EL ESCÉPTICO DIGITAL
Edición 2009 - Número 7 (233) - 4 de octubre de 2009
(Noticia extraída del diario Canarias 7)
Los miembros de Cenit Expediciones no vieron en julio el eclipse total de Sol en India pero, a cambio, hallaron una sorpresa: un templo soportado por elefantes sobre el caparazón de una tortuga, posiblemente la única representación de la Tierra como una plataforma plana según la mitología hindú.
Los viajeros de Cenit Expediciones son el diseñador del Instituto de Astrofísica de Canarias Gotzon Cañada, la bióloga Erika Urquiola, la enfermera Elena Perera y el técnico del Museo de la Ciencia y el Cosmos de Tenerife Cipriano Carrillo,que recorrieron en julio unos 3.500 kilómetros en tren, a partir de Madrás, para lograr su objetivo.
Este era el de ver, el 22 de julio, el eclipse total de Sol más largo del siglo -6,37 minutos de totalidad- desde un templo hindú, al amanecer, según relata a Efe Gotzon Cañada.
La elección fue Ohmkareswar, una pequeña isla entre dos ríos y un pequeño y escondido pueblo en el centro de la India y además, según descubrieron los viajeros al llegar, un lugar sagrado y de peregrinación.
"Había una incesante marea de gente de un lado a otro, con oraciones, cánticos y tambores a todas horas, templos con olor a incienso y flores, y nervios, porque no veíamos el sol", rememora.
La mañana anterior al eclipse los viajeros cruzaron el puente hacia la isla y comenzaron a ascender a lo alto del monte: 360 escalones de piedra, de altura irregular y un calor aplastante.
Llegaron al templo de Shiva con una inmensa imagen que vigila la isla y entonces se percataron de que los fieles regresaban por otro camino más largo.
Ellos hicieron el mismo recorrido y como a un kilómetro se encontraron con que "el templo que estábamos buscando no era el de Shiva, y lo que apareció ante nuestros ojos nos dejó sin habla... el templo de Siddnath", relata Cenit Expediciones.
En la mitología hindú una de las creencias más antiguas refiere que la Tierra es una plataforma plana, sustentada por varios elefantes que, a su vez, se apoyan en el caparazón de una tortuga gigante semisumergida en un líquido lechoso. En el momento que ocurrían grandes sismos, una de las explicaciones recurrentes era que algunos animales de la base se habían movido.
"Y eso era exactamente lo que estábamos viendo: un templo soportado por una larga serie de elefantes sobre un caparazón de una tortuga (la isla) rodeada de agua por todas partes. No nos lo podíamos creer y además con sus cuatro puertas orientadas hacia los cuatro puntos cardinales".
Tras descalzarse, los miembros de Cenit Expediciones subieron, mientras sonaban los cánticos, hacia esta antigua representación de la tierra plana, de la que no han encontrado información ni referencias a esta materialización de la mitología hindú.
Para el diseñador del IAC había además otra curiosidad: él participó en la exposición "Cosmovisiones, Una esférica visión del Cosmos" que inauguraron los Reyes de España en Santa Cruz de La Palma el 24 de julio, en la que se recorre el geocentrismo y heliocentrismo como contraposición a la creencia de que la tierra era plana.
De repente el templo hindú suponía retomar los documentos e ideas en los que Gotzon había estado trabajando los últimos meses "y volverlos materia: lo tenía delante por el más afortunado de los azares".
"Ver y sentir esta representación de la Tierra plana en directo nos sobrepasó. No hay apenas documentación o no hemos sabido encontrarla. Es fascinante", señalan en Cenit expediciones.
Repuestos de la sorpresa, los viajeros se encontraron también "con un mal augurio", el inicio de las lluvias monzónicas que finalmente, en la madrugada del 22 de julio, arreciaron con furia y les impidieron ver el eclipse.
Los miembros de Cenit Expediciones regresaron desde Bombay "con algunos kilos de menos y muchas vivencias de más en la mochila", y con la vista puesta en su siguiente objetivo: el año que viene en la isla de Pascua, su próxima cita con el eclipse total de Sol. EFE