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Red Escéptica Internacional Escepticismo en Brasil 1 Carlos Orsi - Director de la revista Questão de Ciência C uando el profesor de quÃmica Gilberto Orivaldo Chierice se retiró de su puesto en la Universidad de Sao Paulo (USP) a principios de la década de 2010, las autoridades académicas debieron de haber respirado aliviadas: durante más de dos décadas, Chierice habÃa estado utilizando las instalaciones del Instituto de QuÃmica en el campus de San Carlos de la USP para producir y distribuir entre la población local unas cápsulas que, según él, eran capaces de curar cualquier tipo de cáncer. San Carlos es una ciudad en el interior del estado de Sao Paulo, el más rico y poblado de Brasil. En el municipio y las áreas circundantes, las «cápsulas de la USP» habÃan alcanzado un estatus popular, casi religioso, entre las familias de los pacientes de cáncer âcasi un «agua bendita»â, pero con un supuesto apoyo cientÃfico. El quÃmico, a su vez, tenÃa fans que lo veneraban como un santo. Hasta entonces, las cápsulas nunca habÃan sido testadas o evaluadas en pruebas preclÃnicas o clÃnicas. La verosimilitud del mecanismo de acción propuesto por Chierice era, siendo caritativos, extremadamente débil. Aun asÃ, los pacientes desesperados y los familiares desanimados recurrieron al producto como último hilo de esperanza. Hay informes de que el profesor, al administrar las cápsulas, aconsejó a los pacientes que abandonaran los tratamientos convencionales, como la quimioterapia. En ausencia de Chierice, y sin fanfarrias, los responsables del Instituto de QuÃmica de San Carlos (IQSC) reunieron el valor del que hasta entonces carecieron, y la institución emitió en 2014 una norma que prohibÃa la producción y distribución de medicamentos sin la autorización de los organismos reguladores federales. La norma no mencionaba directamente las «cápsulas milagrosas» de Chierice, pero su objetivo era claro. Si la idea era enterrar silenciosamente el caso, la el escéptico 16 estrategia fracasó de forma espectacular. Privados de cápsulas mágicas, los pacientes con cáncer y sus familias, engañados por la falsa promesa de una cura simple y sin efectos secundarios, recurrieron a los tribunales para revertir la decisión del IQSC. El asunto llamó entonces la atención de los medios de comunicación nacionales y de repente, en 2015, lo que hasta entonces habÃa sido un pequeño folclore local se convirtió en una crisis nacional: ahora no solo los pacientes de cáncer en la ciudad de San Carlos y sus alrededores, sino en todo Brasil, querÃan acceso a la «cápsula milagrosa de la USP». Los demagogos de todos los partidos e ideologÃas pronto se movilizaron no para aclarar, sino para aprovechar la situación, en una escalada que culminó con la firma en 2016, por la entonces presidenta Dilma Rousseff, de una ley que abrió una excepción especÃfica para la «pÃldora milagrosa» en las normas brasileñas de control de medicamentos. Esta ley fue suspendida posteriormente por el Tribunal Supremo. La erupción repentina en la conciencia nacional de la fosfoetanolamina sintética, nombre de la sustancia que Chierice afirmaba estar poniendo en sus cápsulas, fue oÃda como un toque de atención por muchos cientÃficos y comunicadores de todo el Brasil. De la crueldad por la falsa esperanza extendida a los enfermos a la forma en la que gran parte de los medios de comunicación enmarcó inicialmente la historia â como la lucha de un genio solitario (Chierice) contra un establishment burocrático y hostil (la universidad, la comunidad cientÃfica, los organismos reguladores)â, todo se sumó para mostrar cómo se carecÃa del pensamiento crÃtico, de la mÃnima comprensión de la racionalidad detrás de los procesos y métodos de la ciencia o del escepticismo frente a las acusaciones, tan necesarios como son para el buen funcionamiento de una democracia. Este proceso galvanizó una reorganización del movimiento escéptico brasileño, que culminó en 2018 Primavera 2020 con la creación del Instituto de Preguntas de Ciencia (IQC - Instituto Questão de Ciência)2. No es por otra razón que la primera prioridad anunciada por el nuevo Instituto fue combatir la pseudociencia en salud, especialmente la financiación de las modalidades pseudocientÃficas por el sistema de salud pública: hay 29 terapias llamadas «integrativas y complementarias», incluyendo el reiki y la homeopatÃa, por las que el Estado brasileño está dispuesto a pagar. El instituto mantiene una publicación en lÃnea, la Revista Questão de Ciência3, y en su primer año de existencia trajo a Brasil importantes figuras del escepticismo internacional, como Edzard Ernst (Inglaterra), Stuart Vyse (EE.UU.), Loretta Marron (Australia) o Michael Marshall (Inglaterra). Sus fundadores âla bióloga Natália Pasternak, el fÃsico Marcelo Yamashita, el psicólogo Paulo Almeida y el periodista Carlos Orsiâ dieron más de 50 conferencias en todo el paÃs, además de participar en varios debates, con oponentes como médicos homeópatas o terraplanistas. Además de la producción de contenidos âtextos y vÃdeosâ sobre ciencia, método cientÃfico y pensamiento crÃtico, la participación en debates y la organi- zación de conferencias con invitados internacionales, el IQC también trabaja en el ámbito de las polÃticas públicas, junto con parlamentarios y otros agentes polÃticos, para tratar de asegurar que el dinero de los contribuyentes se aplique siempre de acuerdo con las mejores evidencias cientÃficas disponibles. En este sentido, entre los principales retos del instituto para 2020 están el convencer al gobierno para que elimine el gasto público en terapias alternativas y quitar la homeopatÃa de la lista de especialidades médicas reconocidas oficialmente âestatus del que esta práctica goza desde 1980â y de los planes de estudio de las escuelas médicas, farmacéuticas y veterinarias. OrÃgenes del escepticismo en Brasil La historia brasileña está marcada por iniciativas esporádicas para combatir el charlatanismo y la pseudociencia. Por ejemplo, la llegada de la homeopatÃa al paÃs en la década de 1840 no tuvo lugar sin oposición. El médium Chico Xavier (1910-2002), la figura principal del espiritismo brasileño en el siglo XX, que afirmaba recibir mensajes de los muertos, fue sorprendido por las revistas Cruzeiro y Realidade participando en un fraude en las décadas de 1960 y 1970. Cruzeiro incluso creó un comité de fotógrafos De izquierda a derecha, Luis Gustavo Almeida (editor de redes sociales del Instituto Questão de Ciência), Paulo Almeida (director financiero), Marcelo Yamashita (director cientÃfico), Natalia Pasternak (presidenta) y Carlos Orsi (director de la revista Questão de Ciência). Primavera 2020 17 el escéptico Natalia Pasternak (presidenta del Instituto Questão de Ciência, ¡con la coruja! para analizar imágenes fotográficas de «espÃritus». En las décadas de 1970 y 1980 Oscar GonzálezQuevedo Bruzón (1930-2019), jesuita español radicado en Brasil, conocido como padre Quevedo, se convirtió en una celebridad al aparecer en programas de televisión desacreditando a médiums, curanderos y supuestos «paranormales» como Uri Geller, quien visitó Brasil en 1976. El padre Quevedo, sin embargo, no era exactamente un escéptico: además de aceptar como legÃtimos los milagros reconocidos por Roma, defendió la existencia de lo que llamó telergÃa, una especie de fuerza mental capaz de producir efectos paranormales legÃtimos. Pero la primera gran ola de escepticismo organizado en Brasil vino con la popularización de internet, en la segunda mitad de la década de 1990. En 1998, el profesor e investigador en biomedicina e informática Renato Sabbatini anunció, en un periódico de la ciudad de Campinas, en el interior del estado de Sao Paulo, el inicio del proceso para el establecimiento de la Sociedad Brasileña de Escépticos Racionalistas (SBCR)4; en 1999, Leandro da Silva Nunes Vieira (Leo Vines) creó el sitio web de la Sociedad de la Tierra Redonda (STR)5. Kentaro Mori, probablemente el activista escéptico más prominente de ese perÃodo, creó su plataforma de escepticismo abierto en 2000. Mori se convirtió, entre 2009 y 2015, en consultor de uno de los programas de televisión mejor valorados de la televisión brasileña, Fantástico, de Rede Globo, actuando en la verificación de rumores y acusaciones de fenómenos supuestamente paranormales. En 2011 organizó la participación brasileña en la el escéptico 18 «sobredosis homeopática» global promovida por la Good Thinking Society del Reino Unido. La mayorÃa de estas iniciativas, sin embargo, no resistieron demasiado bien al final de la primera década del nuevo siglo. La última actualización en el sitio web de SBCR se remonta a 2012. STR ya no está en lÃnea. La última actualización del Dicionário Cético (una versión portuguesa del Diccionario Escéptico de Todd Carroll, por Ricardo Cordeiro) se remonta a 2008. Escepticismo Abierto dejó de actualizarse en 2013, y ya no está en lÃnea. En el sur del Brasil, un grupo de profesores universitarios, entre los que se encuentran los fÃsicos Jeferson Arenzon y Jorge Quillfeldt, articulan el Skeptical Acid Collective, en respuesta al éxito del documental «What the Bleep do We Know» (2004), en el que se promueven una serie de mitos y desinformación sobre la mecánica cuántica, asà como contra la organización de eventos sobre espiritualidad y videncia en la Universidad Federal de RÃo Grande do Sul, en 2009. El grupo continúa produciendo uno de los principales podcasts de comunicación cientÃfica brasileña, As Fronteiras da Ciência6, pero el blog Ãcido Cético dejó de actualizarse en 20167. En la actualidad, además de la Revista Questão de Ciência, sitios como Ceticismo.net y Universo Racionalista8 distribuyen contenido escéptico en la internet brasileña. En un año de existencia, el IQC logró reunir en torno a sà una comunidad plural de lectores, colaboradores y simpatizantes, dando una visibilidad más amplia a las agendas que antes parecÃan restringidas a nichos escépticos-racionalistas. El activismo vinculado principalmente a las polÃticas públicas parece estar cambiando el diálogo nacioPrimavera 2020 Carlos Orsi (director de la revista Questão de Ciência) y Natalia Pasternak (presidenta del Instituto Questão de Ciência) nal, haciendo que el cuestionamiento abierto en los medios de comunicación contra pseudociencias que todavÃa tienen prestigio social, como la homeopatÃa, sea «aceptable». Notas: 1 Traducción del portugués de J. López Amigo. Primavera 2020 2 https://iqc.org.br/ 3 http://revistaquestaodeciencia.com.br 4 http://www.ceticos.org.br/ 5 https://pt.wikipedia.org/wiki/Sociedade_da_Terra_Redonda 6 http://www.ufrgs.br/frontdaciencia/ 7 http://coletivoacidocetico.blogspot.com/ 8 https://universoracionalista.org/ 19 el escéptico