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el Circo Paranormal ción temporal de decenas de millones de años no tiene ninguna importancia? Evidentemente, no. Recapitulemos, Caballé niega una teoría biológica basándose en unas supuestas imposibilidades tecnológicas -dicho sea de paso, sin tener en cuenta ni cronología, ni lugar ni modo de aparición- y, a cambio, propone una hipótesis sin aportar ni una sola prueba consistente en su favor. Esto que pudiera parecer extraño, es por desgracia, el pan nuestro de cada día. Aviados estamos. su abuela y a su madre, dos personalidades contradictorias que, al parecer, le sumieron en la confusión de por vida, el origen de su apocalíptico fracaso. Ocurrió que los otros pájaros de mal agüero fueron más astutos que el diseñador nacido en Pasajes de San Pedro (Guipúzcoa). Anunciaron la destrucción de la capital francesa con mayor antelación que Rabanne y tuvieron la prevención de evitar pronunciarse en fechas próximas a la por ellos prefijada. Así, si erraban, casi nadie se daría cuenta; pero, si por casualidad París era escenario en agosto de alguna desgracia, podrían saltar a la palestra diciendo que ellos la habían vaticinado. Tal fue el caso del más conocido de los exégetas contemporáneos de Nostradamus, el francés Jean-Charles de Fontbrune, famoso porque cada cierto tiempo saca un libro reinterpretando al autor de las Centurias, con profecías que nunca se cumplen. En 1995, Fontbrune aseguró que París caería en julio de 1999, que el Islam, aliado con China y Rusia, habría asolado Occidente para esas fechas, que Mónaco, Nápoles, la isla de Córcega y Palermo serían saqueadas, y que el conflicto serbobosnio desembocaría en la Tercera Guerra Mundial. 1 Nada de lo predicho ha sucedido, pero tampoco nadie se ha acordado de ello. Fontbrune es un hábil explotador de la credulidad popular, que vende sus libros por decenas de millares desde hace décadas anunciando todo tipo de hechos que nunca llegan a suceder. Algo que, sin embargo, no ha ido en detrimento de su credibilidad, a pesar de que la experiencia demuestre que su fiabilidad sólo puede equipararse a la de estrafalarios adivinos como Rappel, Aramís Fuster o el mago Félix. Así, en 1985, diez años antes de poner fecha a la destrucción de la capital francesa, y siguiendo esta vez las profecías de san Malaquías, Fontbrune ya aprovechó la presentación en Barcelona de su libro La profecía de los papas para anunciar que Juan Pablo II Fontbrune vuelve a anunciar la muerte del Papa l 11 de agosto de 1999 pasará a la historia anecdótica del siglo XX como el día en el que Paco Rabanne hizo el mayor de los ridículos. El diseñador había vaticinado que, en coincidencia con el último eclipse total de sol del segundo milenio, la estación orbital Mir borraría París del mapa. "No soy yo quien lo afirma, es Nostradamus", repitió hasta la saciedad desde mayo. Pero, como los parisinos seguían el 12 de agosto vivitos y coleando, fue objeto a partir de ese momento de todo tipo de chanzas. Fue el único que no se salvó del pacocalipsis. Todo lo contrario que otros renombrados augures que también se estrellaron el pasado verano de la mano de las profecías de Michel de Notredame, pero que ni sufrieron devastadores efectos para su credibilidad ni tuvieron que achacar la metedura de pata a sus antepasados, tal como hizo Francisco Rabanera. El modisto no dudó en septiembre en achacar al influjo de E (Otoño 1999) el escéptico 45 46 (Otoño 1999) el escéptico el Circo Paranormal ERNESTO J. CARMENA Así, en el diario El Mundo del 24 de noviembre pasado,2 Enric Pastor se hacía eco de nuevos y pasados vaticinios del "mayor estudioso del profeta", recordando que "con Nostradamus, historiador y profeta (1981) tuvo dos aciertos: la elección de François Miterrand y el atentado contra el Papa, escritos cinco meses antes de que sucedieran". Supongo que eso lo dirá Fontbrune, que ahora, a través de El Mundo, anuncia que quedan cuatro días para la muerte de un Papa un 13 de diciembre y la llegada del Anticristo. Obviamente, Juan Pablo II fallecerá algún día y entonces seguro que Fontbrune sale a la palestra diciendo que él lo había predicho, igual que aquellos brujos de los años 80 que, con el inicio de cada nuevo año, anunciaban que Ronald Reagan tenía los días contados. Podemos dormir tranquilos, porque a Fontbrune se le puede aplicar la máxima de Lawrence Kusche sobre la credibilidad de Charles Berlitz, el autor de El triángulo de las Bermudas: "Si Berlitz informase de que un barco es rojo, las posibilidades de que fuera de otro color constituirían casi una certeza". Pues eso, que si Fontbrune dice que estamos al borde del Apocalipsis, lo mejor es hacer inversiones a largo plazo. L.A.G. 1 moriría el día de Santa Lucía de 1986 en Lyon cuando el Halley dejara de verse en el cielo. El Halley pasó por las proximidades de la Tierra, el Papa viajó a Lyon y regresó a Roma sano y salvo, y al agorero nadie le recuerda ni ésta ni sus otras lucrativas meteduras de pata. Al contrario. Loscos, Lola [1995]: "Experto en Nostradamus asegura que París desaparecerá en 1999". Efe (París). 26 de junio Pastor, Enric [1999]: "Desde hoy hasta el 2025, según Nostradamus". El Mundo (Madrid). 24 de noviembre. 2 Suscríbase a THE SKEPTICAL INTELLIGENCER La revista trimestral de 70 páginas editada por la británica Asociación para la Investigación Escéptica (Aske). Suscripción anual: £15 Escriba a: Aske 15 Ramsden Wood Road Walsden, Todmorden, Lancs, OL14 7UD, Reino Unido (Otoño 1999) el escéptico 47