EL ESCÉPTICO DIGITAL
Edición 2009 - Número 8 (234) - 7 de noviembrede 2009
Estela Chirino
(Noticia publicada originalmente en el diario El Correo)
Hay quien le ha encontrado al fin la cara buena a la recesión que vive el planeta. Es la Agencia Internacional de la Energía (AIE), que ayer anunciaba un descenso del 3% en las emisiones mundiales de gases de efecto invernadero, fundamentalmente CO2, para finales de 2009. Sería pues la bajada más pronunciada en los últimos 40 años. A su juicio, esto se produce por la crisis, que estaría ayudando a atenuar, aunque sea de forma muy leve, el imparable avance del cambio climático. Y no fue la AIE la única portadora de buenas noticias medioambientales; la organización ecologista WWF desveló también ayer que la aportación española de CO2 a la atmósfera el pasado mes de septiembre fue la más baja de la década, aunque en este caso lo achaquen a una mayor presencia de las fuentes renovables.
La AIE hizo público en Bangkok un estudio que avala sus conclusiones. Fatih Birol, su economista en jefe, aseguró que las emisiones de estos gases, una de las principales causas del calentamiento climático, habían ido creciendo hasta ahora a un ritmo anual medio del 3%, el mismo porcentaje que ayer anunciaba, pero esta vez a la baja. El experto argumentó que «la crisis económica y financiera redujo las emisiones y gracias a ello ha creado una oportunidad para la transición del sistema energético mundial». El responsable de cuestiones climáticas en la ONU, Yvo de Boer, le da la razón en el prólogo del citado informe: «Es una ocasión única, pero hay que actuar ahora».
Gracias a dicha bajada, la AIE presenta un escenario que permitiría limitar la concentración de gas de efecto invernadero en la atmósfera a 450 ppm (partes por millón), lo que, según los científicos, haría posible que la temperatura mundial subiera 'sólo' 2 grados. «Sin tratar de recetar una solución ideal en las negociaciones, refleja un conjunto de compromisos y de políticas plausibles que podrían ser válidas», explica la organización en su texto. En este sentido, la caída de las emisiones que los expertos de la AIE vaticinan para 2009 debido a la crisis significa que «ahora es menos difícil alcanzar ese objetivo de 450 ppm que el año pasado».
Las tres cuartas partes de esta disminución del 3% están en relación con la crisis económica y un cuarto, con las medidas adoptadas por los gobiernos para luchar contra el cambio climático. Sin entrar en detalles, esa bajada prevista se produce por la caída de la producción industrial, que se concreta en un menor consumo de petróleo, de gas y de carbón.
Delegados de más de 180 países adscritos al Convenio de Cambio Climático de Naciones Unidas están reunidos desde hace diez días en la capital tailandesa para abrir el camino a un acuerdo mundial en la cumbre que se celebrará en diciembre en Copenhague, y dar así continuación al protocolo de Kioto.
La AIE destacaba ayer el papel de China, convertida en 2007 en el principal emisor de gases de efecto invernadero, por delante de EE UU: «China es hoy el principal emisor pero también es uno de los países que hace los esfuerzos más notorios para orientarse hacia un desarrollo sostenible», reveló Birol. A su juicio, si China consigue las metas que se fijó, su reducción de emisiones en 2020 -en comparación con lo que sucedería sin una determinada acción por su parte- representaría un cuarto del esfuerzo necesario a nivel mundial para permanecer bajo el tope de esos dos grados de temperatura mencionados. «Y esto es enorme; colocaría a China en primera fila contra el cambio climático», subrayó.
La AIE aprovechó para volver a insistir en que un retraso en la consecución de un acuerdo internacional se pagará muy caro. Cada año de retraso, a partir de 2010, añadirá «500.000 millones de dólares a la inversión total necesaria en el sector energético» para lograr la meta fijada, explicó Nobuo Tanaka, director ejecutivo de la organización.
Gracias a las renovables
En España, la organización ecologista WWF valoró el informe de la AIE, que, considera, demuestra claramente lo «completamente estúpido» que sería no invertir en una economía con una emisión reducida de dióxido de carbono. Precisamente, esta ONG hacía públicos ayer los datos de su Observatorio de la Electricidad: las emisiones de CO2de España han sido las más bajas de la década.
Según sus datos, en los últimos doce meses ha disminuido la demanda de electricidad -con cifras que no se veían desde la última década del siglo XX, quizás también por la crisis- y se ha reducido la aportación de CO2 gracias a un aumento de la presencia de las fuentes renovables, fundamentalmente la solar y la eólica. Además, la electricidad de origen hidráulico registró su mínimo histórico, debido, según WWF, a que los embalses españoles generan cada vez menos energía, principalmente por la escasez de lluvias, el calor y el mayor consumo de agua para otros destinos, como regadíos y usos residenciales.
URL: http://www.elcorreodigital.com/vizcaya/prensa/20091007/sociedad/crisis-…