Cómo responder a los argumentos teístas.
II.- Diseño en la Tierra
Teísta:
¿Crees realmente descender del mono?
Ateo: No(1). Creo que las
evidencias disponibles indican que los monos, humanos,
elefantes, gusanos, guisantes y todas las formas conocidas
de vida en la Tierra descienden de un ancestro común.
T: No puedes probarlo. Nadie estuvo allí
para verlo.
A: No podemos verlo todo con nuestros propios
ojos. Los datos científicos se obtienen de
otras muchas maneras que la observación visual.
La existencia de numerosos fragmentos idénticos
de ADN en todas las formas de vida es una evidencia
rotunda para la existencia de un ancestro común
a todas ellas.(2)
T: ¿Y qué me dices de todos los
científicos que no creen en la evolución?.
A: Todos creen en algún tipo de cambio
en el desarrollo de la vida en la Tierra. Existe cierto
desacuerdo en los detalles, y la teoría se
ha desarrollado enormemente desde Darwin, por lo que
no deberías esperar que todos los detalles
permanezcan inalterados desde el tiempo de Darwin.
La inmensa mayoría de biólogos mantienen
que el mecanismo básico de la evolución
por selección natural está confirmado
con un alto grado de probabilidad(3).
T: Pero, aún así, la evolución
es sólo una teoría y no un hecho.
A: Es ambas cosas: una teoría y, con
una alto grado de confianza, un hecho. En ciencia,
teoría no es lo mismo que especulación.
Las Teorías establecidas están construidas
a partir de hipótesis y deducciones a partir
de dichas hipótesis bien apoyadas por evidencias
empíricas. La evolución por selección
natural es un hecho tan establecido como la existencia
de la gravedad(4). De hecho, es observado
en la naturaleza y en el laboratorio. Un bonito ejemplo
reciente es el de la evolución de los elefantes
africanos sin colmillos debido a que los que sí
los tienen son asesinados por el marfil(5).
T: Pero sólo la microevolución
es observada. La macroevolución sin embargo
no se observa.
A: Define macroevolución. Yo denominaría
así a la evolución de los elefantes.
T: Macroevolución es evolución
de una especie a otra.
A: La evolución de las especies sí
ha sido observada (6)
T: Pero ninguna
forma de transición entre especies ha sido
observada en el registro fósil.
A: Las formas de transición entre especies
sí que han sido observadas. De hecho, toda
especie es, en cierto sentido, una forma de transición
(7).
T: Si yo encontrara un reloj, podría
decir después de mirarlo que éste habría
sido diseñado por un ser inteligente. Cuando
me fijo en un órgano humano, tal como el ojo,
éste muestra evidencias de diseño(8).
A: Verdaderamente el reloj fue diseñado
por un ser inteligente. Los órganos humanos,
sin embargo, no son como relojes. Estos muestran signos
definitivos de evolución con gran cantidad
de azar, como expone el biólogo Richard Dawkins
en su libro El Relojero Ciego. Por ejemplo,
los receptores de luz en un ojo humano ¡apuntan
al lado contrario!(9). Más
aún, ¿qué ingeniero medianamente
competente habría puesto un sistema de eliminación
de residuos tan cerca de una zona recreativa?.
T: ¿No ha calculado el famoso astrónomo
y ateo Fred Hoyle una probabilidad pequeña
para ensamblar una bacteria por puro azar?. Hoyle
ha dicho que esto sería como si un tornado
que barriera un vertedero ensamblara por azar un 747(10).
A: Efectivamente. Su estimación fue
de una parte en diez elevado a 40,000. Pero las bacterias
no han evolucionado sólo por azar sino por
azar y selección natural. El libro de Dawkins
muestra cómo la selección natural aumenta
las posibilidades de que organismos funcionales evolucionen.
T: El bioquímico Michael Behe(11)
ha mostrado que ciertos sistemas bioquímicos
son irreduciblemente complejos y que, por tanto, no
podrían haber evolucionado. Dichos sistemas
dejan de funcionar si uno quita una parte, por lo
que estas partes no habrían podido evolucionar
de manera separada. Un ejemplo es el flagelo de una
bacteria(12).
A: Los biólogos evolucionistas han mostrado
el error en el razonamiento de Behe. Behe no ha considerado
el hecho bien conocido de que la función biológica
de cada parte pueda cambiar a medida que la evolución
tiene lugar. Así, una parte puede evolucionar
teniendo una función, y entonces desarrollar
una nueva a medida que empieza a formar parte de otro
sistema. Las críticas a los argumentos de Behe
están recogidas en el libro Find Darwins
God(13), escrito por el creyente
cristiano Kenneth Miller.
T: La evolución Darwiniana es sólo
una teoría científica sobre el desarrollo
de la vida en la Tierra. Una teoría alternativa
conocida como Diseño Inteligente es igualmente
adecuada para explicar las observaciones. Más
aún, dicha teoría es superior a la evolución
porque muestra matemáticamente que la complejidad
(información especificada) contenida en las
estructuras biológicas no puede ser generada
sólo por procesos materiales.
A: El teórico más destacado del
Diseño Inteligente es el teólogo William
Dembski. Demski está graduado en matemáticas
pero sólo ha publicado un artículo en
una revista de la especialidad y ni el propio Dembski
u otros promotores del Diseño Inteligente han
publicado su teoría en una revista científica(14).
Por lo que ha aparecido en los medios populares, el
Diseño Inteligente no parece una teoría
competidora de la Evolución. Ésta no
ofrece una alternativa a la Evolución más
allá de algún ser inteligente
y poderoso lo hizo. Los teóricos del
Diseño Inteligente insisten en que ese ser
inteligente no tiene por qué ser Dios.
Pero el libro de Dembski Diseño Inteligente(14)
es en su mayoría teología, sugiriendo
que su motivación es promover sus creencias
religiosas más bien que desarrollar una teoría
científica. Por supuesto, él afirma
lo contrario. Lee el libro por ti mismo y decide.
En cualquier caso, Dembski comete errores técnicos
elementales en teoría de la información
y física. Su definición de información
no es la convencional; su definición de información
compleja especificada es ambigua; su ley de
conservación de la información
es probablemente incorrecta. En su último intento
No Free Lunch(14) utiliza
resultados científicos de forma inapropiada.
Como con su colega Behe, existen numerosos críticos
de su trabajo (15)
T: El hecho de que la teoría del Diseño
Inteligente no está publicada en la literatura
científica no significa que no sea ciencia.
Los editores de las revistas científicas podrían
tener prejuicios en su contra. De hecho, La teoría
de Dembski puede ser clasificada como ciencia porque
es susceptible de verificación empírica.
Dembski ha propuesto un criterio que selecciona con
éxito objetos de los que sabemos que son diseñados.
Aplicando dicho criterio de selección a los
organismos biológicos, muestra que éstos
están diseñados.
A: Estoy dispuesto a considerar, por el bien
de la argumentación, que el Diseño Inteligente
sea, en algunos aspectos, ciencia. Una teoría
científica, sin embargo, no es considerada
como probada con éxito cuando simplemente está
de acuerdo con los hechos empíricos ya conocidos,
y esto es aplicable al criterio de selección
de Dembski. Cuando dicho criterio nos dice que un
reloj es un objeto diseñado y una roca no lo
es, éste no nos está diciendo nada que
ya no supiéramos. Cuando el criterio nos dice
que un ratón es diseñado, no podemos
decir que esto sea o no correcto en función
de las otras observaciones. Así, es incorrecto
decir que el criterio de selección de Dembski
esté comprobado. La única manera de
que esto pueda ocurrir sería si el criterio
hiciera algunas predicciones que pudieran ser verificadas
empíricamente. Por ejemplo, supongamos que
el criterio es aplicado a una roca lunar e identificara
algunas estructuras de la roca como objetos diseñados.
Los Geólogos sin embargo dirían que
estas estructuras habrían sido producidas por
procesos naturales. Entonces si, en algún momento
posterior en el que todos los análisis ya hubieran
sido publicados, fuésemos visitados por extraterrestres
que nos comunicaran que ellos habían diseñado
tal roca, el criterio de selección de Dembski
habría pasado el test.
T: Todavía me resulta difícil
imaginar cómo la complejidad de la vida podría
ser el resultado de procesos materiales.
A: Quizás no sea más que falta
de la imaginación. Déjame hacerte una
pregunta: ¿Por qué pones objeciones
a la Evolución?
T: En realidad es el darwinismo lo que objeto,
entendiendo como tal la noción de que toda
la vida evolucionó desde sus orígenes
puramente por procesos materiales, incluyendo una
gran cantidad de azar. Si este fuera el caso, la humanidad
no sería más que un mero accidente.
Esto entra en profundo conflicto con mi fe religiosa
que considera al hombre como puesto en la Tierra por
deseo divino.
A: Mencionas aquí varias cosas interesantes.
Muchos teístas ven la evolución como
científicamente aceptable y perfectamente compatible
con su fe -La iglesia Católica por ejemplo-.
Lo que no significa que acepten el Darwinismo tal
y como lo has definido -definición, por cierto,
con la que estoy completamente de acuerdo-. Los teístas
evolucionistas todavía creen en algún
tipo de evolución guiada por Dios. Por ejemplo,
Dios tuvo que intervenir hace un millón de
años o algo así para asegurar la evolución
del Homo Sapiens Sapiens de la manera que Él
la quería. Esto no es Darwinismo; sino una
forma de Diseño Inteligente. Tienes toda la
razón al afirmar que el Darwinismo está
en conflicto con la creencia en que la humanidad es
especial. Algunos teólogos han argumentado
que la humanidad es sólo una de las diferentes
formas en las que Dios podría realizar sus
deseos. Dicha afirmación no puede ser descartada,
pero ésta parece difícilmente compatible
con la creencia tradicional de las grandes religiones
monoteistas(16).
T: Estás tratando de invocar a Dios
como una explicación científica.
Ésta no es la manera en la que yo veo a Dios.
Para mí, Dios está continuamente sosteniendo
el universo.
A: Sí, entiendo la teología y
no estoy afirmando que tal Dios sea lógicamente
imposible. Sólo estoy apuntando que si Dios
actúa continuamente o deja que las cosas sigan
su curso y sólo interviene ocasionalmente,
tales acciones serían incompatibles con el
Darwinismo. Cualquier Dios que juegue un papel importante
en el universo debería producir efectos observables,
y eso caería en el dominio de la ciencia(17).
© 2002 Victor
J. Stenger (vstenger@mindspring.com)
© Traducido con permiso por Pedro J. Hernández
(phgt@correo.rcanaria.es)
Documento original: How to answer theist argument.
http://spot.colorado.edu/~vstenger/how.html
Notas y material para
profundizar.
1
Sin embargo, conviene que queden bien claros los términos
de esa sentencia. Ver
http://perso.wanadoo.es/cibernesto/webensis/mono.html
2 Ver http://evolutionibus.eresmas.net/pruebas.html
y http://www.talkorigins.org/
3 Ver por ejemplo John Brockman
1995, La tercera cultura, Tusquets editores
1996, donde varios biólogos ofrecen diferentes
puntos de vista en sendas entrevistas.
4 Ver http://www.talkorigins.org/faqs/evolution-fact.html
5 Ver http://news.bbc.co.uk/hi/english/world/africa/newsid_180000/180301.stm
6 Véase <www.talkorigins.org/faqs/faq-speciation.html>
7 Véase <www.talkorigins.org/faqs/faq-transitional.html>
8 El teólogo del siglo
XVIII William Paley lo exponía de la siguiente
manera, en un pasaje bien conocido que daba comienzo
a su Teología Natural -o pruebas de existencia
y atributos de la divinidad recogidas a partir de
los aspectos de la naturaleza- de 1803:
Supongamos que, al
cruzar un zarzal, mi pie tropieza con una piedra,
y se me pregunta cómo esa piedra ha llegado
hasta allí; probablemente podría contestar
que, por lo que yo sabía, había estado
allí desde siempre: quizás tampoco sería
fácil demostrar lo absurdo de esta respuesta.
Pero supongamos que hubiese encontrado un reloj en
el suelo, y se me preguntase qué había
sucedido para que el reloj estuviese en aquel sitio;
yo no podría dar la misma respuesta que antes,
de que, por lo que yo sabía, el reloj podía
haber estado allí desde siempre. [Su precisión
y la complejidad de su diseño nos forzaría
a concluir] que el reloj debió de tener un
fabricante: que debió de existir en algún
momento, y en algún lugar, un artífice
o artífices, que lo construyeran con una finalidad
cuya respuesta encontramos en la actualidad; que concibió
su construcción, y diseñó su
utilización. [Nadie podría contrariar
razonablemente esta conclusión, ya que] cada
indicación de una idea, cada manifestación
de diseño que existe en el reloj, existe en
las obras de la naturaleza; con la diferencia, por
parte de éstas, de ser tan excelsas o más,
y en un grado que supera todo cálculo.
David Hume, en Dialogues
Concerning Natural Religion publicado en 1759
(dialogos sobre la religion natural AB 4407: coleccion
filosofia alianza) hizo una crítica demoledora
a la lógica de la utilización del aparente
diseño de la naturaleza como prueba positiva
de la existencia de Dios. El libro se desarrolla como
un diálogo entre Philo, el escéptico
que argumenta por Hume, y Cleanthes, representante
de la Teología Natural, con la aparición
esporádica de un defensor de la fe; Demea.
Cleanthes pone el argumento del diseño en función
de las siguientes dos premisas y su conclusión:
Premisa 1: Objetos como relojes, casas o barcos
exhiben cierto tipo de orden (adaptación de
los medios en función de los fines) y son construidos
por un diseñador inteligente.
Premisa 2: El universo también exhibe
algún tipo de orden
Conclusión: Por tanto, el universo fue construido
con un diseño inteligente.
Philo expone una serie
de objeciones que podemos resumir básicamente
como sigue: