Edición 2010 - Número 7 (241) - 12 de agosto de 2010
Rosa M. Tristán
(Noticia publicada originalmente en el diario El Mundo del S. XXI)
Los científicos de la NASA han comprobado que la superficie de Titán, la luna de Saturno, se está ondulando y la mejor explicación para este fenómeno es que Titán se encoge a medida que se enfría, arrugándose como si fuera una pasa.
Los expertos utilizaron un modelo nuevo que utiliza los datos del radar obtenidos por el satélite 'Cassini' de la agencia espacial americana y detectaron que hay densidades diferentes en las capas exteriores de esta luna que pueden explicar un comportamiento superficial inusual.
Titán se está enfriando lentamente a medida que lanza al exterior el calor que tuvo en el momento de su formación y, a la vez, los isótopos radiactivos de su interior están disminuyendo. Cuando esto ocurre, grandes zonas de sus océanos subterráneos se congelan, por lo que se pliega su espesa corteza de hielo, provocando un encogimiento, según concluyen los científicos en un artículo en la revista 'Journal of Geophysical Research'.
"Titán es el único cuerpo helado que conocemos del Sistema Solar que se comporta de este modo", asegura Giuseppe Mitri, primer firmante de la investigación, que trabaja en el Instituto de Tecnología de California, en Pasadena. Según Mitri, este proceso ayuda a entender cómo se formó el Sistema Solar. "Un ejemplo lo tenemos también en la Tierra, donde el arrugamiento de la capa exterior de la superficie, la litosfera, creó las montañas de Zagros, en Irán", comenta Mitri.
En Titan, los picos más altos tienen 2.000 metros de altura, como las montañas Apalaches. Las primeras imágenes de sus montañas llegaron en 2005 y desde entonces 'Cassini' ha localizado varias cordilleras cerca de su ecuador, en general orientadas de oeste a este. Todo ello sugiera que tuvieron un origen común.
En otras lunas del Sistema Solar también se han localizado montañas, pero son fruto de una tectónica de extensión (estiramiento de la corteza helada) u otros procesos geológicos, pero hasta ahora había pocas evidencia de tectónica por contracción.
Desde la formación de Titán, que los científicos creen que ocurrió hace alrededor de 4.000 millones años, el interior se ha refrescado perceptiblemente y aún está lanzando centenares de gigavatios de energía, algo que puede estar disponible para la actividad geológica.
El resultado, según el modelo, es un acortamiento del radio de la luna por cerca de siete kilómetros y una disminución del volumen de cerca de un 1%. "Estos resultados sugieren que la historia geológica de Titan ha sido diferente de la de otros astros, gracias, quizás, a un océano interior de agua y amoníaco", ha dicho Jonathan Lunine, científico de 'Cassini'.
" A medida que Cassini continúa dibujando cómo es Titán, aprenderemos más sobre el grado y la altura de montañas a través de su superficie", concluye.
URL: http://www.elmundo.es/elmundo/2010/08/13/ciencia/1281701148.html