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NOMBRE DE LA SECCIÓN EL C CHUPACABRAS TINERFEÑO omo ocurre con todas las leyendas urbanas (en este caso más rural que urbana) no existe una versión única y exacta de los hechos; lo único claro es que no hay una sola prueba de que las agresiones fueran atribuibles a entidades no naturales y no terrestres (véase la revisión históricocrítica de esta leyenda en Zúñiga, 2004). Esto es lo mínimo y lo máximo que se puede decir de ésta y otras muchas historias similares. Este trabajo se va a ocupar de un curioso antecedente ocurrido a finales de la década de los setenta en la isla canaria de Tenerife; al menos así lo presentó alguna fuente con escaso espíritu crítico. Fue en mayo de 1979 cuando se produjeron una serie de muertes misteriosas de animales domésticos en el barrio santacrucero de Taco, y durante más de una semana la prensa local estuvo especulando sobre los posibles autores de las inexplicables muertes. En octubre del mismo año aparecieron más animales sacrificados en otro núcleo de población llamado Barranco Grande, aunque la conmoción social --si hemos de hacer caso a las informaciones periodísticas-- no fue tan grande como en mayo. La historia de los animales muertos de Taco en extrañas circunstancias quedó recluida en las hemerotecas, uno de los lugares fundamentales en los que todo aquél que siente curiosidad por las leyendas y rumores sobre lo anómalo debe buscar las pistas que conduzcan a la aclaración definitiva. Lo contrario es, frecuentemente, un engaño al lector aficionado. De los archivos de la prensa fue rescatado este enredo hace algunos años por José Gregorio González (1997), un aficionado tinerfeño a lo "misterioso" que lo convirtió en un pequeño icono para los aficionados a diversas rarezas isleñas, que son los habitantes de ese lugar fronterizo en el que el sentido común se diluye y la mente abierta coquetea con la irracionalidad, el sensacionalismo y la pseudociencia. Este cuento de suspense sobre el antepasado del chupacabras demandaba un acercamiento crítico y escéptico para limpiar la suciedad mágica y paranormal con que algunos escritores lo han adornado. estado de inquietud e intranquilidad y que algunos pensaban que podía ser un "fenómeno extraterrestre", lo cual prueba el impacto que había provocado en la opinión pública tinerfeña la observación de los efectos en la alta atmósfera de varios misiles Poseidon norteamericanos dos meses antes, concretamente el 5 de marzo, y a los que la prensa etiquetó como "ovnis" (http://www.anomalia.org/misiles.htm). Las informaciones publicadas por la prensa tinerfeña son confusas y contradictorias de principio a fin, como suele ser habitual en este tipo de sucesos (Zúñiga, 2004). Supuestamente la primera muerte perruna extraña habría tenido lugar el 29 de abril, aunque sus dueños no le dieron importancia al pensar que pudo tratarse de una pelea entre perros. No se citan heridas extrañas ni desangramiento anormal... (El Día, 15 de mayo). Pero al día siguiente los dueños de los perros no se ponían de acuerdo sobre el tipo de heridas que tenían los animales y las vísceras que habían sido extraídas; al mismo tiempo se daba por buena la hipótesis de que tras los sacrificios andaba una secta religiosa que en cualquier momento podía sustituir los cánidos por seres humanos. ¿Quién da más? Pues el propio rotativo, que el 17 de mayo dedicó su página 33 de forma exclusiva al caso, y lo hacía para dar paso a la racionalidad y al sentido crítico: "... según una de las fuentes consultadas por El Día en su investigación del caso, es de interés para la explicación de fenómenos como el que nos ocupa la existencia en zonas rurales de las islas de una creencia popular, según la cual 'un ladrón que lleve en sus bolsillos vísceras secas de animales, concretamente un corazón, puede neu19 Breve historia de los hechos La verdad es que estos acontecimientos tuvieron, a la larga, la misma trascendencia que la mayoría de los supuestos enigmas científicos que aparecen en las revistas del ramo paranormal. Es decir, en realidad se trató de uno de esos misterios con la misma trascendencia a la larga que las declaraciones de algún freak televisivo. Pero, a pesar de ello (y como de todo debe haber en la viña del Señor, incluso escépticos que desean aclarar pretendidos enigmas), es que a continuación se ofrece una visión crítica de todo lo afirmado y escrito desde aquel año de 1979, tan importante para la historia española de las creencias contemporáneas en lo maravilloso. La primera y breve referencia periodística la encontramos en El Día (Santa Cruz de Tenerife), en su edición del 12 de mayo. En ella se informa de unas misteriosas muertes de animales en las últimas fechas, indicándose que "habían aparecido sin vida dos perros ¿pastores? alemanes y tres cabras, sin corazón ni sangre en sus venas, según nuestras fuentes". Al día siguiente el mismo diario ampliaba la noticia, señalando que reinaba entre los vecinos de Taco un Uno de los temas paranormales que más ha dado que hablar en los últimos años es el del chupacabras, un presunto ser de origen indeterminado con tendencia a "lo alienígena" que se dedicó a atacar la pasada década a numerosos animales domésticos en diversas partes de las Américas y la Península Ibérica. Cortesía autor el escéptico 18 el escéptico EL CHUPACABRAS TINERFEÑO dos" aunque el veterinario del municipio contiguo, Los Silos, pudo comprobar que el causante de las muertes fue un perro. Es llamativo cómo la prensa no encontró otro verbo más apropiado, degollar, para referirse al suceso. Quizá porque los perros no pueden degollar, lo que presupone a un autor inteligente. El día 18 se descarta otra de las posibles soluciones planteadas para explicar las muertes: un guepardo huido del Safari Park de La Esperanza, cerca de La Laguna. Su director negó que se hubiera escapado animal alguno capaz de producir las muertes y así lo confirma El Diario de Avisos, que afirmó que era una teoría "no demasiado creíble, que se desvanece repasando las especiales características que han coincidido en estas muertes: corazón y vísceras arrancadas limpiamente del cuerpo, sin rastros de sangre alrededor". Este es un detalle importante: no se dice que los cuerpos de los animales estuviesen desangrados sino que "no había rastros de sangre a su alrededor", que no es precisamente lo mismo. Todas estos relatos de miedo, mágicos o paranormales -- que cada uno elija el término que prefiera-- suelen pasar a la historia en la versión más extraña que en su momento se divulgó. Es como si en la dinámica del rumor social alimentado por la prensa predomine años después, por algún tipo de "selección natural", la interpretación más alejada de cualquier explicación racional plausible. Parece que la corrupción de la versión inicial de una información al pasar de mano en mano y de boca en boca no se cumpliese en el caso de los pseudo-enigmas paranormales, pues a través de los años nos llegan resplandecientes y pulidos, sin sombra de duda ni sospecha, sin ninguna de las dudas y sospechas que ya estaban presentes incluso en el momento de producirse. Debemos mirar hacia los criaderos artificiales de misterios: las revistas sensacionalistas, los libros acríticos y los medios de comunicación sesgados; todos ellos tienen arte y parte en la construcción social de estos rumores paranormales. En ningún momento se certificó, por parte de expertos con nombres y apellidos y por medio de informes públicos, que las heridas infligidas a los animales presentasen características anómalas, distintas a las que un gamberro sin escrúpulos pudiera haber causado, con la participación posterior de animales carroñeros o hambrientos. El miedo y la preocupación corrían libres por Taco, según la prensa, hasta tal punto que algunos vecinos no se atrevían a salir a la calle por la noche. Al mismo tiempo los medios se preguntaban por qué no se había efectuado autopsia alguna a los animales y de quién era la jurisdicción en un asunto como este, Sanidad, Sanidad Veterinaria, mensionales" deben hacer acto de presencia siempre que ocurre algo raro, como para certificar la anormalidad de lo ocurrido. De hecho El Día insertó un artículo en su edición del 17 de mayo que especulaba sobre la observación de ovnis en otros lugares del mundo El Día del 18 de mayo reproducía como fenómeno previo a los sacriun artículo aparecido en la revista ficios de animales. ufológica Stendek de Barcelona en la que se relacionaban episodios En octubre de 1979 el fenómeno internacionales de muertes de se volvía a repetir en Barranco ganado (Estados Unidos, Puerto Grande (Santa Cruz de Tenerife), Rico) con la aparición de ovnis y con ocho cabras y varios conejos portentos similares. Y muchos muertos con los mismos síntomas, años después, en 1997, el retórico pero ahora la prensa se decantaba y pernicioso ex-presentador de por la autoría humana o perruna. televisión y editor Fernando Las autopsias realizadas confirmaJiménez del Oso se descolgaba ron que los animales murieron por con la típica anécdota del mundillo estrangulamiento; luego habrían paranormal, donde todo es secreto, sido desangrados y se les extrajehasta la identidad de dos miem- ron varias vísceras. Todo ello combros del Cuerpo Nacional de patible, al igual que los sucesos de Policía que le habrían asegurado, Taco meses antes, con la mano de mientras el citado se encontraba un grupo de desalmados con por casualidad en Tenerife, que deseos de amedrentar a la poblaesos días se estaban observado ción. Y este fue el punto final de ovnis en la zona de las muertes. esta exagerada historia. Los ovnis son, en este caso, como las guindas de adorno que se le Desenredando ponen al pavo; estos escurridizos el "misterio" cacharros alienígenas o "interdi- En junio de 2002 me puse en conetc. A ello se sumó el día 18 el hallazgo de varias plataneras destrozadas en una finca del Puerto de la Cruz, hecho aislado que contribuyó a aumentar el misterio que por aquellos días copaba las páginas de sucesos. Vista de Barranco Grande desde Taco, donde en octubre de 1979 aparecieron ocho cabras muertas tralizar la fiereza de un perro y acercarse hasta el mismo sin que le ataque'. Esta creencia --y aquí viene lo bueno-- ha llegado a ser objeto de apuestas con demostración práctica que la confirma". Luego recordaba que en el primer Simposium de Ufología celebrado en Madrid en abril de ese mismo año Juan José Benítez deleitó a la concurrencia con una gata que apareció mutilada en "extrañísimas circunstancias" en Ronda (Málaga); Benítez se manejaba por entonces con vulgares felinos, lejos aún de codearse con seres divinos como Jesucristo, que tanto rédito ofrecen... El Diario de Avisos (Santa Cruz de Tenerife) se hace eco el 16 de mayo de que varios niños de un colegio de Taco habían visto un bicho (sic), aunque no se había podido averiguar las características del citado, y de que se halló un cerdo con el hocico destrozado en Guamasa (La Laguna). Otras personas aseguraron haber visto a el escéptico 20 21 el escéptico Cortesía autor tres perros muy grandes por la noche merodeando por zonas en las que había animales encerrados. Otro rumor (17 de mayo) aún más desagradable se vino a sumar a éstos: el supuesto hallazgo del cadáver de un joven que presentaba el mismo tipo de heridas que los animales. El citado periódico investigó a fondo el asunto y pudo comprobar la falsedad de esta historia. No es aventurado suponer que tras estos rumores no había más que el temor de los vecinos ante el cariz que estaban tomando los acontecimientos, en particular debido al tono sensacionalista de la prensa. Como contrapartida, el mismo día 17 El Diario de Avisos informó, sin entrar en detalles, de que "las muertes de los perros empiezan a ser consideradas como producidas por manos humanas en los medios autorizados", pero para no quemar la noticia acababa informando de que en el barrio de Genovés de Garachico, municipio del norte tinerfeño, aparecieron varios conejos y cabras "degolla- Cortesía autor EL CHUPACABRAS TINERFEÑO tacto con Jorge Bethencourt, que fue el enviado especial de El Diario de Avisos a la zona donde se habían producido las muertes misteriosas. De entrada me aseguró que "seguimos la historia con no poca carga de dramatismo gratuito que, efectivamente, amplificó los efectos de las acciones de los imbéciles que se dedicaban a despellejar animales". Este "dramatismo gratuito" es patente en prácticamente todas las noticias aparecidas en aquellos días en la prensa tinerfeña. Recomiendo leer los titulares de la época a la luz de esta "confesión". En enero del presente año mantuve una conversación con Carlos Sanjuán, jefe de prensa de la Policía Nacional de Santa Cruz de Tenerife. A mi requerimiento Sanjuán se había puesto en contacto con Muñoz Yébenes, el que era jefe de la Brigada de Investigación en 1979. Según Muñoz Yébenes, la conclusión fue que se trató de perros asilvestrados y que la mayoría de las víctimas fueron cabras (en octubre en Barranco Grande), más algún perro, pero que los animales estaban heridos por la barriga, como si hubiesen enseñado a agredir en esa zona a los atacantes, en vez del cuello. Luego se especuló con que no tenían sangre, y que las heridas eran perfectamente cuadradas, lo cual era falso. Estas declaraciones del antiguo jefe de la Brigada de Investigación contrastan fuertemente con la versión canónica de lo hechos, según la cual los animales estaban "completamente desangrados, sin señales de lucha y sin restos de sangre en los alrededores". Elija el lector la versión que prefiera, aunque me permito recomendarle la del policía nacional retirado, porque es más ecoel escéptico 22 nómica y plausible, y porque ni entonces ni en los últimos años se presentaron pruebas confirmadas de las extrañas circunstancias en que fueron halladas las víctimas. Hasta que no se demuestre lo contrario estas especulaciones merecen el mismo crédito que las que se referían a los extraterrestres como los autores de las matanzas, o a individuos que se dedicaban a practicar sanguinarios ritos sectarios. Al parecer, añadió Muñoz Yébenes, alguien vio a una manada de perros, tres o cuatro, que podían haber sido los causantes de las muertes. Éstos debían acercarse hambrientos a la zona en cuestión, procedentes de las zonas altas deshabitadas. No hubo ningún detenido. La Jefatura Superior de Policía dio una rueda de prensa en la que informó de estos detalles (El Diario de Avisos, 19 de mayo) y propuso algunas explicaciones que no satisficieron del todo a la prensa de entonces (autores humanos con la participación posterior de ratas y hurones) ni a los investigadores de lo insólito años más tarde, para los que el misterio es indeleble. Algo semejante ocurrió antes en diversos estados norteamericanos en 1973 --véase a este respecto Rommel (1980), en particular el último apartado, dedicado a las conclusiones y recomendaciones, extensibles a todos los episodios internacionales de esta leyenda--, en Puerto Rico en 1975 y en 2000 y 2002 en Chile y Argentina respectivamente, donde los perros asilvestrados fueron los responsables de muertes mucho más numerosas, junto con ejemplares de la fauna local como el hocicudo rojo, un ratón del estado bonaerense que, acuciado por el hambre, decidió convertirse en carroñero y aprovechar los cadáveres del vacuno, tal y como concluyo el Servicio Nacional de Salud Agropecuaria de Argentina. También en España distintos ganaderos de Vizcaya, Burgos y Navarra denunciaron a los medios locales a fines de julio de 1996 las muertes de ganado vacuno. La menos satánicas, según el citado experto. Suelen ser gente joven, muchos de ellos estudiantes de Instituto que pierden el tiempo de esta forma y se dedican a esos "ritos". Según Eloy Rodríguez "el 99% de lo que se publica en los periódicos al respecto es pura imaginación y nada más". Apuntes folcloristas a modo de conclusión Quiero poner de manifiesto ciertos aspectos comunes a todo el mundo de los relatos de misterio paranormal que pueden ser de ayuda para entender cómo se extienden entre la población predispuesta. Las antropólogas argentinas Blache y Balzano (2003) citan en un interesante ensayo sobre la leyenda del chupacabras a diversos autores que han teorizado sobre el proceso de transmisión de información. A lo largo de éste se produce lo que Bauman y Briggs (1990) denominan "descontextualización de la voz del narrador, o más específicamente del evento narrativo inicial, y simultáneamente se produce la recontextualización del enunciado cada vez que un agente mediacional interviene en el proceso comunicativo". Es decir, que cada agente transmisor de la leyenda, inserto en un contexto determinado, la reelabora en función de la audiencia a la que va destinada. Y dado el carácter literario y mediático de estas leyendas se produce un proceso denominado entextualización, que convierte un tramo de la producción lingüística en una unidad --un texto-- que puede ser extraída de su ámbito de interacción. Un texto, por lo tanto, es un discurso "descontextualizado". Por otro lado --continúan las autoras citadas-- independientemente de la actitud que asuma el receptor o el transmisor, 23 Los perros atacados en mayo de 1979 vigilaban la cementera de Taco Ertzaintza concluyó que fueron causadas por "cánidos asilvestrados o no controlados", mientras que el periodista Luis Alfonso Gámez (1999, http://magonia. blogspot.com/) logró determinar que algunas de las muertes eran atribuibles a viejas rencillas entre los ganaderos, así como a ataques de lobos a los rebaños. Otra de mis fuentes de información fue el experto en sectarismo coercitivo Eloy Rodríguez Valdés, con el que establecí contacto para que me comentara sus impresiones sobre la "implicación sectaria" en este asunto. Según Rodríguez Valdés "parece ser que fue una persona que no estaba en su sano juicio y que se dedicó a matar los animales, incluso en alguna ocasión se dedicó a extraerles la mayor cantidad de sangre posible. En su opinión el energúmeno se trasladaba de un lugar a otro, y fue tajante al negar la supuesta implicación de un grupo sectario de orientación satánica. Es posible, según Rodríguez, que alguna de estas muertes, las menos, fueran realizadas por algún grupo de jóvenes o extranjeros que no tenían otra cosa que hacer y se dedicaban supuestamente a practicar alguna especie de ritos satánicos como diversión, y para asustar a los habitantes de esas zonas, pero en absoluto tenían nada que ver con las auténticas sectas satánicas". Para El Día la hipótesis sectaria ganaba enteros en su edición del 16 de mayo, que aunque sin pruebas, es más "periodística" que la participación de un grupo de gamberros o de perros y ratas hambrientas, por orden de intervención... La situación es semejante a la que se produce cuando, de vez en cuando, aparecen algunas gallinas muertas o miembros de animales esparcidos en un lugar determinado, o alguna que otra lápida levantada (causa de alarma en la prensa local en ciertas ocasiones). Todo ello está realizado por gente que no tiene que ver absolutamente nada con sectas destructivas, y Lugar en el que aparecieron muertos dos pastores alemanes, en mayo de 1979, al lado de la cementera de Taco Cortesía autor Cortesía autor el escéptico EL CHUPACABRAS TINERFEÑO valenciano de Manises (11/11/79), porque en todos ellos se produjo esa descontextualización y entextualización interesada de unos supuestos hechos. Al mismo tiempo este acercamiento debería probar que esa creación literaria de carácter paranormal obedece a intereses particulares (económicos, psicológicos, prestigio popular y mediático, etc.) de las fuentes responsables. Pero también podemos acercarnos a estas historias desde el punto de vista de un detective policiaco, a quien no le interesan tanto los motivos del delito (hechos o relatos prefabricados que desafían el curso normal de los acontecimientos) cuanto atrapar al presunto culpable (explicación naturalista o antropogénica del mismo). En este Cortesía autor caso el investigador escéptico sabe que la petición de pruebas es ineludible y que la obligación de presentarlas reside en quien propaga la versión misteriosa. Así, ¿quién tiene las pruebas de que estas muertes de animales domésticos de Taco, o de cualquier otra parte del mundo, tuvieron su origen en algo sobrenatural, mágico o inexplicado? Esperamos que las aporte, si existen, cuanto antes, aunque dudamos que tal circunstancia se produzca: estas historias, convertidas en "misterios" en los medios de comunicación pro-paranormales, se basan en el rumor y en la interpretación sesgada de unos hechos que pueden ser explicados racional y económicamente. En este caso se trató de la transmisión de una especie propia de una película de terror ayudada por las exageraciones periodísticas y el clima propicio a lo misterioso y "extraterrestre" en que vivían nuestras islas en 1979, es decir, todo un proceso de construcción de una leyenda tal y como han puesto de manifiesto los estudiosos del folclore. Referencias Bauman, Richard y Briggs, Charles L. (1990). Poetics and Performance as Critical Perspectives on Language and Social Life. Annual Review of Anthropology, 19. Blache, Martha y Balzano, Silvia (2003). La cadena de transmisión mediacional en una leyenda contemporánea: el caso de las vacas mutiladas como metáfora de la crisis argentina actual. Estudios de Literatura Oral, 9. Universidad de Algarve, Portugal. Cabria, Ignacio (2002). Ovnis y ciencias humanas. Un estudio temático de 50 años de bibliografía. Fundación Anomalía, Santander. Gámez, Luis Alfonso (1999). El viaje trasatlántico del 'chupacabras'. El Escéptico, 5, verano. González, José Gregorio (1997). todos contribuyen a la diseminación de ese texto, de manera que el periodista, aun cuando adopte una actitud escéptica, sigue formando parte de este conducto a través del cual se difunde la leyenda. Esta afirmación es sin duda matizable. Una terminología en cierta medida equivalente es la que emplean Saler et al. en su análisis del mito de Roswell UFO-Crash at Roswell: The Genesis of a Modern Myth, 1997 (Cabria, 2002: 254-5). Al igual que en el caso del chupacabras, la transmisión oral de la versión inicial se complementó con la transmisión literaria por parte de los ufólogos. Las nuevas versiones puntuadas (por su carácter literario) introducen cambios importantes al mismo tiempo que eliminan los elementos que contradicen el mito y adoptan elementos fantásticos que pasar a el escéptico 24 formar parte constituyente de la ciones míticas paranormales divulgadas por fuentes sensacioleyenda. nalistas y pseudocientíficas. En este contexto, los testimonios no pasan de ser leyendas persona- Las leyendas y rumores sociales lizadas y el testigo es considerado relacionados con lo maravilloso, un traditor, en el sentido de que lo enigmático y lo paranormal transmite una tradición; por su pueden ser abordados teóricamenparte, los escritores de libros son te como cualquier otro ejemplo de considerados como recopiladores transmisión de información, de las de folclore. El autor desea poner degradaciones y reconstrucciones de manifiesto que una de sus creativas que experimenta al pasar intenciones a la hora de resumir de cerebro a cerebro cada frageste acercamiento antropológico a mento lingüístico significativo. las leyendas relacionadas con los Sin duda este enfoque nos permite "misterios populares" es fomentar una comprensión del fenómeno tales estudios en nuestro país. social en cuestión, y puede ser Creo que esta orientación, su ter- aplicado a todo relato sobre fenóminología y los presupuestos que menos extraños que ha cristalizado subyacen a la misma deben ser en "enigma de la ciencia", desde convenientemente utilizados y las apariciones marianas al triánexplotados dado su previsible gulo de las Bermudas pasando por potencial analítico y explicativo, las caras de Bélmez o los casos aplicándolos a la mayor cantidad ovni más populares, como puede posible de los relatos y construc- ser en España el del aeropuerto Matanzas de animales en Taco. Enigmas, monográfico nº 1, "Los auténticos expedientes X españoles". Rommel, Kenneth. (1980). Operation Animal Mutilation. En: www.parascope. com/articles/0597/romindex.htm Zúñiga, Diego (2004). El chupacabras y el impacto social de una creencia mediatizada (inédito). Cortesía autor Ricardo Campo Departamento de Filosofía Universidad de La Laguna 25 el escéptico