El Escéptico Digital - Edición 2013 - Número 267
Rosa M. Tristán
(Artículo publicado originalmente en El Huffington Post).
Como en la política, la economía, los deportes... también en la ciencia hay tramposos. Afortunadamente, es un sector en el que existen mecanismos para sacar los colores a los más reputados científicos que se quieren saltar a la torera las normas. Así pasó con el clonador coreano Hwang Woo-suk y también en un caso mucho más cercano: el de un ingeniero técnico agrícola gallego llamado Gonzalo Astray Dopazo. El primero sufrió un batacazo tremendo en su carrera, del que le está costando recuperarse, pero el segundo, que vive en España, donde la ética anda de capa caída, parece que está saliendo airoso del escabroso asunto.