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  2. El Escéptico: número 51

EDZARD ERNST, UN CIENTÍFICO EN CAMISA DE ONCE VARAS

Por admindrupal, 6 Mayo, 2019
Sección
ARTÍCULOS
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25
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Edzard Ernst, un científico en camisa de once varas Inma León y Juan A. Rodríguez Entrevista con el primer catedrático de medicina alternativa del mundo E dzard Ernst es un médico alemán que ejerció como profesor de Medicina Física y Rehabilitación en Hannover y Viena. Se trasladó en 1993 a la Universidad de Exeter (Reino Unido) para hacerse cargo de la primera Cátedra de Medicina Complementaria, de la cual es profesor emérito desde 2012. ¿Cómo, otro médico que se pasó al «lado oscuro»? Ni mucho menos. El profesor Ernst se crió en una familia en la que la homeopatía y el curanderismo eran el pan de cada día. Incluso su primera formación de posgrado la realizó en un «hospital» homeopático; aunque, por esos azares de la vida, resultó dotado de una innata curiosidad basada en el pensamiento crítico, y ello lo llevó a dedicar buena parte de su vida a poner a prueba, mediante el método científico, muchas propuestas alternativas a la medicina. De todo ello, de las consecuencias que tuvo en sus relaciones personales y académicas en sus choques con médicos y curanderos, e incluso con la familia real británica, hablamos con él durante el evento Naukas Bilbao de 2018. Agradecemos a Naukas y a Núria Manchado y Laura Morrón, de la Editorial Next Door, las facilidades que nos han dado para realizar esta entrevista. Dado el nombre y los objetivos de nuestra asociación, podríamos empezar hablando de pensamiento crítico. Es un aspecto que reivindicas constantemente en tu blog y en tu actividad diaria. el escéptico 20 ¿Crees que se enseña o se debería enseñar pensamiento crítico en la escuela o en la universidad? Sí, claro, por supuesto que se debería enseñar, algo que no se hace en las facultades de Medicina. Cuando yo estudié, hace cuarenta años, en Múnich, no recibí ningún tipo de formación en pensamiento crítico; ni siquiera en el método científico. Nos limitábamos a aprendernos datos, datos y más datos; y con tanto dato, no había tiempo para pensar. Hace unos pocos años, cuando aún enseñaba Medicina en el Reino Unido, por lo que recuerdo, no había tampoco ninguna asignatura específica al respecto. En mi época de director de departamento en la Facultad de Medicina de Viena, organicé una asignatura de pensamiento crítico, algo bastante sencillo y que puede resultar incluso muy divertido. Pero cuando me marché de allí dejaron de hacerlo. Así que, por lo que he podido ver, se da muy poco pensamiento crítico en las facultades de Medicina. En otros campos no sé cómo estarán. Supongo que si estudias Filosofía o Filosofía de la Ciencia, sí que lo harás sobre esa base de pensamiento crítico, pero tampoco estoy seguro. En tu país, por lo que dices, os limitabais a estudiar datos y más datos, sin ninguna evaluación crítica. ¿Por qué Alemania se ve desde el exterior como la meca de la racionalidad y la filosofía, y por otro lado es el paraíso de las pseudoterapias? Es curioso. Siendo alemán de nacimiento, nunca he considerado a los alemanes como gente particularmente racional; de hecho, somos muy emocionales y Invierno 2018/19 Edzard Ernst sentimentales. Creo que los anglosajones o los escandinavos son mucho más racionales; pero es solo una opinión personal, no tengo datos sobre ello. Aunque tienes razón: la medicina alternativa tiene un gran poder en Alemania, y alrededor del 70% de la población la usa por lo menos una vez al año. Es una barbaridad, porque hablo de la población general; si miras entre los enfermos, por ejemplo entre los enfermos de cáncer, puede que llegue al 100%. Así que tenemos una paradoja: por un lado, tú ves a los alemanes como pensadores racionales; lo dudo, pero quizá sea así; y por otro lado, el país es un gran baluarte de la medicina alternativa. Quizá, si estás en lo cierto, es que incluso una base sólida de racionalidad permite la apertura a cierta irracionalidad, porque somos seres humanos, y debemos de tener muy grabada en nuestro interior esa necesidad de algo más allá de lo puramente racional. Los títulos de tus libros incluyen palabras relacionadas con lo fantástico, lo mágico: País de las Maravillas, Truco... ¿Por qué lo de En el País de las Maravillas, por ejemplo? Pues por la novela de Alicia en el país de las maravillas. Estuve buscando títulos durante mucho tiempo, y no recuerdo quién vino con la propuesta. En realidad, me gustaba La ciencia, no Un científico en el país de las maravillas. Pero como es un libro que trata sobre mí, lo puso así el editor. Creo que es un buen título, porque describe en cierto modo lo que está pasando por ahí. Barajé mi buena docena de nombres. Invierno 2018/19 Me comí bastante la cabeza buscando un buen título. ¿Crees que estamos viviendo un período en el que la gente está en el país de las maravillas, con todos esos movimientos de la Nueva Era y gentes que tienen la idea de que existió una edad dorada en la que todo era mejor, más natural, en la que no estábamos en manos de las grandes farmacéuticas, de todo lo artificial...? Sí, claro, cuando respirábamos aire puro, comíamos todo natural, llevábamos un estilo de vida saludable, y teníamos una esperanza de vida de 35 años. Decías en una entrevista con el Csicop hace unos años que con las medicinas alternativas hay que llegar al ciudadano de a pie, pues es el que toma las decisiones finales sobre su salud, con frecuencia sin el asesoramiento de profesionales sanitarios, y por ello tratas de involucrar a los medios de comunicación. También tienes un blog. ¿Crees que llegas al ciudadano de a pie con tu blog y entrevistas como esta, o la gente que cree en pseudociencias y pseudoterapias es absolutamente inaccesible? Recuerdo haber dicho eso; sí, creo que de partida es lo correcto. Cuando llevaba publicados unos mil artículos científicos en revistas médicas me di cuenta de que eso está bien para determinados fines; pero así no alcanzamos el objetivo, porque el ciudadano de a pie, o más probablemente la ciudadana, sigue eligiendo la medicina alternativa. ¿Lo logro? Lo intento, en la medida de lo posible. Mucho mejor que escribir en The Lancet o en el British Medical Journal es escri21 el escéptico bir libros como el que hemos comentado, publicar un blog, dar conferencias… Hago lo posible para llegar al ciudadano, pero si te refieres al ciudadano absolutamente convencido de las bondades de la medicina alternativa, a ese no trato de acercarme; son inaccesibles, fanáticos que me consideran el diablo en persona. No pierdo el tiempo con ellos. Con frecuencia, en mi blog, si echas una ojeada, verás que aparecen comentarios de gente así, aunque procuro que sean otros los que los rebatan, porque a mí me cansa. Es inútil. Continuando con la divulgación del escepticismo entre el público en general, personalmente tratas con seriedad la medicina alternativa. ¿Qué piensas de las campañas sarcásticas, como las de los suicidios colectivos con sobredosis de somníferos homeopáticos? La verdad es que los que empezaron con ello son amigos y me llamaron para preguntarme si me parecía una buena idea. Les dije que sí, que para captar la atención de la gente no estaba nada mal, así se daría cuenta de la inutilidad de la homeopatía; pero que los homeópatas sonreirían desdeñosos y dirían que lo que pasa es que no entendemos lo que es y cómo funciona la homeopatía. Y así ocurrió. Pero estuvo bien, la idea se difundió a muchos países, de Japón a EE.UU., y por todas partes se le mostró al ciudadano de a pie que en esas pastillas no hay nada, y que se lo debería pensar dos veces antes de gastarse el dinero en ellas. Leí en tu blog que la crítica a la medicina alternativa viene casi en exclusiva desde fuera de la misma, que no se hace crítica desde dentro. En este sentido, tu trayectoria resulta excepcional, porque conociste las pseudoterapias desde dentro y después fuiste capaz de evaluarlas científicamente. ¿Conoces algún caso más como el tuyo? No, creo que soy rara avis. Conozco a casi todos los que investigan en medicina alternativa, porque durante catorce años fui el organizador de su mayor congreso internacional, al que venían todos a presentar sus trabajos. Así trabé unas cuantas amistades bastante extrañas; amistades que se truncaron en cierta medida cuando empecé a mostrarme demasiado franco res- pecto a la charlatanería. Estoy bastante decepcionado con todos aquellos investigadores, pues no puedo nombrar a nadie que haya mostrado la más mínima capacidad o deseo de crítica hacia la medicina alternativa. Ni siquiera los que investigan en acupuntura se muestran críticos con la sanación espiritual o la homeopatía, por ejemplo. Parece que sienten como si estuvieran en el mismo barco y tuvieran que remar en la misma dirección. Si hay algún rechazo mutuo, y estoy seguro de que la mayoría de los acupuntores rechazan la homeopatía, por ejemplo, no abren la boca ni alzan la voz para criticarla. Nos podemos imaginar lo que los terapeutas alternativos piensan de ti. Pero, ¿y el mundo académico y científico? Cuando dijiste que ibas a estudiar las terapias alternativas con una metodología científica, ¿qué te dijeron? ¿Que era una pérdida de tiempo y que no iba con ellos, que los pondrías en un compromiso? Algunos veían claro que iba a desperdiciar como poco mi talento y mi dinero en algo que no merecía la pena. Por supuesto, estoy en absoluto desacuerdo con ellos. Pero otros muchos decían: «sí, también es importante abordar esto de manera crítica, porque nos está saliendo mucha porquería». Si buscas en Medline lo que se publica sobre medicina alternativa, es una auténtica plaga, por lo que es importante poder echar mano de investigaciones rigurosas que nos digan qué hay de verdad en esa clase de tratamientos. Así que tenemos división de opiniones; hay todo un espectro, pero creo que la mayor parte del mundo académico está de mi lado, por más que alguno dijera: «¿Qué diablos está haciendo este hombre?». En España, la postura académica tradicional ha sido la de no prestar atención a las terapias alternativas, la de dejarlas estar; pero desde hace uno o dos años se han dado cuenta de la magnitud del problema y estamos viviendo un cambio de mentalidad. Lo que supone unos veinte años de retraso respecto al resto del mundo (risas). Tenéis mucho por delante. Creo que el interés académico comenzó cuando el New England Journal of Medicine, probablemente la mejor revista médica, publicó un estudio de alguien Me sorprende que España lleve tanto retraso en esto, y que tan solo se esté empezando, casi treinta años después. el escéptico 22 Invierno 2018/19 Edzard Ernst, posando con nosotros tras la entrevista (Foto: Núria Manchado) con el que posteriormente entablé cierta amistad que quizá ya no exista, David Eisenberg, quien mostraba que el 33% de los norteamericanos utilizaba algún tipo de terapia alternativa al menos una vez al año. Esto supuso cierta conmoción en el país, con su correspondiente efecto dominó en otras partes del mundo, y llevó a destinar financiación para la investigación pública de la medicina alternativa. Cantidades importantes, casi veinte millones al año, lo que llevó a la toma de conciencia también en otros países. Me sorprende que España lleve tanto retraso en esto, y que tan solo se esté empezando, casi treinta años después. ¿Y en Gran Bretaña? Dado que has dicho que la mayor parte del mundo académico estaba de tu lado, ¿cómo resultó eso de que todo un heredero de la Corona, el príncipe Carlos, se alzara contra ti y que presionara a la gente, incluso a colegas tuyos, para que te atacaran? No fue una historia agradable1. No necesitaba en absoluto meterme en problemas, ni los busqué, pero tampoco podía esquivarlos. Me vi metido en ello, y sentí que por dignidad y honradez tenía que plantar cara. Me topé de repente con un expediente contra mí, de mi propia universidad, y así me tuvieron durante trece meses. Fue horrible, de verdad. Estoy mucho más decepcionado por la reacción de mi propia universidad, que debería haberme defendido en lugar de atacarme, que por la reacción del príncipe Carlos. El príncipe Carlos es quien es y en fin… le diría unas cuantas cosas, todas bonitas, naturalmente (risas). Invierno 2018/19 Pero mi propia universidad… mal, muy mal. Curiosamente, has dicho que algunas terapias alternativas podrían funcionar para enfermedades o dolores muy específicos. Resulta muy difícil de creer, para escépticos como nosotros, que por ejemplo la acupuntura tenga algún tipo de eficacia. Si así fuera, ¿deberíamos asumir con ello todo el trasfondo filosófico o mágico que la envuelve, o existen procesos fisiológicos que lo pudieran explicar? Desde luego que no funciona por todo el tema del yin, el yang, los meridianos de energía y demás. Eso no es más que la expresión de unas creencias que surgieron ante la falta de comprensión de cómo funciona nuestro cuerpo. Hablamos de la China de hace 2000 años; los chinos no diseccionaban cadáveres, desconocían absolutamente la fisiología, así que fantaseaban. Y los acupuntores más tradicionales aún continúan con esas fantasías. Pero hay otra escuela de acupuntura, la que se hace llamar de acupuntura occidental, que investiga los mecanismos neurofisiológicos. Y tienen unas teorías bastante curiosas acerca de cómo podría funcionar la acupuntura. Una se basa en las endorfinas, el control del dolor y el correspondiente alivio. Hay otras, la más sencilla, que es la de la revulsión: tengo un dolor de muelas, me das un martillazo en el dedo gordo, y se me pasa el dolor de muelas. Pero el estímulo en el caso de la acupuntura no es tan doloroso como para explicar completamente un proceso así. Más que teo23 el escéptico rías son posibles hipótesis de cómo se podría explicar el asunto, no explicaciones en sí. Así que en primer lugar debemos asegurarnos de que la acupuntura funciona mejor que el placebo, lo cual no es fácil, porque, ¿qué placebo usamos en acupuntura? Elaboramos unas agujas placebo, pero los acupuntores no estaban conformes con ellas, así que la discusión sigue; habrá unos 3000 estudios sobre acupuntura, y muchos de ellos son tan malos que no valen ni el papel en el que están escritos. Si miras los trabajos más fiables, encontrarás algunos indicios de efectividad, por ejemplo para el dolor crónico. Y dado que acepto la medicina basada en la ciencia, no puedo rechazarlo por completo. Pero sigo manteniendo que para la acupuntura tenemos unas explicaciones meramente tentativas, a pesar de que haya algún que otro indicio que nos diga que funciona. Así que para mí el asunto sigue abierto. No puedo dar un veredicto final respecto a su eficacia o ineficacia. Eso es todo. Eso me recuerda a la frase de «se necesita más investigación». Has invertido muchos años investigando la medicina alternativa. ¿No crees que, llegados a este punto, seguir gastando dinero en rebatir la medicina alternativa es malgastarlo, y en cierto modo, inmoral? Bueno, ante todo, nadie debería investigar para rebatir nada, sino para poner a prueba nuestras ideas. Es verdad, tienes razón. Por supuesto que no es ético, tras cierto recorrido, seguir investigando cuando hemos llegado a la certeza de que algo no funciona. Pero, ¿cuándo se llega a dicha certeza? Para mí, se ha llegado con la homeopatía, por ejemplo. Se ha llegado ahora, no cuando empecé con ensayos clínicos al respecto; porque de haber sido así, además, estaría admitiendo haber hecho investigaciones poco éticas. Sin embargo, ahora tenemos datos muy sólidos, disponemos de unos 500 ensayos sobre homeopatía; algunos son positivos, pero la totalidad de los más fiables da resultados negativos. Ello, combinado con el hecho de que los postulados de la homeopatía son completamente inverosímiles, nos hace concluir que se ha llegado a la certeza de su ineficacia y debemos decir que seguir investigando en ello es un desperdicio de dinero y una falta de ética. Si le preguntas a un homeópata, se mostrará en completo desacuerdo conmigo y te dirá: «Bien, de acuerdo, quizá no todas las pruebas sean convincentes, pero hay indicios de que podría funcionar; existe la hipótesis de que no sé qué nanopartículas o no sé cuál estructura secundaria o terciaria de las moléculas que indica que si la memoria del agua, etcétera», así que nunca zanjamos el asunto y se queda en una cuestión de opiniones. Y así es muy difícil. Pero los fondos para investigación, por lo general, los asignan científicos de los duros, de los que tienen opiniones tajantes sobre la homeopatía, sobre las probabilidades de partida en una investigación y un determinado enfoque del problema, por lo que creo que la investigación en homeopatía se acabará. Y debe acabarse de una vez por todas. ¿Y las terapias emocionales? Hablo por ejemplo de la Nueva Medicina Germánica y similares. ¿Has investigado en ello, o se trata simplemente de sectas peligrosas que se deberían perseguir judicialmente? Bueno, hay algunas sectas peligrosas. La Nueva Medicina Germánica es un movimiento de verdad terrible. No sabría decir si es una secta, pero sí que es peligrosa, sus postulados son racistas, incendiarios y absolutamente horribles. Así que hay campos en los que me negaría a investigar, simplemente porque se trata de movimientos sectarios, tienes razón, y no creo que nadie necesite intentar investigarlos científicamente. Sería algo inverosímil, estúpido, denigrante. El Washington Post ha estado verificando todas las afirmaciones que ha ido haciendo Trump desde que juró el cargo, y han visto que lleva ya 5000 afirmaciones falsas; 5000 mentiras, decían ellos. Eso me llevó a pensar que los periodistas estamos siempre dispuestos a verificar las afirmaciones sobre política, pero, ¿deberíamos hacerlo también para afirmaciones científicas? Sí, es lo que intento hacer en mi blog, en el que prácticamente a diario escribo sobre cosas así. Mi entrada favorita es: aparece un nuevo estudio, de hecho hoy [14 de septiembre de 2018] ando comentando un nuevo metaanálisis de ensayos en homeopatía, reali- Nadie debería investigar para rebatir nada, sino para poner a prueba nuestras ideas. el escéptico 24 Invierno 2018/19 Edzard Ernst, firmando libros durante el evento Naukas Bilbao de 2018 (Foto: Núria Manchado) zado y publicado por homeópatas famosos en la mejor revista de homeopatía, llamada precisamente Homeopathy, y la conclusión general es negativa, así que ahí no hace falta verificar nada, porque estoy de acuerdo con esa conclusión. Pero con mucha frecuencia, llega un nuevo ensayo clínico que resulta positivo, y cuando analizas la metodología encuentras toda clase de sesgos, por lo que tengo que rechazar esa conclusión. Así que mi labor diaria es básicamente la de verificar afirmaciones, y entiendo que es lo que hay que hacer. También creo que queda mucho por hacer, porque mis días solo tienen 24 horas y no doy abasto. Hay unos norteamericanos haciendo algo similar, como seguramente sabréis; su trabajo es excelente. Y animaría a los españoles a que hicieran mucho más a este respecto. Si quieren, pueden traducir mis entradas al español. Sería un buen comienzo para, a partir de ahí, seguir avanzando. Ya sabrás que en estos días se acaban de publicar en español dos de tus libros, Un científico en el país de las maravillas y Truco o trato, con dos editoriales distintas. Sí, pero me refería a mis entradas del blog, de donde se sacan textos cortos, como una nueva declaración de Gwyneth Paltrow metiéndose otro huevo en otro agujero2... (risas) El original de Un científico en el país de las maravillas salió hace ya tres años. ¿A cuántos idiomas se ha traducido hasta ahora? Invierno 2018/19 Lo escribí directamente en inglés. Ya no me gusta escribir en alemán; prefiero el inglés para escribir, para las conferencias, etc. Pero salió simultáneamente en alemán, traducido por un profesional. Así que hay una traducción al español y otra en coreano, lo que me resulta de verdad muy curioso. Y creo que olvido una cuarta lengua. Me sorprende, digo, porque trata de mi historia personal, lo que interesaría en Alemania, por supuesto, en Inglaterra... pero me extraña el interés de los españoles: España no se ha cruzado en mi vida más que para unos pocos días de vacaciones. Seguimos hablando a micrófono cerrado, nos pregunta sobre el porcentaje de población que utiliza pseudoterapias en España, su vinculación con las distintas corrientes políticas… y finalmente aparece el Edzard Ernst más próximo, que nos descubre además anécdotas muy desagradables con pseudomédicos y alternativos; tanto, que seguramente no le gustaría verlas publicadas, así que aquí terminamos esta entrevista. Notas: 1 https://www.telegraph.co.uk/science/2018/01/17/ professor-reignites-war-prince-charles-homeopathysupport/ 2 https://edzardernst.com/2017/01/what-is-it-withgwyneth-paltrow-and-the-… 25 el escéptico

autores
LEÓN INMA
RODRÍGUEZ JUAN A.
Temas
Escepticismo y Pensamiento crítico
Medicinas Alternativas
Revista El Escéptico
El Escéptico nº 51
Página inicial
20
  • Versión para impresión

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