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sos de abusos por parte de compañÃas farmacéuticas,
como por ejemplo se representa en El jardinero fiel
(Fernando Meirelles, 2005), es curioso que casi no se
haya hecho ninguna pelÃcula sobre los negocios y abusos de las multinacionales que se dedican al timo de la
homeopatÃa, como por ejemplo en Contagio (Steven
Soderbergh, 2011). En otras pelÃculas ese mensaje se
mezcla con la mala ciencia, como es el caso de La Isla
(Michael Bay, 2005), donde los seres humanos son
tratados como piezas de repuesto. También tenemos
otros ejemplos, como la premiada Dallas Buyer Club
(Jean-Marc Vallée, 2013), donde se nos viene a decir
que no hay que confiar en las autoridades sanitarias ni
en los resultados de los ensayos clÃnicos, y que confiar
en chamanes pseudocientÃficos y automedicarse es
una opción totalmente legÃtima. Ya dijo Carlo Frabetti
que la gente se acostumbra fácilmente a lo que parece
magia, sin preocuparse por entender cómo funciona.
Y en el cine hay mucha magia.
famoso monstruo. Podemos encontrar paralelismos
con Eldon Tyrrel y el replicante Roy Batty de Blade
Runner (Ridley Scott, 1982) o con los ingenieros genéticos Clive Nicoli y Elsa Kast con su creación Dren
en Splice (Vincenzo Natali, 2009). Pero también hay
otros tipos de mensaje de desconfianza hacia la biotecnologÃa, sobre todo cuando está relacionada con la
salud. Aquà también aparece un arquetipo maligno: la
malvada multinacional. Aun siendo cierto que hay ca-
¿Realmente sabemos qué es eso de la evolución
biológica?
José MarÃa Sanchis Borrás
CEFIRE EspecÃfic dâÃmbit CientÃfic, Tecnològic i
Matemà tic
¿Estamos seguros de comprender los principios
fundamentales que rigen la ciencia? ¿PodrÃamos
explicar cuál es el mecanismo mediante el cual se
producen modificaciones en los seres vivos que originarán nuevas especies? ¿Sabemos distinguir una
explicación cientÃfica de una falacia pseudocientÃfica?
Veamos si tenemos respuestas a estas preguntas.
Entre los principios que rigen la biologÃa se encuentra la evolución biológica, hecho aceptado por la
comunidad cientÃfica y la población en general. No
obstante, existe en algunos paÃses un rechazo al hecho
evolutivo. Este rechazo no se detecta en el nuestro,
pero sà se observa una gran confusión en cuanto a las
explicaciones de los mecanismos por los cuales se
produce dicha evolución incluso, y esto resulta más
preocupante, en el seno del propio profesorado que
deberÃa explicarlo en las aulas. El desconocimiento o
la posesión de concepciones alternativas en relación
con los principios cientÃficos favorece la confusión y
El icono del «cientÃfico loco» tiene bastante fuerza, ha conseguido eclipsar otros personajes más reales y humanos y
transmite un mensaje de desconfianza hacia la ciencia.
Anuario 2018
33 el escéptico
Foto: Soledad Luceño
el progreso de la pseudociencia. Explicaciones como
el diseño inteligente van encontrando espacio en esta
situación e imponiéndose de manera imperceptible en
las mentes de la ciudadanÃa.
Lo que tu naturópata no te cuenta
José Manuel Gómez Soriano
Universidad de Alicante
Los charlatanes han ido evolucionado en el tiempo
para pasar desapercibidos en cada época como lo que
son. En esta presentación hablo de cómo han ido cambiando a lo largo de la historia hasta convertirse en lo
que son hoy, bondadosos campesinos o exitosos coaches que por sus apariencias nadie sospecharÃa que
detrás de ellos hay un negocio criminal con decenas
de muertos a sus espaldas.
En el Oeste americano eran unos hombres vestidos
de frac con sombreros de copa o de bombÃn, que recorrÃan en carromatos las ciudades y pueblos de aquellos
lares. Como en el intelecto colectivo se ha quedado
plasmado ese perfil de charlatán, han evolucionado a
otras formas, adaptándose a los tiempos; en los años
setenta se vestÃan de formas exóticas, con largas túnicas hindúes o budistas, y esa imagen también ha quedado asociada a la tÃpica secta o charlatán. AsÃ, como
en la feroz lucha de la naturaleza, los estafadores
tienen que adaptarse a los nuevos tiempos o perecer.
Actualmente visten con americanas y dan conferencias en grandes recintos, con técnicas de coaching e
incluso sectarias, convenciendo a la gente de que su
el escéptico 34
terapia es la auténtica. También los hay que van de
naturalistas, de que viven en armonÃa con la naturaleza, presentándose como humildes agricultores, cuando por detrás tienen un emporio basado en mentiras
y en el sufrimiento de la gente. Pero es importante
reconocerlos en cada época y saber distinguirlos, porque en el futuro, cuando ya asociemos estas imágenes
contemporáneas a charlatanes, se volverán a adaptar
para distinguirse de lo que la sociedad reconoce como
vulgares estafadores. En esta charla explico esto, pero
también doy a conocer estudios cientÃficos que parecen indicar que sus prácticas no solo afectan a los
bolsillos de sus vÃctimas, sino también a su salud y su
supervivencia.
La gran dilución
Ana Portilla
Departamento de Matemáticas, St. Louis University (Madrid Campus)
La sociedad tecnológica en la que vivimos nos
bombardea constantemente con ingentes cantidades
de información, en muchos casos no contrastada. La
incultura cientÃfica, y en particular la matemática, nos
hace tremendamente vulnerables a la manipulación
mediática. Muchas supuestas terapias alternativas,
conscientes del prestigio social que posee la ciencia,
por un lado, explotan esta falta de formación cientÃfica y, por otro, se aprovechan de la credibilidad que un
lenguaje pseudocientÃfico les otorga.
En esta ponencia en concreto nos centramos en la
homeopatÃa. Es más usual desmontar esta pseudoteraAnuario 2018