Cae la noche y sobre la vieja mesa de madera de un agradable café, entre el bullicio de los parroquianos y la mezcla de aromas a cacao, chocolate y vainilla, damos un paso trascendental, junto a Bayo, Fernando y Remis, al unir nuestras voluntades para comenzar esta gran revolución del pensamiento crítico y el escepticismo en Chile.