Ni crucifijos en las escuelas, ni homeopatía en los hospitales
El Escéptico Digital - Edición 2013 - Número 273
Andreu Escrivà
(Artículo publicado originalmente en El Diario.es)
Se acaba de hacer público un proyecto de orden ministerial que posibilitará el ahorro de millones de euros a distintas multinacionales, cuyo negocio es lucrarse con la falta de información de la ciudadanía mediante vacíos legales. Si uno cuenta esto así, acuden dos pensamientos: primero, que ya está el gobierno haciendo de las suyas, gobernando para los más ricos; segundo, que menuda desvergüenza permitir que haya empresas que se lucren con desgracias ajenas a través de resquicios legales.
Sin embargo, no se trata de Bayer, Bankia, Nestlé, Capio o Monsanto, sino de multinacionales homeopáticas que venden pastillas de azúcar, esto es: placebo. No lo digo yo: lo dice el propio ministerio de Sanidad y todos –absolutamente todos- los artículos científicos y estudios rigurosos publicados sobre el tema. Repito: todos. Repito una vez más: t-o-d-o-s. Hace unas semanas equiparaba la evidencia científica que poseemos sobre la existencia de un cambio climático de origen humano con la de la seguridad de los transgénicos: en el caso de la homeopatía, la evidencia de que disponemos para afirmar que su efecto no difiere del de un placebo es comparable a la que tenemos de que las especies evolucionen, o de que la Tierra gire alrededor del Sol. No sé si me explico.
Pero a ese conocimiento no se llega por ciencia infusa, ni mucho menos. Hace tan sólo un par de años yo pensaba que eso de la homeopatía era algo “natural”, remedios a base de hierbas. Lo leía en rótulos de farmacias y algunos amigos la tomaban, y, en cierta medida, lo asumía como algo normalizado. Desterremos la creencia de que todos deberíamos saberlo, y que quien desconoce la realidad de las pseudociencias es un magufo y un paleto. En su gran mayoría, no lo son; tan sólo están equivocados y creen que la homeopatía funciona. Pero no: como explica James Randi en este desternillante vídeo, sus principios son un festival de lo absurdo, una carrera alocada por ver qué parte de la doctrina homeopática contradice en más puntos al conocimiento científico actual. La homeopatía es agua y azúcar, y punto. Y, repito, no lo digo yo: lo dice cualquier estudio serio, cualquier espectrógrafo de masas y, lo que es más importante, la propia etiqueta de los preparados homeopáticos. Que haya un premio de un millón de dólares para quien demuestre que la homeopatía funciona y nadie lo haya ganado es quizás la mejor prueba de su ineficacia.
Regularizar la homeopatía, como pretende el gobierno, es aceptar y regular la superstición y la superchería. Además, claro está, de ahorrarle un montón de dinero: concretamente más de siete millones de euros. Lo más importante, sin embargo, sigue siendo la aceptación de la estafa y el engaño dentro de nuestro sistema sanitario. Juan Ignacio Pérez, director de la Cátedra de Cultura Científica de la UPV, responde así sobre si es peligrosa la proliferación de pseudociencias como la homeopatía.
“Sí, lo es, y por dos razones. Por una parte acudir a estas consultas puede acabar provocando que se llegue tarde a la medicina y causando problemas de salud. La otra es que en la medida que este tipo de terapias proliferan, en el fondo lo que prolifera es la sinrazón, y esta es un caldo de cultivo para más sinrazón. Una sociedad en la que tengan mucha presencia las medicinas alternativas es una sociedad enferma.”
La homeopatía en los hospitales y farmacias es igual de peligrosa y dañina que los crucifijos en las escuelas: son armas que destierran la razón y la ciencia allá donde se encuentran. Es de una incoherencia hiriente burlarse del fanatismo religioso del ministro Fernández Díaz y reclamar homeopatía en el sistema nacional de salud. De la existencia de ambas cosas –Dios y los efectos terapéuticos derivados de los tratamientos homeopáticos- poseemos la misma evidencia, es decir: ninguna. Es tan efectiva la Misericordina del Papa Francisco como el Sedatif de Boiron. Es tan inútil y criticable enviar 3.000 rosarios a las zonas devastadas por el tifón Haiyan en Filipinas como cualquier acción humanitaria (sic) que lleve a cabo Homeópatas Sin Fronteras (sí, existen). Es tan inhumano dejar morir a una hija por rezar en vez de llevarla al hospital, como dejar morir a un hijo por administrarle homeopatía en vez de medicina. Es denunciable y vergonzoso que una pediatra (sic) anime a sustituir –ojo: sustituir- vacunas por homeopatía en la televisión pública, y aún más que Belén Crespo, directora de la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios, diga en una lamentable entrevista que “No todos los fármacos homeopáticos tienen que demostrar eficacia”. Entonces, ¿qué son? O son fármacos (y por tanto el control debe ser exhaustivo, la eficacia probada y la seguridad para el paciente máxima) o son brebajes y caramelos, en cuyo caso jamás deberemos confundirlos con medicinas.
Ya ven, que de inocuidad, nada. Y a pesar de ello, el gobierno insiste en regular los preparados homeopáticos -agua y azúcar, según su propia etiqueta-, como si no fuesen un vulgar engaño, una artimaña con la que se lucran multinacionales y estafadores. Aunque, pensándolo bien, no debería sorprendernos de quienes imponen la religión evaluable y equiparan las creencias personales con el conocimiento científico y humanístico. La sinrazón, desgraciadamente, no tiene color: es tan sólo la pura y simple negación de la razón.
URL: http://www.eldiario.es/cv/opinion/crucifijos-escuelas-homeopatia-hospit…
L’homeopatia, cura o enganyifa? en 8tv
El socio Alberto Fernández estuvo ayer en el programa "8 al dia" de Josep Cuní, que se emite diariamente en el canal 8tv. En el debate "L’homeopatia, cura o enganyifa?, Fernández participó junto a Gonzalo Fernández Quiroga (director del Máster en Medicina Homeopàtica de la UB y miembro de la Academia Medicohomeopática de Barcelona), Xavier Bonfill (director del Centro Cochrane Iberoamericano y director del Servei d’Epidemiologia de l’Hospital de Sant Pau), Sergi Abanades (médico farmacólogo) y el psicólogo Xavier Guix.
El debate, en catalán, puede verse en la web de 8tv: http://www.8tv.cat/8aldia/videos/lhomeopatia-cura-o-enganyifa/
El reto de la agricultura en el siglo XXI, ya en ivoox
Ya está disponible en ivoox la charla "El reto de la agricultura en el siglo XXI" de Ramón Serrano, el pasado viernes 13 de diciembre dentro del ciclo "Escépticos en el Pub Valencia".
El documento está disponible en el canal ivoox de la organización, así como anteriores charlas. El enlace directo es:
http://m.ivoox.com/reto-agricultura-siglo-audios-mp3_rf_2650410_1.html
Agua, agua, agua, agua, agua, agua, agua, agua, agua y azúcar en RNE
Esta mañana, en el espacio dedicado a ciencia que dedica RNE, Lucas Sánchez ha estado hablando sobre homeopatía y la intención de la Agencia Española de Medicamento y Productos Sanitarios de regular productos homeopáticos.
Recordemos que ante la noticia, ARP-SAPC ha escrito una carta protesta a la dirección de la AEMPS, y se ha unido al manifiesto #NoSinEvidencia, promovido por tres médicos, y a la que se han adherido ya casi doscientos blogs.
La intervención, de unos 15 minutos, está ya subida a internet en la página de RNE, y en ella Sánchez explica con claridad y humor qué es la homeopatía, y por qué sus principios no tienen sentido.
¿Y si la Ciencia no es lo que tú crees?
El Escéptico Digital - Edición 2013 - Número 273
Javier Sampedro
(Artículo publicado originalmente en el diario El País).
Nuestro mundo se rige por la ciencia en mayor medida de lo que creemos. Un gobernante puede creer que su raza —o su aldea, ya puestos— es superior a las demás, pero no podrá salirse con la suya sin una ciencia independiente y de calidad que lo apoye; un magnate pagará un montón de dinero para hacer creer a la gente que su pasta de dientes, su fuente de energía o sus medios de comunicación son superiores a los demás, pero fracasará si no puede aportar evidencias científicas. Los alimentos que comemos, la información que creemos y los medicamentos que tragamos dependen crucialmente de una ciencia solvente, honrada y evaluada con criterio y transparencia.¿La tenemos?
El último premio Nobel de Medicina, Randy Schekman, cree que no. Y no se engañen: la mayoría de los galardonados con esa cima de las distinciones científicas dedican su visita a Estocolmo a mayor gloria de sí mismos, o simplemente a hacer turismo. Schekman ha preferido montar un pollo, y uno bien importante, si hemos de ser justos. En una columna publicada por The Guardian y reproducida íntegramente bajo este artículo, Schekman sostiene que las revistas científicas de élite, en particular Nature, Science y Cell, distorsionan el proceso científico o, peor aún, ejercen una “tiranía” sobre él que no solo desfigura la imagen pública de la ciencia, sino incluso sus prioridades y su funcionamiento diario.
El premiado dice que no publicará más ‘papers’ en estas cabeceras
Para reforzar su punto de vista, el premio Nobel —que recogió ayer su galardón en la capital sueca— ha anunciado su decisión solemne de no publicar nunca más en Nature, Science y Cell, las tres revistas científicas con más índice de impacto, una medida de su influencia en otros científicos. Schekman admite que ha publicado todo lo que ha podido en esas tres revistas, incluidos los papers (artículos técnicos) que le acaban de valer el premio Nobel. Pero que, ahora que se lo han dado, ya no va a publicar más ahí.
Su intención es denunciar —con unas dosis de autocrítica que se echan de menos en la clase política y otras— las distorsiones que esas grandes editoriales científicas ejercen sobre el progreso del conocimiento. Schekman denuncia que la admisión de un texto puede estar sujeta a consideraciones de política científica, presiones o incluso contactos personales.
Schekman ha fundado su propia revista electrónica, eLife, una de las publicaciones científicas “en abierto” que pretenden estimular una nueva era en la evaluación, presentación y divulgación del progreso científico, o una ciencia tres punto cero.
Dos de los tres objetivos prioritarios de Schekman. Las revistas Nature y Science, son premio Príncipe de Asturias de las ciencias. Pero hay otro galardonado con el mismo premio, el biólogo Peter Lawrence de la Universidad de Cambridge, que no solo apoya a Schekman, sino que viene sosteniendo posturas similares desde hace 10 años. “Este asunto viene de lejos y se ha ido volviendo peor en los últimos años”, dice a EL PAÍS desde Cambridge.
Busca denunciar las distorsiones de las editoriales sobre el avance del saber
Lawrence y otros científicos han escrito artículos en las revistas científicas y presentado quejas ante los centros de decisión, pero no han logrado gran cosa, ni siquiera elevar el tema a la opinión pública. El científico de Cambridge se confiesa contento de que Schekman haya aprovechado su premio Nobel para remar contra corriente e intentar empujar lo que considera una buena causa. La autocrítica es inmanente a la ciencia: es lo que mejora sus experimentos y teorías, y lo que puede mejorar sus formas, su financiación y su comunicación pública.
“Muchos investigadores son plenamente conscientes de cómo la evaluación del trabajo científico y su tasación por los burócratas está asesinando la ciencia”, dice Lawrence con característica elocuencia. “Por supuesto que todos somos culpables de haber representado nuestro papel, y así lo admite el propio Randy (Schekman); pero es bueno que esté utilizando su premio Nobel para publicitar sus opiniones, y espero que ello incremente la percepción pública de por qué la ciencia ha perdido su corazón”.
Lawrence escribió un artículo de referencia sobre este asunto hace diez años, curiosamente en la propia revista Nature. “Cuando lo escribí en 2003, recibí casi 200 cartas, en su mayoría de jóvenes que sentían que los sueños que les habían llevado a convertirse en científicos habían sido rapiñados; el punto principal, entonces y ahora, es que los artículos científicos se han vuelto símbolos para el progreso en la profesión científica, y los verdaderos propósitos de comunicación y registro están desapareciendo”.
Otro científico relevante que apoya la protesta del Nobel Schekman es Michael Eisen, profesor de la Universidad de California en Berkeley y uno de los fundadores de Public Library of Science (PLoS), la primera y principal colección de revistas científicas publicadas en abierto, y con una voluntad de transparencia que les ha llevado, por ejemplo, a hacer pública la identidad de los dos o tres científicos, o reviewers, que revisan los manuscritos y deciden sobre su publicación.
El biólogo Peter Lawrence lleva 10 años protestando por esto mismo
“Lo que ha dicho Randy (Schekman) es importante”, dice Eisen a EL PAÍS. “Si otros científicos siguieran esa vía, podrían enmendar muchos problemas de la comunicación científica en un solo movimiento”. Pero el investigador y editor no alberga grandes esperanzas: “Hablando como alguien que ya abandonó esas revistas (Nature, Science y Cell) hace 13 años, y que ha estado intentando convencer a sus colegas para que hagan lo mismo desde entonces, me temo que la estructura de incentivos que Randy denuncia es tan poderosa y ubicua que ni siquiera el liderazgo de un premio Nobel tan brillante y respetado podrá disolverla”.
Eisen no cree que un boicot a esas tres revistas de élite sirva de mucho. “Si realmente queremos arreglar las cosas”, concluye, “necesitamos que todos los científicos ataquen el uso de las publicaciones para evaluar a los investigadores, y que lo hagan siempre que tengan ocasión: cuando contraten científicos para su propio laboratorio o departamento, cuando revisen las solicitudes de financiación o juzguen a los candidatos a una plaza”.
Este diario ha solicitado su perspectiva a los editores de Nature, Science y Cell, los principales objetivos de los dardos de Schekman. Lo que sigue son sus respuestas.
“Si otros científicos siguieran esta vía se podría enmendar”, dice Michael Eisen
“Nuestra política de aceptación no se rige por consideraciones de impacto”, dice a EL PAÍS Monica Bradford, editora ejecutiva de Science, “sino por el compromiso editorial de proveer acceso a investigaciones interesantes, innovadoras, importantes y que estimulen el pensamiento en todas las disciplinas científicas”. La revista Science, prosigue explicando Bradford, se publica por la AAAS (Asociación Americana para el Avance de la Ciencia, siglas en inglés), que es una organización sin ánimo de lucro, “y trabaja duro para garantizar que la información científica revisada por pares se distribuye al mayor público posible”.
Las revistas de primera fila reciben tal cantidad de manuscritos cada semana que, por simples consideraciones materiales, tienen que rechazar cerca del 90% de esos trabajos. La cuestión sería un mero dilema editorial si no fuera porque la carrera de cualquier científico, sobre todo de los jóvenes, depende estrictamente del número de publicaciones que consiga con su investigación, en particular en las grandes revistas de más impacto. Pese a ello, Bradford asegura que “los presupuestos para el número de páginas y los niveles de aceptación de manuscritos han ido de la mano históricamente; tenemos una gran difusión, e imprimir artículos adicionales tiene un gran coste económico”.
Emilie Marcus, editora de Cell, comenta más específicamente sobre el desafío del Nobel Schekman. “Desde su lanzamiento hace casi 40 años”, dice, “la revista Cell se ha concentrado en una visión editorial fuerte, un servicio al autor de primera fila en su clase con editores profesionales informados y accesibles, una revisión por pares rápida y rigurosa por investigadores académicos de primera línea, y una calidad sofisticada de producción”.
“La razón de ser de Cell”, prosigue Marcus, “es servir a la ciencia y a los científicos, y si no logramos ofrecer esos valores a nuestros autores y lectores, la revista no prosperará; para nosotros esto no es un lujo, sino un principio fundacional”.
URL: http://sociedad.elpais.com/sociedad/2013/12/11/actualidad/1386797483_41…
Marcos Pérez, en EEEP Santiago de Compostela
Quince años de El Escéptico, en EEEP Canarias
Manifiesto #NoSinEvidencia
ARP-SAPC quiere unir su voz al manifiesto #NoSinEvidencia. Este documento puede leerse también en Gallego, Catalán y Euskera.
MANIFIESTO
La evidencia científica es uno de los pilares sobre los que se asienta la medicina moderna. Esto no siempre ha sido así: durante años, se aplicaron tratamientos médicos sin comprobar previamente su eficacia y seguridad. Algunos fueron efectivos, aunque muchos tuvieron resultados desastrosos.
Sin embargo, en la época en la que más conocimientos científicos se acumulan de la historia de la humanidad, existen todavía pseudo-ciencias que pretenden, sin demostrar ninguna efectividad ni seguridad, pasar por disciplinas cercanas a la medicina y llegar a los pacientes.
Los firmantes de este manifiesto, profesionales sanitarios y de otras ramas de la ciencia, periodistas y otros, somos conscientes de que nuestra responsabilidad, tanto legal como ética, consiste en aportar el mejor tratamiento posible a los pacientes y velar por su salud. Por ello, la aparición en los medios de comunicación de noticias sobre la apertura de un proceso de regulación y aprobación de medicamentos homeopáticos nos preocupa como sanitarios, científicos y ciudadanos, y creemos que debemos actuar al respecto. Las declaraciones de la directora de la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS) asegurando que “no todos los medicamentos homeopáticos tienen que demostrar su eficacia” y que “la seguridad no se tiene que demostrar con ensayos clínicos específicos” no hacen sino aumentar nuestra preocupación.
Por lo tanto, solicitamos:
- Que no se apruebe ningún tratamiento que no haya demostrado, mediante ensayos clínicos reproducibles, unas condiciones de eficacia y seguridad al menos superiores a placebo. La regulación de unos supuestos medicamentos homeopáticos sin indicación terapéutica es una grave contradicción en sí misma y debe ser rechazada. Si no está indicado para nada ¿para qué hay que darlo?.
- Que la AEMPS retire de la comercialización aquellos fármacos, de cualquier tipo, que pese a haber sido aprobados, no hayan demostrado una eficacia mayor que el placebo o que presenten unos efectos adversos desproporcionados.
- Que el Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad y el resto de autoridades sanitarias persigan a aquellas empresas que atribuyen cualidades curativas o beneficiosas para la salud a sus productos sin haberlo demostrado científicamente.
- Que el Consejo General de Colegios de Médicos de España / Organización Médica Colegial, en cumplimiento del artículo 26 del Código de Deontología Médica, desapruebe a los facultativos que prescriban tratamientos sin evidencia científica demostrada.
Mire fijamente este péndulo, en EEEP Compostela
El péndulo simple no debe ser tan simple, porque hasta que Galileo le puso el ojo encima nadie había sido capaz de resolver la física de su movimiento. E incluso Galileo se equivocó en su descripción. El caso es que este mecanismo ha protagonizado algunos pasajes muy sugerentes de la historia de la ciencia y, todavía hoy, es un instrumento muy útil para revisar nuestros prejuicios sobre la naturaleza del tiempo, la forma en que aprendemos Ciencia,...
Marcos Pérez Maldonado
Marcos Pérez Maldonado (Vigo, 1970). Soy Director Técnico de la Casa de las Ciencias de A Coruña, una institución pública dedicada a la difusión de la cultura científica entre públicos de todas las edades. Allí me ocupo de los contenidos de las salas de exposiciones y del planetario mientras trato de descubrir qué rumbo debe seguir este museo para seguir siendo atractivo dentro de unos cuantos años.
Del proceso educativo me interesa mucho más la parte de aprender que la de enseñar, y en especial me intriga lo que hace que la gente descubra el placer de aprender por su propia cuenta. También creo que la educación es una herramienta de liberación. Hace 20 años salí de Santiago con un título de licenciado en Física e intuyo que me llevará otros tantos acabar una tesis en didáctica de las ciencias a la que dedico cada vez menos tiempo pero mejores ideas.
La charla quedará así el VIERNES 13 DE DICIEMBRE DE 2013:
- 20h-21.00h: reunión en el pub para probar los equipos y demás.
- 21.00h - 21.05h: Manuel Collado introduce la idea de Escépticos en el Pub.
- 21.05h - 21.10h: presentación del ponente.
- 21.10 - 22.10: Conferencia a cargo del ponente.
-22.10 - 22.30h: Preguntas. Modera Manuel Vicente.
Luego tomamos unas cervezas y seguimos preguntándonos cosas.
Como novedad este año hemos pensado en la posibilidad de hacer una cena con el ponente en el mismo Pub Kunsthalle tras la charla. Por favor, indicadnos si queréis asistir (15-20€/persona)