enseñanzas y terapeúticas de éste), son notas características del discurso irracionalista -no sólo de la GFU sino del Esoterismo Pseudoindigenista Español, en adelante EPE- que encontraremos como norma en todos los casos que siguen. Y es que -obviamente no es casualidad sino norma-, en cada gropúsculo esotérico podemos encontrar las señas de identidad del irracionalismo elitista. Dicho - 81 - II Congreso Nacional Sobre Pseudociencias sea con sus palabras: en cada microcosmos podemos encontrar el macrocosmos. De cuando el elitismo redunda en racismo -así aparente ser un racismo a la inversa-, y éste, a su vez, en saqueo de la espiritualidad amerindia, tratan las siguientes notas. 1.- EXTENSIONES GENERAL Y PARTICULAR DEL PROBLEMA Hace tres años, el IV Festival Magic 92 Internacional, el mayor escaparate comercial del esoterismo español, supuso una convocatoria de 80 kioskos y unos 25.000 visitantes en tres días de mayo: en 1995, la séptima edición de esta feria ha contado con 150 kioskos y unas previsiones de 80.000 visitantes para igual número de días (4). Para hacernos una idea cabal del crecimiento del esoterismo español, a estas inauditas tasas de crecimiento en tres años -del 187% y del 320%, respectivamente-, hay que añadir la continuada aparición de librerías y centros de variopinto tipo, personajes, libros, videos, programas de televisión y hasta enciclopedias (5). Hoy, dentro de este preocupante panorama, el EPE de tema latinoamericano que hoy nos ocupa, sigue teniendo (¡albricias!) una consideración marginal. Por ejemplo, revistas mensuales como Año Cero suelen dedicar a los amerindios -una vez al trimestre-, uno de sus siete u ocho artículos de fondo (6). Otro ejemplo: en lo que se refiere al mercado de libros, de los 114 temas de interés en los que la Librería esotérica El Sendero divide su catálogo, sólo la casilla chamanismo -y, en menor medida, civilizaciones, mitología y religiones-, cubre esta faceta del irracionalismo militante -calculamos que ello supone un 4% de la producción editorial catalogada-. Por su parte, entre las 92 subdivisiones del mucho más profuso -más de 4.500 títulos- catálogo de la Librería Karma (fundada en 1977) cumple igual función la titulada sanadores y magnetismo (52 títulos, de ellos 4 referentes a lo amerindio) aunque también se encuentran textos similares en autores: Carlos Castaneda (18 títulos), civilizaciones desaparecidas (21 títulos, de ellos 8 amerindios) y varios (98 títulos, de ellos 24 amerindios). En total, 54 títulos amerindios lo que supone poco más del 1% de la producción editorial catalogada. No obstante, para corregir el optimismo indigenista subyacente a esta descripción panorámica, conviene señalar que la influencia del EPE dentro de los círculos más amplios del esoterismo español puede ser mayor de lo que indican los anteriores datos pues trabaja -sobre todo como sanación-, en grupos quizá reducidos pero, desde luego, reacios a la movilidad intraesotérica -es decir, que sus adeptos no suelen derivar a otras terapeúticas y otros gurúes como, por lo demás, es habitual en el maremagnum esotérico-. 2.- CRONOLOGÍA RECIENTE DEL E.P.E. 2.1. Desde 1986 hasta 1990 Los intentos de periodización histórica de movimientos sociales multiseculares -como es el caso del esoterismo-, pueden adolecer de subjetivismo por parte del investigador; ello suele manifestarse en la sospechosa coincidencia entre las fechas señaladas como significativas y las que señalan el comienzo del interés del estudioso por el movimiento en cuestión. No obstante, siempre podemos escudarnos en que las periodizaciones no pasan de ser convenciones y, como - 82 - II Congreso Nacional Sobre Pseudociencias tales, sólo dependientes de alcanzar un consenso en el arbitrio colectivo. 1986. Una vez subrayadas las anteriores salvedades, podemos situar el comienzo público del auge actual del esoterismo pseudoindigenista español en el año de 1986. En abril de aquél año, se celebró en Madrid el llamado 1er. Symposium Internacional sobre Antropología, Mitos y Tradiciones (7). Entre otros, participaron en esta reunión el chileno Víctor Vial (profesor de Derecho Civil quien disertó sobre Isla de Pascua: Puerta de entrada a mitos ocultos) y el peruano Juan Camargo Huamán (8) (Antropólogo. Físico, sobre Filosofía, mística y clasificación de las enfermedades y curanderos de la cultura andina). Es de señalar que el esoterismo español utilizó para esta su primera incursión pública en los terrenos del indigenismo el paraguas de la antropología. Pero fué el caso que don Julio Caro Baroja, aunque anunciado, no llegó a presentarse (cfr. nota 14), al igual que hicieron otros antropólogos incluidos en el Programa de Actos. Item más, el famoso periodista Alberto Oliveras, a quien le fué encomendada la lección inaugural, ante las presiones de quien esto suscribe (9), tuvo que reconocer públicamente en esa ocasión que no sabía nada de antropología. 1987. En 1987, se publica en México una de las obras más leídas del esoterismo pseudoindigenista: la novela Regina, 629 páginas en las que se mezclan la matanza del 2 de octubre de 1968 en Tlatelolco-Plaza de las Tres Culturas, los lamas tibetanos y las pirámides de Teotihuacán. Sin embargo, esta obra se demoró al menos cinco años en popularizarse en los círculos del EPE por lo cual, por ahora, no abundaremos en ella (10). 1988. Volviendo a España: quién sabe si para evitar los incidentes habidos con los antropólogos ó por causas aún más prosaicas, el caso es que, en 1988, para la continuación de aquél Symposium de dos años atrás los mismos organizadores -con Francisco Sánchez al timón-, se abstuvieron de hacer mención alguna a la antropología en la convocatoria en Madrid de su II Congreso Nueva Era. Alternativas a la crisis. Ello dió paso a un galimatías de esotéricos (E. de Vicente, J. Gª Atienza) y de filósofos periféricos al esoterismo (J.Mª Poveda, S. Paniker). En esta ocasión, la única contribución claramente EPE fué la de Marysol González Sterling -de quien hablaremos más adelante, cfr. infra, #3.1. y 3.4., introdujo en España, este mismo año, a D. Ywahoo y, en 1991, a R. Tigre Pérez, cfr. infra, #3.1.- que disertó sobre La Tierra asciende: desde el calendario Maya y el I Ching a la Nueva Era. Por las mismas fechas, el Proyecto Uru, despierta verdaderos entusiasmos en los círculos EPE. Dirigido por el acomodado aventurero Kitín Muñoz, este Proyecto consistía en navegar por el océano Pacífico en una totora construida por los Aymara del lago Titicaca. Según la revista Psinauta, con ello se pretendía demostrar que fué el mar la vía de conexión entre las antiguas civilizaciones muy lejanas entre sí. Nada podía agradar más a éstos gropúsculos que la demostración empírico-comercial de que los amerindios habían influido decisivamente en las civilizaciones orientales; así la barca Uru -quizá sobrecargada por las etiquetas de las marcas patrocinadoras-, nunca llegara a las costas ni de Catay ni de Cipango. También en 1988, el gropúsculo Sadhana intenta -sin éxito, a pesar de la colaboración del Ayuntamiento de Madrid- organizar Planetaria 88. Encuentros en la Nueva Era. Aunque, en la enumeración que hace de los valores de la Nueva Era, aparece en primer lugar la solidaridad entre los pueblos y, de hecho, se acercó a círculos indigenistas, lo cierto es que su supuesta defensa de los amerindios era demasiado contradictoria con los actos de quienes - 83 - II Congreso Nacional Sobre Pseudociencias creemos en la idea universalista y en la cultura planetaria. 1989. Al año siguiente, 1989, desaparecen casi todos los anteriores promotores de ferias y toman su relevo organizaciones esotéricas de larga data como Karma 7 (La revista de las paraciencias, enigmas y misterios del mundo): comienzan las ferias Magic Internacional (cfr. supra, #1, nota 4 y passim). 1990. En 1990, el auge del ecologismo popular de estos años consigue que afloren ramas pseudoecologistas en el proteico árbol del esoterismo español. Una de ellas intenta organizar un Planetaria 90. Festival de la Tierra -con parecido éxito al de la antes citada Sahdana aunque ahora han pasado a llamarse Netopi, Red Organización Proyectos Imaginarios-. También en esta ocasión, los promotores se acercaron a los círculos indigenistas, quizá por aquello de la comunión indio-naturaleza. Por otra parte, es curioso que Netopi ponga cierto cuidado en diferenciarse de otros gropúsculos esotéricos más peligrosos; por ejemplo, en su convocatoria señala que se desplegarán docenas de stands con los grupos representativos de lo que se viene llamando Nueva Era: (...) Tradiciones Orientales y esotéricas (no sectas) (mis negrillas). También en 1990, empiezan a hacerse frecuentes en las revistas esotéricas los artículos sobre amerindios. Es muy posible que ello sea debido a las polémicas entre los admiradores de indígenas y los secuaces de conquistadores que propicia la proximidad del Quinto Centenario. Como era de esperar, prima el tratamiento truculento de cualquier aspecto, anecdótico ó profundo, de las culturas amerindias. Por ejemplo: sobre el mezcal, se llega a decir que, hoy como en tiempos de los aztecas, es el licor más peligroso del mundo, un brebaje diabólico obtenido de la misma tierra y sazonado con gusanos rojos como el fuego, es el destructor y alucinógeno, la bebida del diablo, enfermizo, tétrico. Etc. (11) Por otra parte, hemos de reconocer que, en alguno de estos artículos, incluso se llega a citar a sensatos antropólogos -al lado de divulgadores del orientalismo como C.W. Ceram-; eso sí, siempre para apoyar fraudulentamente aproximaciones misticoides al único aspecto que de las culturas y pueblos amerindios interesa a estos articulistas: la religión. Y ello salpicado de incongruentes ukases del estilo al pueblo indio, de por sí poco hablador [¿lacónicos en culturas orales?], le horrorizan las palabras religión o rito sagrado (12). Cuando -raramente-, se abandona el terreno del pseudomisticismo para describir alguna faceta más prosaica de las culturas indígenas ó cuando -aún más raramente si cabe-, se dibuja la situación social actual de los indígenas, las descripciones que leemos oscilan, muchas veces dentro del mismo texto, entre el catastrofismo y el más desaforado de los optimismos sobre la supervivencia (espiritual) de los pueblos indígenas. En ambos casos, no pueden ser más estereotipadas; por ejemplo: El indio americano de hoy ha perdido su propia ciencia y se ha refugiado en el alcohol, la inoperancia y la inopia total. Ha muerto como pueblo antes de extinguirse; esa muerte físico-histórica que le ha tocado sufrir al pueblo indio, le ha ayudado a intensificar su vida espiritual, siendo de este modo uno de los pueblos más espirituales de cuántos históricamente se han desarrollado en la historia de las civilizaciones (13). Por lo que respecta a los grandes proyectos cinematográficos, también en 1990, aparece en España Amerindia -constituida en 1988, en Buenos Aires, con el nombre de Amerindia Art - 84 - II Congreso Nacional Sobre Pseudociencias Studio-, un gropúsculo cuya prioridad es filmar una serie televisiva titulada con dudosa originalidad, El Camino de los Brujos. El objetivo central del proyecto [dicen sus promotores, el argentino Carlos Romera Wild y la peruana Milena Ríos Guedes, a quienes volveremos a encontrar en 1992 y 1994], es captar el pensamiento mágico de chamanes brujos y curanderos de México, Perú, Bolivia e Isla de Pascua (Chile), todos herederos de la cosmogonía y ritualismos de las más grandes civilizaciones precolombinas de Iberoamérica. Para esta pareja, a lo largo de un año de investigación, se ha apreciado y comprobado que los chamanes son seres absolutamente sensibles a todo tipo de invasión; saben que la magia es un campo que les pertenece. Un año de profundas cogitaciones también les ha enseñado que un chamán es un individuo difícil de captar, oculto y conocedor de la especie humana... aunque quizá un año no fué suficiente para informarse de que los chamanes no hablan dialectos sino lenguas. En todo caso, huelga decir que el equipo filmador sa autoatribuye capacidad para superar todas las dificultades a través de un trabajo intensivo de siete meses, trabajando diez días y descansando tres. 2.2. Desde 1991 hasta 1995 1991. El año de 1991 supone el momento cumbre del EPE -resulta obvio que el clima de pro y anti-indigenismo suscitado por el Quinto Centenario no es ajeno a ello-. Según sus organizadores, el festival Magic 91 Internacional alcanza la, entonces, cifra record de 48.000 asistentes: buena parte de su oferta es EPE. Se funda, con una tan levísima apariencia congresual y teorética que no consigue diferenciarle de los Magic, el Foro Internacional de las Ciencias Ocultas (a celebrar en el antiguo mercado de pescados de la Puerta de Toledo, Madrid) (14). El EPE intensifica sus elucubraciones incluso en los campos arqueológicos: aparecen artículos según los cuáles el más antiguo grupo étnico de América tuvo su refugio en las estribaciones orientales de los Andes (15) mientras que se siguen encontrando paralelos entre las misteriosas pirámides de Güímar (Tenerife), entendidas como antesala de la Atlántida y las de Chavín (Perú) (16). Item más, otros se debaten entre creer que los Maya fueron -para nada se añade que los Maya siguen existiendo-, un pueblo que utilizó el símbolo como el vehículo esotérico y mágico para acceder y representar los secretos más misteriosos del hombre y del Universo. Y evidentemente el saber humano y cósmico no es extraterrestre y, sin embargo, concluir afirmando -en el mismo texto-, que ello no impide reconocer que en la tradición maya se habla de hombres voladores -es decir, según la limitada imaginación pre- montgolfierana de los esotéricos, extraterrestres- (17). Incluso se anuncian excursiones de turismo antropológico y esotérico a Argentina y Brasil (18), aparece R. Tigre Pérez y nos vuelve a visitar D. Ywahoo (cfr. infra, #3.1.) También en 1991 -manes, lares y penates del Quinto Centenario-, los esotéricos españoles se animan a publicar textos claramente americanistas. Algunos de los más conocidos son los de Miyo (cfr. infra, #3.4.), autopresentado como fundador y guía de las comunidades españolas del Arco Iris desde 1978 a 1987. Está actualmente [1991] unido a los proyectos relacionados con Planeta Gaia y con Santiago 92. Su función esencial es la de coordinador de los clanes de Quetzalcoatl (Hispania y Meshico), vinculados a la experiencia del misterio del nagual (19). Miyo -Emilio Fiel en su DNI-, lanza a mediados del 91 su campaña Despertad el corazón de Hispania que -si logramos poner un mínimo orden en la verborrea de este enlace reconocido por los ancianos de la tradición azteca-, parece consistir en que los danzantes - 85 - II Congreso Nacional Sobre Pseudociencias concheros de México peregrinen por el Camino de Santiago para, en julio de 1992, celebrar en aquella ciudad un Consejo de Guardianes de la Tierra; es decir, para que se unan concheros y pseudoecologistas-pseudoindigenistas españoles. Empresa muy fácil puesto que, según reza la convocatoria, todas las tradiciones anuncian esta época como el tiempo del reencuentro, el de la unificación planetaria. Como podemos observar, Miyo calca, hipertrofiándola hasta la caricatura, la terminología oficial quinientista: dónde el Estado dice quinto centenario del encuentro de dos mundos, este visionario miope dice reencuentro planetario. El paralelo continúa al atribuir a España la exclusiva de iniciar tan magno como benéfico proceso: La tarea que le pertenece a Hispania en este momento, para que su corazón telúrico pueda latir unido, es vertebrar a sus pueblos [entre los que incluye desde los concheros hasta los amerindios], traspasando los desmembramientos históricos e integrando y asumiendo sus ancestrales diferencias. El 92 es la clave de paso que nos conduce a la era de la luz. Es decir, la fraseología orteguiana de la vertebración elevada a la enésima potencia del (ex) Imperio Español; en definitiva, nada que no hubieran podido firmar fascistas como Ernesto Giménez Caballero. Por otra parte, en marzo de este activísimo año de 1991, se publica el primero de una inacabable serie de libros redactados por Luis Espinoza, a) Chamalú (cfr. infra, #3.2.)(20). Este boliviano de luenga y mesiánica barba, se presenta así: Indio quechua, fundador del Movimiento Pachamama en Sudamérica y Europa, creó la Escuela Natural Runasimi en Huelva. Director de la Escuela Invisible de Medicina Andina. Fundador de las Comunidades Janajpacha en el Amazonas y en los Andes. Chamalú -y su compañera Wara nativa quéchua, instructora de danzas sagradas y terapeúticas-, no se conforma con publicar a distro y siniestro: también organiza -al menos en Girona, Mallorca y Alicante-, magnos eventos como los renombrados Salud cuerpo mente espíritu. Chamanismo: un encuentro con la realidad. Pero cuando dá el do de pecho es al convocar el I Congreso Internacional de Terapias Alternativas y Chamanismo Andino (Alicante, 1-3.nov.91) (21). En su programa encontramos desde Budismo chamánico hasta Diafreoterapia pasando, claro está, por lo que hoy nos atañe: Musicoterapia andina. Danzas sagradas de los Andes, su efecto curativo, Kallawayas. Enseñanzas de los sanadores itinerantes de los Andes, etc. Asimismo, a finales de 1991 se comienzan a conocer en España -además de otras iniciativas más ó menos iberoamericanas (22)-, dos convocatorias semi-independientes entre sí pero coincidentes de hecho: Alaska to Mexico, 500 Years of Spiritual Walks y las Jornadas de Paz y Dignidad 1992. Consistían estas iniciativas en dos caminatas, desde los extremos norte y sur de América, que habrían de unirse el 12 de octubre de 1992 en la ciudad de México. Puesto que semejante emprendimiento, por muy difundido que fuera, estaba muy lejos de las posibilidades viajeras del común de los españoles, por hoy nos limitaremos a reseñarlo (23). 1992. Y llegamos al muy mentado año de 1992; desde la óptica pragmática y, desde luego, en contra de todas las previsiones, éste fué un año de menor actividad -americanóloga en general e indigenista en particular- que el anterior. Por lo que se refiere a la feria Magic 92, con 60.000 asistentes supera su marca del 91 aunque la atención que prestó al EPE fué menor (de nuestro tema, sólo hubo una conferencia, Teotihuacan: la ciudad de los Dioses). En la otra feria, el Foro Internacional de las Ciencias Ocultas, de las 24 conferencias anunciadas, sólo una de ellas, Mesa ritual de chamanismo andino, por Gerardo Pizarro, Chamán (cfr. infra, #3.3.), puede considerarse plenamente EPE. Al igual que el año pasado, D. Ywahoo y Tigre - 86 - II Congreso Nacional Sobre Pseudociencias Pérez (cfr. infra, #3.1.), vuelven a España -con todas las anuencias oficiales, sobre todo Ywahoo-. Por su parte, las revistas esotéricas dedican en algún caso números monográficos a las conmemoraciones quinientistas. Una de ellas, Más allá, lo titula, como era de esperar, Más allá del Descubrimiento -portada: una alegoría de Dalí, con Gala como virgen de Guadalupe-. Otras, llegan a incluir en algún número no uno sino hasta dos artículos sobre los amerindios (24), ó anuncian profusamente la llegada de chamanes más ó menos amerindios - como Rodolfo Flores, mexicano, a quien encontraremos de nuevo en los dos años siguientes-, convocan a las fiestas en Machu Picchu, Cuzco y Lima -escenografías con tecnología punta-, ó a exposiciones organizadas por gentes en el límite entre la ciencia y la pseudociencia -como la celebrada en Palma de Mallorca con piezas Kuna-Tule, Tikuna y Tumaco- (25). Item más, la Fundación Logosófica de Brasil, Argentina y Uruguay, llegó a organizar un ciclo de conferencias bajo el lema 500 años de América. Una nueva cultura para la humanidad (Casa de Brasil, Madrid, octubre 92). Item más, los ya mencionados grupos de concheros mexicanos, entendidos como mesocráticos que reinventan las culturas precortesianas -sin mayores preocupaciones por la fidelidad y, desde luego, con menor fortuna-, intentan representar sus rituales en esta España del 92. La compañía Danza de las Insignias Aztecas es invitada por el psiquiatra J.Mª Poveda (cfr. supra, #2.1., 1988) aunque, al parecer, la invitación no llegó a materializarse porque no resultó fácil pagar a los quince guías mayores, capitanes generales y capitanes a secas, representantes de mesas, sahumadoras, sargentos y hasta ortopedistas que componían el grupo. Lástima, porque, según prometía su Capitán Primero (In Tlanextia in Tonatiuh - Que su Sol sea Brillante), las ceremonias que se realicen serán eminentemente rituales y sagradas, lo que permitirá compartir sus efectos energéticos y los beneficios espirituales con España y la humanidad presente. Otras personas que, aprovechando la ocasión quinientista, también quisieron introducirse en el mercado español fueron, por ejemplo, los criollos Ziley Mora Penroz y Malú Sierra (Chile), y los supuestos amerindios, Reverendo Louis Estrella y Jamie Sams (EEUU) (26). Algunas casualidades impidieron que el EPE se beneficiara de sus enseñanzas (27). 1993. Con la colaboración del Ayuntamiento de Móstoles (Madrid), surge una nueva feria esotérica: el Congreso Astromag (oct.93): de interés para el EPE es que disciplinas de gran éxito son el ritual chamánico, de gran espectaculridad ya que se trata de una persona que con unos palos a modo de espadas limpia el aura y consigue hacer saltar chispas de electricidad estática. Participa el Grupo Aztlán, 17 años de contactos con extraterrestres -volveremos a encontrarlos el año próximo-. Los 128 kioskos de Magic 93 Internacional esperan, en el Poble Espanyol de Montjuïc (Barcelona), mantener la marca de 1992: 60.000 visitantes. Entre las 20 conferencias anunciadas, ninguna puede considerarse EPE. Por su parte, en la miríada de revistas esotéricas también se nota la resaca causada por la inflación amerindia producida por el Quinto Centenario: no pretendemos ser exhaustivos pues ello requeriría demasiado dinero y esfuerzo y el EPE, como cualquier pulsión religiosa, no dá para tantas preocupaciones, pero el caso es que, ojeando algunas revistas de este año, sólo hemos encontrado una entrevista con Rodolfo Flores (cfr. 1994 e infra, #3.3.) Añadiremos que, en junio, Alcatel Alsthom decide apuntarse al EPE lanzando una campaña de publicidad en la que, bajo la foto de una de las famosas líneas de Nazca, se puede leer lo siguiente: Personas con imaginación han marcado el mundo de las comunicaciones, la energía y - 87 - II Congreso Nacional Sobre Pseudociencias el transporte. En Perú, los antiguos Nazca imaginaron nuevas formas de comunicarse con el universo. Porque imaginar es inventar el futuro. Por nuestra parte, describiendo el pasado, imaginamos el regocijo de los gurúes del EPE cuando vieran que, justo en el nadir de su influencia, nada menos que una multinacional presente en 110 países adoptaba sibilinamente sus expresiones no menos sibilinas. 1994. En el Foro Internacional de las Ciencias Ocultas, de 28 conferencias programadas, dos fueron impartidas por los supuestos amerindios que mantuvieron viva la llama del EPE durante el año pasado: Las energías del chamanismo (por Rodolfo Flores. Chamán mexicano) y Al borde de una nueva generación (por el Grupo Aztlán). Carecemos de datos sobre Magic 94. A principios de año, comienza a conocerse de ACENA, Academia Europea de Naturopatía, afiliada a Universidad Nacional de la Amazonia. Autorizado por el MEC y el CEC de la Junta de Andalucía. Reconocido por la Sociedad Española de medicina Holística (O.N.G.). Enseñanza impartida por Presencia y a Distancia -mis negrillas-. Resulta curioso observar que, entre las 14 Enseñanzas Profesionales Parasanitarias que ofrece este centro malagueño, podemos decantarnos por la Herbología china, el Masaje Shiatsu, la Radiónica e incluso la Sexología pero nunca por las enseñanzas específicamente amazónicas. Por su parte, el Ecocentro Esquilache (Madrid) decide prestar mayor atención al EPE. En junio, Milena Ríos Guedes -de quien ya dimos noticia directa en 1990 e indirecta en 1992, cfr. nota 27-, para nada ajena a ACENA, acude allí para dar su peculiarísima versión del Amazonas (dos días después le tocará el turno a Pepa Moreno y su Chamanismo y evolución interior). Otrosí, el diario ABC (3.VII) pone su pizca de trigo en el granero del EPE al anunciar, ¡a doble página!, que Palenque desvela los últimos enigmas de los mayas. Una vidente francesa que se encontraba en el lugar les había explicado [a los arqueólogos A. Glez. Cruz y F. López Jiménez] que al subir a la parte superior del templo [XIII] con un péndulo en sus manos, la energía que sintió fue tan intensa que soltó el aparato. Y si las videntes resultan esta temporada arqueólogas natas, no menos sorprendente es aprender que, para José Luis de Pablos, presidente de la Asociación Astrológica Madrileña, a la Casa de América la protege Cáncer como signo de familia, de hogar, de agua; no tenemos que olvidar lo de la madre patria, pero tampoco que el palacio de Linares [donde la susodicha casa tiene su sede] fue hasta hace poco el edificio particular de una familia. ¡Ah!, y por lo del agua, recordemos que este edificio perteneció, por algún tiempo, a la Transmediterránea -en nuestra pedestre ignorancia, siempre habíamos creído que, salvo en los palafitos, el hogar se asociaba al fuego: fuí sobre agua edificada/mis muros de fuego son, que decían de Madrid-. 1995. En el Magic 1995 -ya hemos dicho que sus organizadores pronosticaban alcanzar los 80.000 visitantes-, de 12 conferencias, sólo pertenecería al EPE la titulada Introducción al chamanismo operativo (por Jorge Ruiz, cfr. infra, #4, productos). Una revista inaugura este año con una foto-cartel de un indígena de EEUU y la sentencia Ahora que Occidente -ese accidente mortal para la humanidad- cae en su ocaso sin honras fúnebres, el próximo milenio les contempla al amanecer de una nueva cultura (28). En abril, Nelson David Benavides Vargas y Ana Ligia Arango Arango (Colombia)(cfr. infra, #3.3.), presentan en la Casa de América su exposición Los aborígenes americanos y las raíces de la medicina. Magia, Medicina y Chamanismo -a la vez que dictan conferencias y - 88 - II Congreso Nacional Sobre Pseudociencias sanan, a 20.000 ptas. la consulta, a quienes se les acercan-. En esta muestra se exhiben imitaciones de discos giratorios de la cultura Nariño, formas sugestivas, inicialmente estéticas, donde el círculo de la totalidad se llena de imágenes compuestas, abstractas, que de por sí tienen un contenido. Formas que en un estado estático conforman un lenguaje de comunicación a niveles energéticos que no sospechábamos; quince formas distintas hasta ahora investigadas por nosotros, con posibilidades de combinaciones infinitas. Conocimiento ancestral que comienza a tener de nuevo plena vigencia en todo el planeta. Finalmente, pareciera como si las críticas a C. Castaneda en particular y al esoterismo pseudoindigenista en general comenzaran a generarse también desde dentro del mismo movimiento -y, en consecuencia, a llegar al EPE desde alguno de sus revistas-. Y ello, curiosamente, de la mano de antiantropólogos como el mexicano Víctor Sánchez quien, por lo demás, siguió en su día las enseñanzas del peruano-californiano. Las declaraciones de Sánchez a una revista esotérica española no dejan lugar a dudas sobre su empeño en independizarse del Padre-Padrone y sobre su opinión acerca de los temas que hoy tratamos: Con lo recogido en los libros de Castaneda no conseguíamos hacer gran cosa; no encuentro relación entre la obra de Castaneda y la actual realidad indígena, ni tampoco la que conocemos a través de la etnohistoria; su obra contradice todas las reglas de la ciencia social; apareció en la ciudad de México el año pasado [1993] diciendo que nunca cobraría por sus cursos y ahora las mujeres de su grupo empezaron a cobrar casi cien dólares por persona. Por lo que atañe al esoterismo pseudoindigenista, concluye Sánchez: Hay mucha gente en México [y, según lo visto hasta ahora, en España] a la que le gusta la new age y el chamanismo, pero tienen muchas ideas preconcebidas acerca de los indígenas y les encantaría encontrarse al Don Juan de Castaneda cuando van a una comunidad. Así que, cuando conocen a los verdaderos indígenas, los rechazan y dicen que no son indios auténticos; la Nueva Era es un movimiento de consumidores de ideas fantásticas; los únicos chamanes que he conocido han necesitado cuarenta años para hacerse hombres de conocimiento. Ellos no venden nada, no tienen interés en enseñarnos nada, están demasiado ocupados en mantener sus tradiciones y atender a su comunidad. Personalmente estoy viendo en la Nueva Era la emergencia de un racismo espiritual que me pone los pelos de punta; el chamanismo se pone de moda, pero no los indígenas, que siguen siendo víctimas de un genocidio; los wirrarikas [Huichol] padecen el acoso de los buscadores de la Nueva Era, tanto de los sinceros como de los empresarios; los indígenas norteamericanos han formado asociaciones que se encargan de apartar y procesar a esa gente que les están robando incluso su palabra. Y concluye con una certera mención a algunos aspectos colaterales del EPE: En España hay un gran nivel de tolerancia hacia el consumo [de drogas] y a mí esto no me sorprende, pues los grupos de poder recurren a las drogas para que la gente esté tranquila y no tengan ningún interés por el cambio (29). 3.- TIPOLOGÍA ELEMENTAL Una vez cumplido con el penoso pero necesario trámite de enumerar cronológicamente las actividades del EPE, sólo nos resta elaborar una mínima tipología que nos ayude a clasificar los variopintos personajes que impulsan este movimiento. Y decimos personajes porque - 89 - II Congreso Nacional Sobre Pseudociencias entendemos que sería inútil tratar de encontrar alguna suerte de diferencia ideológica ó metodológica en el EPE; por lo tanto, hemos llegado a la conclusión de que es más eficaz intentar clasificarle ad hominem -empeño que sería tan inaudito como inaceptable en cualquier otro trabajo social-. Según esta óptica, clasificamos -aunque quizá fuera más preciso decir inventariamos-, a los personajes EPE según su supuesto origen étnico. E, insistimos, decimos supuesto pues resultaría punto menos que imposible rastrear en su educación para saber si realmente crecieron como indígenas ó como criollos -al menos en lo que se refiere a los americanos-. Lo único claro, en algunos de ellos, es que se autoidentifican como amerindios -puesto que así se autopresentan en España-, aunque resulte no menos meridiano que su proceder, sus objetivos sociales y su repercusión indigenista nada tienen que ver con los intereses del movimiento indígena sino todo lo contrario. 3.1. Posibles y probables amerindios Informamos en este parágrafo de aquellos personajes, entronizados y canonizados por el EPE que se autotitulan amerindios y que, quizá, lo son -nada más que de nacimiento puesto que han elegido alejarse de sus pueblos de origen y del movimiento indígena nacional e internacional-. Dhyani Ywahoo, norteamericana de posible origen cherokee, visitó España en 1988, 1991 y 1992 (30), inicialmente para integrarse en la campaña con la que la fracción del EPE nucleada alrededor de Planet Art (31) buscaba acceder al Quinto Centenario y, poco después, para trabajar por su cuenta. Es muy probable que haya sido, durante los años reseñados, la amerindia que ha despertado mayores expectativas y ello en los más amplios círculos -llegó a fascinar a personas por lo demás razonablemente racionalistas. En 1988, sus acólitas la presentaban como miembro de la zona Etowah tradicional de la Nación Tsalagi-Cherokee del Este y es Director espiritual de la Sociedad Sunray Meditation; es la guía para todo aquel que anda el camino de la Belleza. Además de ser Maestro Espiritual Nativo Americano une dos tradiciones ancestrales al unir las enseñanzas Budista Tibetanas de la escuela Nyingma. Al parecer, además de la sabiduría oriental, poseía el conocimiento maya pues, en esta su primera visita a Madrid, no contentándose con cualquier facsímil, solicitó examinar el Códice Tro-Cortesiano asegurando que, si lo llegaba a tener en sus manos, podría descifrar la escritura maya. En 1991, se añadía: Su edad es desconocida. En sus cincuentas concibio un hijo, su nombre es Tatanka. El escogio a Dyani como su madre y a Golden True como su padre. Manifiesta no solo el ideal del Nativo Americano de la mente que cuida pero también es una maestra reconocida de la sabiduría-compasion del conocimiento Budista. Es una representante global de La Madre Tierra y es ciertamente una gran manifestación de La Gran Madre de las Americas. Ella es parte del emergente global Concilio de Mujeres Sabias. Conoce su medicina como lo hizo Hildergard Von Binge, poetisa, mistico y profeta de la edad Media. Y como la Hildergard del siglo 20, DHYANI viene a nosotros como una mujer de multiples facetas MUJER-SACERDOTISA-MISTICA-FIGURA DE MADRE en carne y hueco. Esta muy al corriente de la tradición Cristiana habiendo sido bienamadamente expuesta a las enseñanzas de JESUS y siente una unión especial con Santa TERESA de Avila. ¡Disfruta de esta visita! Es histórica. Es la historia haciendose y tu eres parte de ella. - 90 - II Congreso Nacional Sobre Pseudociencias Concedió algunas entrevistas a las revistas esotéricas. En dos de ellas se asevera: Es algo así como el Dalai Lama, pero en piel roja (32); Sentados sobre unos cojines en un piso de El Escorial, esta mujer de ojos azules [mis negrillas], pómulos altos y pacífica belleza, me expuso con voz suave:
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