El caso de Mario Rodríguez, el joven que falleció tras abandonar su tratamiento médico para realizar una supuesta terapia, es uno de los más llamativos, y la lucha de su padre, Julián, por que se hiciera justicia no se ha visto recompensada en los tribunales.
Tras el fallecimiento de Mario, Julián fundó la Asociación para Proteger al Enfermo de Terapias Pseudocientíficas (APETP), y contó la historia de su hijo en el libro "Homicidio de un Enfermo" (Letrame). En su segundo libro, "Crítica a una sentencia" (Letrame), argumenta sus objeciones al resultado de este juicio.
Crítica a una sentencia analiza las argumentaciones de un juez que, como consecuencia de su desconocimiento, encumbra en una sentencia a las mal llamadas terapias naturales o alternativas: no las considera un timo, sino todo lo contrario. De la misma manera, no es consciente de la peligrosidad que suponen estos engaños para las personas enfermas. Como dice el abogado Fernando Frías, «si un paciente angustiado por su enfermedad cae en las manos de un “terapeuta” sin formación ni titulación oficial, pero con muchos diplomas de fantasía, no podemos reprocharle que haya caído en un montaje que precisamente está preparado para captar a ese tipo de víctimas».Crítica a una sentencia pone en evidencia los argumentos tan dispares de diferentes órganos judiciales ante unos mismos hechos. Por una parte, las resoluciones de la Audiencia Provincial: «... No hay duda, el investigado desplegó una praxis propia de un médico». Por otra, la interpretación del juez que emitió la sentencia: «El acusado no se anunciaba ante sus posibles clientes como médico titulado». ¿Y la víctima? Sobre el autor:Julián Rodríguez Giner también es el autor de «Homicidio de un enfermo». Tras la muerte de su hijo, al abandonar este el tratamiento del hospital y acogerse a una falsa terapia, emprendió una batalla a rajatabla contra estos timos. Uno de los frentes de la misma son los libros que escribe.
La asamblea de socios de ARP - Sociedad para el Avance del Pensamiento Crítico otorgó, en 2016, el premio Mario Bohoslavky a Julián Rodríguez, por su lucha para que se oiga la voz de las víctimas de las pseudoterapias.