Por cortesía de Ricardo Palma, como tantas otras veces.
ARP-SAPC en el programa "Entre probetas"
La emisión nº 112 del programa de radio 5 Entre probetas del pasado día 20 de enero estuvo dedicada a ARP-Sociedad para el Avance del Pensamiento Crítico. Durante el espacio su presentador, José Antonio López Guerrero, habló sobre los fines de la asociación, la revista El Escéptico, la página web escepticos.es y los eventos Escépticos en el Pub, en concreto el de Madrid:
Una de las reglas del hermoso juego de la Ciencia dice que la Razón no ha de aceptar algo como cierto sólo porque lo diga mucha gente, o porque lo diga gente muy importante, y que siempre hay que detenerse ante una afirmación cualquiera y dudar sobre si es o no cierta. Naturalmente, eso obliga a ir mucho más despacio, sopesando cada aparente verdad. A esta actitud, la conocemos comúnmente como escepticismo.
Quién dice que la Ciencia y, sobre todo, su Divulgación (ambas con mayúsculas) tienen que ser aburridas?¿Se puede divulgar e informar de los principales logros e hitos científicos sin dejar el humor, motor de vida, en el intento? Entre Probetas nació para informar. Entre Probetas surge para divertir. Entre Probetas describe, en apenas dos minutos, y en el tono desenfadado y directo que caracteriza a su autor, yo mismo, lo más destacado de la biología -en todas sus facetas-, medicina,tecnología o cualquier otra rama de la investigación humana. Mi labor como Profesor, Investigador y Director de Cultura Científica de uno de los mejores centros de investigación del país -Centro de Biología Molecular Severo Ochoa- me permite estar en primera línea informativa en áreas afines, o no tan afines, a mi propio desarrollo como científico; como biólogo molecular y microbiólogo.
La emisión puede oírse directamente desde la web de RTVE, o descargarse el podcast para su posterior audición.
Ejemplo de nula comunicación científica o cómo un apagón beneficia a las eléctricas
El Escéptico Digital - Edición 2013 - Número 268
(Artículo publicado originalmente en la página de la Asociación Española de Comunicación Científica).
Una vez más, esta vez para el día 30 de diciembre, se ha convocado una hora de apagón eléctrico con el lema “¡¡Hasta aquí hemos llegado!! Ahora somos nosotras las que vamos a dejarlos A DOS VELAS. ¡¡UNIDAS PODEMOS!!” Lo convoca aquí Facua Y si se leen los comentarios, la mayoría de los participantes en la página aplauden la iniciativa porque “ya está bien de que nos tomen el pelo” y “así se van enterar”, “lo van a sufrir en sus bolsillo”… Error, craso error.
No trato, Faraday me libre, de defender a las empresas eléctricas de generación. Me parece que a lo largo de muchos años han mostrado una habilidad notable para hacer que las administraciones pusieran en pie una regulación que les ha beneficiado una vez sí y la siguiente más, en contra de los intereses de los ciudadanos. Considero que son un poder omnímodo y que se inventaron, con la excusa de la competencia, un supuesto mercado, mercado sin competencia real, que no es nada transparente y en el que hacen y deshacen a su gusto y que tiene más trampas que las que el ingenuo ciudadano pueda pensar. Digo esto para que no haya equívocos entre nosotros, porque esta iniciativa del apagón lo que hace es hacerles ganar más dinero en esa hora.
El mercado eléctrico es muy complicado y en él la mayoría de las cosas no son evidentes, y por eso se producen situaciones así. De manera natural uno pensaría que si deja de consumir una hora las empresas del oligopolio eléctrico pierden esa hora de producción, luego ingresan menos. Pero no es así. En el sistema eléctrico se juega con una sustancia, la luz, que hay que producir en el mismo instante en el que se necesita, porque no se puede almacenar en grandes cantidades (y en pequeñas, como la batería del móvil, vemos que cada vez dura menos y hay que repostar con más frecuencia). Y, sobre todo, es necesario mantener siempre el equilibrio entre oferta y demanda, teniendo en cuenta que la demanda es caprichosa porque es el resultado de las decisiones de los millones de usuarios que encienden la luz cuando les parece bien, como es natural.
Ese trabajo de equilibrio imprescindible lo lleva a cabo Red Eléctrica y aquí se puede ver bien cómo es y como varía minuto a minuto. Frente a una situación anómala, como una convocatoria de apagón de este tipo en la que no sabe cuánta gente va a participar, REE tiene que asegurase de que en ningún caso se va a producir una situación de desequilibrio grande entre oferta y demanda que origine no un menor consumo durante una hora sino un verdadero apagón nacional, lo que sería un problema social de primera magnitud y de consecuencias económicas más que notables. Para controlar ese riesgo REE ordena que funcionen más centrales que estén dispuestas a subir o bajar producción muy deprisa, un servicio por el que las empresas cobran más. Esa hora del día 30, o de cualquier otra convocatoria de este tipo, habrá más centrales funcionando por si pasa algo, y cobrando por ello sus muy buenos dineros. Es decir que lo que puedan perder por menor consumo es mucho menos de lo que lo que cobran por tener estas otras centrales listas para controlar la situación y evitar la pérdida de equlibrio.
Si se pretende disminuir los ingresos de las eléctricas, es mucho más sensato apagar la luz un minuto cada día que apagar una hora al año. Es mucho más sensato usar la energía con cabeza, poner medidas de eficiencia en casa. Hay muchas y de ello se habla en este blog, en el que hay muy buenas ideas. Entre ellas, como dice su autor, Clemente Álvarez, “Lo primero para reducir nuestro gasto de electricidad es tener claro qué está consumiendo en la casa. Sin embargo, por raro que parezca, esto no resulta nada sencillo.” Como decía antes, nada es sencillo ni evidente en este mundo eléctrico, por eso hay que hacer un esfuerzo de comunicación para evitar que creamos estar asestando un golpe a las eléctricas y nos lo estemos pegando a nosotros mismos, en los bolsillos.
URL: http://www.aecomunicacioncientifica.org/ejemplo-de-nula-comunicacion-ci…
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Cancelado el EEEP Zaragoza de este mes
La charla "Radioactividad ¡cómo no!" que se iba a celebrar el día 30 de este mes de enero en Zaragoza ha sido cancelada por razones de causa mayor, aunque la organización espera que pronto puedan volver a programarla.
Mientras tanto, la organización sigue trabajando en el próximo evento, ya en febrero.
Periodismo y rigurosidad, en EEEP Tenerife
Presentación del libro "El diseño inteligente ¡vaya timo!" en Madrid
¿Qué mal puede hacer?
Acaba de salir a la luz la web "¿qué mal puede hacer?", versión española de la conocida "whats the harm?", dedicada a la documentación de los efectos nocivos, engaños y fraudes que puedan ocurrir por el uso de pseudomedicinas, supersticiones, mancias y otras creencias:
Los propósitos de esta web, de lanzar este proyecto, son varios:
- Ante todo, sacar a la luz y plasmar aquellos casos en los que, por error, falta de información, desesperación, engaño, etc., algunas personas recurren a las pseudociencias, mancias, supersticiones, creencias, sectas y otros, relacionados con la decepción (en ingles “deception”), el ENGAÑO. Aunque este engaño no sea voluntario, tiene consecuencias, ya sean económicas, de salud, sociales, etc. Finalmente, tal como sucedió con Steve Jobs, Peter Sellers o Bob Marley, ese error puede llevar a la muerte. Desgraciadamente, aquí tocará contar más de un caso así.
- Facilitar una información, que actualmente está disgregada a la comunidades como la científica, o la escéptica, para que la puedan transmitir al resto de personas, pudiendo evitar esos daños o perjuicios.
- Crear una base de datos ágil y ordenada, para su consulta de forma sencilla por cualquiera interesado. La confianza está en que los buscadores de internet puedan también dar esta información antes que la “pseudo-información” que pueda conducir a cualquiera al daño que intentamos evitar.
- Con solo información veraz y real será posible concienciar al público de que la ciencia es lo que nos hace avanzar (solo hay que mirar los últimos 150 años, p.ej.), y tiene que estar a su disposición de una forma que le llegue.
Pensando Críticamente: Economía y pseudociencia
Aquí tenéis el podcast de Pensando Críticamente. En esta ocasión hemos hablado con Jose Luis Ferreira autor del libro "Economía y pseudociencia. Crítica a las falacias económicas imperantes". Con el hablamos del estatus de la economía como ciencia, y de la pseudociencia que podemos encontrar disfraza de economía. Espero que os resulte interesante.
Os podéis suscribir al podcast de diferentes maneras: a través de iTunes, o en Yahoo, o directamente a su feed o con iGoogle.
Ordenando el Cosmos, en EEEP Valencia
Cuando la televisión española prohibió la palabra "evolución"
El Escéptico Digital - Edición 2013 - Número 274
Manuel Ansede
(Artículo publicado originalmente en el diario EsMateria).
El 18% de los españoles cree que un Dios, se supone que el cristiano, creó al ser humano tal y como es hoy en día. Es decir, casi uno de cada cinco ciudadanos no acepta a estas alturas la evolución expuesta por Charles Darwin en 1859, según un sondeo internacional llevado a cabo por el British Council.
Los resultados no son casuales. Durante décadas, en España existió un programa sistemático, impulsado por las autoridades eclesiásticas y franquistas, para borrar de la opinión pública cualquier dato que pusiera en duda el Génesis que pregona la Biblia: Dios creó a Adán, después a los animales y, por último, a Eva a partir de una costilla de Adán, como “ayuda idónea para él”.
“La censura actuó contundentemente en los medios de comunicación de masas”, explica el historiador de la ciencia colombiano Carlos Acosta. Este investigador ha documentado uno de los mejores ejemplos para mostrar hasta dónde llegó la ocultación de los avances científicos internacionales en España. Buceando en un archivo, Acosta se encontró con una carta escalofriante, fechada el 22 de marzo de 1971 y encabezada por el escudo franquista con el águila de San Juan, el yugo y las flechas. Iba dirigida a Félix Rodríguez de la Fuente, el célebre divulgador ambientalista que sentaba delante del televisor a media España para ver sus documentales de naturaleza. El autor de la carta era posiblemente tan influyente como el naturalista, pero desde la sombra: era Santos Beguiristáin, asesor religioso de Televisión Española.
“La Inquisición total”
Beguiristáin, sacerdote católico, había ganado peso en el régimen durante la Guerra Civil fomentando la represión contra los que no apoyaron el golpe de Estado de 1936. “Ahora ha llegado la ocasión de seleccionar la paja a un lado y el trigo al otro… Y a los escapados, estén donde estén, los hemos de encontrar para hacer justicia”, escribió entonces. En 1971, el cura había ascendido hasta llegar a ser el censor religioso de la televisión pública española. “Beguiristáin era la Inquisición total”, subraya Acosta, del Centro de Historia de la Ciencia de la Universidad Autónoma de Barcelona.
El divulgador Félix Rodríguez de la FuenteAmpliar
En su misiva, Beguiristáin se dirigía a Rodríguez de la Fuente con un “Mi distinguido amigo”, para advertirle de que la evolución “es una teoría nueva” y exigiendo que en televisión “matizase el pensamiento sin dar por seguro que la evolución es un postulado científico”. Eso era por escrito, pero a la cara los censores iban más allá, según detalla Acosta en una investigación de 2008 que ahora rescata el periodista Antonio Calvo en su libro Odón de Buen: Toda una vida.
El 25 de marzo de 1971, Rodríguez de la Fuente escribió al paleontólogo Miquel Crusafont una carta en la que le comunicaba que los jefes de Televisión Española, entonces dirigida por Adolfo Suárez, le habían prohibido pronunciar la palabra evolución ante las cámaras y repetir sus programas sobre antropología o evolución. Para el divulgador, la postura del ente público era “tan rígida e insólita” que en su último programa, consagrado al océano, la censura le había eliminado dos frases que sugerían la evolución de los seres vivos en contra del Génesis bíblico. Las peligrosas frases para la sociedad española eran: “el mar, cuna de la Vida” y “los cetáceos, mamíferos marinos que regresaron al océano”.
Un capitán de fragata
Acosta ha catalogado unos 12.000 documentos del archivo de Miquel Crusafont, fundador del Instituto Provincial de Paleontología de Sabadell y uno de los pocos que públicamente defendía en España la evolución, aunque la consideraba guiada por Dios. Crusafont guardaba los originales de toda la correspondencia que recibía y una copia al carbón de lo que enviaba, así que su archivo, en el Instituto Catalán de Paleontología, es único para conocer los ataques a la teoría de la evolución en España.
Televisión Española censuró la frase “el mar, cuna de la Vida”
El historiador colombiano, ahora sin fondos para seguir estudiando el archivo, ha encontrado una decena de cartas sobre el veto a la palabra evolución en Televisión Española. Acosta distingue dos niveles en la censura: mencionar la teoría de la evolución estaba prohibido en la radio y en la televisión en España en 1971, pero la situación era diferente en el ámbito académico. “La paleontología no fue proscrita y la censura no se manifestó directamente sobre el grupúsculo de cinco o seis científicos que hablaban en España sobre la evolución. Aunque, en general, la evolución no se impartió ni en los colegios ni en las universidades hasta finales de la década de 1960”, señala Acosta.
Aparentemente, el ataque a Rodríguez de la Fuente nació por un artículo incendiario del geógrafo y capitán de fragata Juan María Bonelli publicado en la revista religiosa Roca Viva. “Cuando se intenta convencernos de que un pez, aburrido de pasearse dando vueltas en el agua, decidió fabricarse unas patas y salir a dar un paseo por los aledaños de la costa, el señor Rodríguez de la Fuente deja de ser un científico para convertirse en un hombre fogoso, dotado de fértil fantasía, que imagina y da como ciertas todas las ficciones de su mente acalorada”, escribía Bonelli, un personaje importante en el régimen franquista, como demuestra el hecho de que cuatro años después recibiera la Gran Cruz de la Orden Imperial del Yugo y las Flechas, la mayor distinción de la dictadura.
“Mentes pusilánimes”
“No es lícito que la televisión española lance al aire programas en donde se enseñen y se den como científicas, probadas y seguras teorías que —por el contrario— son una ficción e insostenibles por falsas […]. No es lícito sembrar el error y ofrecer como verdad lo que [es] peligroso, peligroso es camino seguro para llegar a un ateísmo pseudocientífico”, clamaba Bonelli. El inquisidor de Televisión Española, Santos Beguiristáin, envió ese texto antievolución a Rodríguez de la Fuente, llamándole al orden.
El acto de censura era “algo repulsivo y desagradable hasta el extremo”, según el paleontólogo Miquel Crusafont
Las consecuencias llegaron en seguida. El programa del divulgador, Planeta Azul, que se emitía en horario de máxima audiencia, los lunes a las 21:30, fue relegado a los domingos a las 19:00. El 27 de marzo, Crusafont, indignado, escribió a Rodríguez de la Fuente para informarle de sus deseos de “contestar como es debido a [las] sandeces” de Bonelli y calificaba el ataque como “algo repulsivo y desagradable hasta el extremo”.
El 9 de abril, Crusafont envió un par de cartas al director de la revista católica Roca Viva y al director adjunto de Televisión Española, Luis Ángel de la Viuda, para pedir que dejasen en paz a Rodríguez de la Fuente, describiendo la evolución “como un hecho archicomprobado”. En línea con sus creencias religiosas, Crusafont escribe entonces que la evolución de las especies prepara “el advenimiento del Hombre como el ser más perfecto de la Creación” y critica a las “mentes pusilánimes” que temen a la ciencia.
Un cura al mando de la televisión
La última misiva del enfrentamiento epistolar es del director adjunto de Televisión Española. “La carta está llena de frases políticamente correctas y contradictorias, con las que se defiende una supuesta neutralidad de TVE en relación con el contenido de sus programas culturales”, explica Acosta en su investigación, publicada en la revista Actes d’Història de la Ciència i de la Tècnica. “Pero De la Viuda hacía lo que su asesor religioso le decía. Beguiristáin era el que tenía el poder”, remarca.
Para Acosta, “este evento de censura político-religiosa sobre las ideas científicas en la España franquista no debe quedarse en la mera cuestión anecdótica, más o menos amarillista y estereotípica de la dictadura”, sino que merece una interpretación histórica. “A pesar de que el sistema educativo estaba controlado por el régimen del nacionalcatolicismo, parece ser que el poderoso brazo de su censura se dejó sentir de manera mucho más fuerte sobre los medios de comunicación”, reflexiona el historiador. Con este contexto, sorprende menos que, más de cuatro décadas después, casi uno de cada cinco españoles todavía no acepte la evolución de las especies.
URL: http://esmateria.com/2014/01/02/cuando-la-television-espanola-prohibio-…